El milagro del Calostro…
¿Demasiado bueno para ser cierto?
Uno diría que casi todos los días surge una nueva sustancia o producto que dice curar cualquier afección que existe. Como yo he estado escribiendo acerca de la salud y la nutrición naturista así como la medicina alternativa por casi veinte años, he visto aparecer muchísimas de estas sustancias. Sin duda, actualmente se están descubriendo (o más bien volviendo a descubrir) muchísimos remedios naturales, pero existen unos cuantos de ellos que no llegan a satisfacer del todo las afirmaciones extravagantes que se hacen de ellos.
Por lo tanto, cuando surge un suplemento más de amplio espectro —que se dice hace de todo, desde fortalecer el sistema inmunitario hasta quemar la grasa –tiendo a volverme escéptica y a investigarlo muy, muy de cerca.
Eso es exactamente lo que me pasó con el calostro. Cuando me encontré con él por primera vez, las cosas que se afirmaba que éste hacía sencillamente me parecían demasiado buenas para ser ciertas. Pero fue cuando empecé a leer algunas de las extensas investigaciones que ya se habían realizado con respecto a esta sustancia que comencé a entusiasmarme. Quizá sea cierto… tal vez exista una sustancia completa y natural que nos ayude a devolver al cuerpo a su estado de homeostasis, su estado natural de salud vibrante y de vitalidad.
El calostro es el primer líquido que producen las glándulas mamarias de la madre dentro de las primeras 24-48 horas después de haber nacido el bebé. El calostro proporciona factores inmunitarios y de crecimiento esenciales para la vida que garantizan la salud y la vitalidad del recién nacido. El calostro es tan importante que la mayoría de los bebés de cualquier animal morirían si no pudieran tomarlo.
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