miércoles, 8 de julio de 2015
ARTÍCULO SOBRE TURISMO RURAL COMO COMPLEMENTO AL DESARROLLO TERRITORIAL
Es importante impulsar una política agrícola en la búsqueda de mejores días a la población rural del Distrito de Tierras Altas en Panamá, los productores son grupos en desventaja con pequeñas superficies de tierra y con poco valor agregado. La situación para los pobladores del medio rural de esta región ha desmejorado y ante esto, los campesinos buscan alternativas de supervivencia como la migración.
El turismo rural es una alternativa para impulsar el desarrollo de estas comunidades. Y posesionar en el mercado un producto turístico de calidad, si estos son promovidos y fortalecidos por el gobierno a través de una política turística como estrategia para reactivar a las comunidades en beneficio de la economía del país y específicamente en la captación de divisas.
América Latina ha cambiado su modelo de desarrollo económico; Entre los elementos que intervienen a cambiar de modelo, está la difusión de la lógica de la globalización, y en este sentido Abel Albert y Pilar Benejam (2000, p. 20) destacan medidas adoptadas por los gobiernos, afectando los espacios rurales donde se practica una agricultura de subsistencia.
Este proceso impulsa el desarrollo territorial, haciendo imprescindible diseñar instrumentos y políticas públicas de gestión dirigidas a estimular el aprovechamiento de los recursos locales para impulsar nuevos estilos de desarrollo basados en las potencialidades de sus economías .Los procesos de desarrollo territorial tienen como objetivos la transformación del sistema productivo local, el crecimiento de la producción, la generación de empleo y la mejora en la calidad de vida de la población (Silva, 2003, p. 44).
En los espacios rurales se impulsa el surgimiento de un nuevo paradigma de desarrollo rural territorial, que se define como un proceso de transformación productiva e institucional de un espacio rural, cuyo fin es reducir la pobreza (Schejtman y Berdegué, 2004, p. 30). En donde la transformación productiva tiene el objetivo de articular competitiva y sustentablemente la economía del territorio a mercados dinámicos. El desarrollo institucional tiene el propósito de estimular y facilitar la interacción y la concertación de los actores entre si y entre ellos y los agentes externos relevantes de incrementar las oportunidades para que la población participe del proceso y sus beneficios (Schejtman y Ramírez, 2004, pp. 1-2).
Al respecto Ellis y Biggs (200, p. 445) mencionan que si un nuevo paradigma de desarrollo rural ha de emerger, ha de ser la agricultura junto a un conjunto de actividades y potenciales, rurales y no rurales, que son importantes para la construcción de distintos medios de subsistencia sostenibles, sin darle una preferencia excesiva a la agricultura como la única solución para la pobreza rural. Ello indica un nuevo papel de los espacios rurales en la generación de ingresos no agrícolas.
Ante el surgimiento de un nuevo paradigma de desarrollo rural, diversas agencias multilaterales como el Banco Mundial (BM), el Fondo Interamericano de Desarrollo Agrícola (FIDA) y el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) cambiaron el enfoque respecto al desarrollo rural y actualmente lo dirigen al Desarrollo Territorial Rural. Al respecto mencionan Alexander Schejtman y Julio Berdegué (2004, p. 18) que el FIDA, en su Marco Estratégico 2002-2016, plantea la promoción de corredores económicos, el fortalecimiento de las instituciones locales y el desarrollo de la industria, los servicios y los vínculos agricultura-industria-servicios. Por su parte, el BID, en su Estrategia de Reducción de la Pobreza Rural, adopta un enfoque de desarrollo territorial multisectorial. A su vez, el Banco Mundial, en su estrategia para la superación de la pobreza rural en América Latina, plantea la necesidad de impulsar un enfoque de “espacio rural” que vaya más allá de la visión sectorial agrícola.
Es necesario aprovechar las ventajas que representa la promoción del desarrollo territorial rural en la incursión de nuevas actividades económicas, al respecto Sergio Sepúlveda et al(2003, p. 76-77) mencionan que el enfoque territorial reconoce la complejidad de los territorios rurales y de las estructuras complementarias, articuladas e interdependientes, que conforman una economía que trasciende la economía agrícola. Es decir, que la necesidad ha forzado el paso del desarrollo rural productivista, sectorial y centralista, hacia un modelo postproductivista, que valora a todos los componentes del espacio, flexible, integrado y participativo, que encuentra su plasmación en las Iniciativas Comunitarias, los mejores exponentes de la nueva ruralidad.
Mosca y Ramos (1994, p. 91) señalan que el concepto de desarrollo rural trasciende del propio medio para el que se concibió inicialmente. Debido a los desajustes que están provocando nuevas demandas sociales que solo el medio rural puede satisfacer. Los ciudadanos necesitan lugares de ocio tranquilos y de aire no contaminado que los actuales grandes centros turísticos no ofrecen. La sociedad demanda alimentos de calidad y menos contaminados para conservar la salud, a la vez que exige la preservación del ambiente para garantizar el bienestar de generaciones futuras.
En este enfoque y con relación al cambio de las funciones del medio rural, Vera et al (1997, p. 134) mencionan que el turismo rural -aunque es minoritario en el conjunto del mercado turístico- aporta una contribución valiosa a las economías rurales. Ello se constata en términos financieros, de empleo, contribución a la financiación de la conservación, Pero es claro que al margen de la promoción del turismo, se tiene que fortalecer la producción agrícola a través del otorgamiento de créditos preferenciales, investigación agrícola, difusión de la tecnología, acceso a la tierra, introducción de cultivos alternativos y complementarios a los que actualmente explotan los agricultores.
El turismo rural es complementario más que una alternativa debido a que es solo una fuente de ingresos más que se tiene que promover en los territorios rurales, pero que no se tienen que descuidar las otras actividades productivas que se realizan, Estas se tienen que fortalecer y a su vez crear nuevas oportunidades de trabajo que permitan la generación de ingresos no agrícolas. Con ello se quiere decir, que el turismo es una actividad generadora de empleos que puede absorber parte del tiempo de los agricultores en los territorios rurales. El turismo rural tiene que ser dirigido a los agricultores para que pueda ser complementario al desarrollo territorial rural.
Hemos observado que los agricultores desean compartir con los visitantes su cultura y tradiciones. Por lo que en estas poblaciones existe un ambiente propicio para fomentar el turismo rural. Así mismo, las personas están dispuestas a realizar actividades turísticas y compartir la experiencia que tienen en la actividad agrícola, participar en la preparación de alimentos para los turistas.
Sin embargo, para que se pueda dar la participación de los agricultores en actividades turísticas se requiere inversión de capital, formación de recursos humanos en las diferentes actividades turísticas como la gastronomía rural, animación y relaciones humanas para atender de forma adecuada al público.
Para este efecto se recomienda, crear una ruta turística que promueva los productos turísticos provenientes de la riqueza natural y fomentar productos relacionados con el agroturismo, la espeleología y el turismo cultural, con la finalidad de que esta actividad se convierta en un atractivo para los turistas, es decir, que en las comunidades se fomente entre los pobladores el agroturismo. Para ello es importante que se les capacite para atender a los turistas, sobre el conocimiento y los trabajos que se realizan de cada una de las etapas del proceso de producción.
Es por ello necesaria la participación del estado en la organización de productores para la comercialización y el financiamiento de la compra de maquinaria para darle valor agregado a la producción.
Conclusión
En Tierras Altas de Panamá el modelo de desarrollo territorial no ha logrado incorporar a la población a actividades diferentes a la agricultura. Debido a que en este territorio difícilmente se genera empleos en el sector secundario o terciario, ya que existen otras regiones que ventajas como: mejor localización, mano de obra calificada, adecuada infraestructura carretera, entre otras.
En este territorios donde la agricultura no es redituable en estos momentos y los agricultores desean continuar con el cultivo, se propone que se capacite a los agricultores en proporcionarle valor agregado Para ello se necesitan establecer programas de crédito, capacitación e investigación en aspectos agrícola y de comercialización.
En Panamá se tiene un excelente potencial turístico y los agricultores están interesados en participar lo cual representa una oportunidad de desarrollo para los habitantes de estos espacios. En este sentido se pueden aprovechar las ventajas en los cambios de valores y motivaciones de los turistas, como la obsesión por la búsqueda de estilos de vida feliz y saludable y la creciente conciencia por la naturaleza. Estos cambios se manifiestan en el consumo de alimentos y el cuidado del aspecto físico. Por estos servicios se pagan más, pero esperan un buen servicio.
El turismo rural es una actividad complementaria que puede revitalizar las economías locales, por lo que es necesario que el gobierno invierta directamente en la remodelación de los principales centros de población, en infraestructura, servicios básicos y apoyo económico a los pobladores para la construcción de hospedaje, restaurantes y espacios recreativos. Bajo este modelo, se puede aprovechar el interés de la comunidad por incursionar en el turismo rural y mejorando las condiciones de vida y reteniendo los flujos migratorios. Si no se fomenta la planificación de los espacios turísticos, estos van a ser aprovechados espontáneamente por grupos con recursos económicos, que van a degradar los recursos naturales.
El turismo rural podría generar recursos económicos que mejoren las condiciones de vida de las familias rurales y además, permita conservar y fomentar su cultivo y los recursos naturales.
Autor: Rosa Mora Vega
rosmora15@hotmail.com
Este artículo fue redactado por el autor como parte del diplomado internacional “Gestión del Turismo Sostenible”, organizado por Fondo Verde (http://goo.gl/Iwfels) y dirigido por el profesor Dr. Gonzalo de la Fuente de Val.
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