jueves, 13 de noviembre de 2014

El lío de las llantas usadas

Secretaría de Ambiente trabaja en nueva norma para encontrar una solución
El lío de las llantas usadas

Aunque hay una resolución que obliga a los productores a tener un sistema de reciclaje, esta no cobija a los talleres ni a los montallantas.
Por: Laura Dulce Romero

Este es el panorama de algunas de las calles de la ciudad. / Pamela Aristizábal

Problemas como los 20.000 huecos que tiene Bogotá y los casi 2,5 millones de llantas usadas que se producen en la ciudad, podrían combinarse para generar una solución: aprovechar las llantas como materia prima para fabricar asfalto. Esa es la idea de la Secretaría Distrital de Ambiente, que trabaja en una nueva norma para aumentar los controles sobre los fabricantes de llantas, sobre la disposición final de éstas y comprometer a varias entidades para que las aprovechen como insumo.

La norma busca llenar los vacíos que quedaron en la resolución que expidió el Ministerio de Ambiente en 2010, con la que pretendía reglamentar la disposición de las llantas usadas. Sin embargo, en ella no se establecen obligaciones a talleres y montallantas, que son protagonistas en este problema, ni hay sanciones para quienes las dejan tiradas en la calle. A esto se suma que en Bogotá no hay una planta de trituración de llantas, para aprovecharlas para hacer asfalto.

La necesidad de una nueva norma surge por el aumento de las denuncias por la invasión del espacio público con estos residuos. Para corroborarlas basta visitar algunas calles de localidades de Fontibón, Barrios Unidos, Antonio Nariño, Mártires , Puente Aranda y Suba, donde es habitual encontrar imágenes como las que se ven en el separador de la carrera 22 entre las calles 9 y 12, que está lleno de llantas usadas. “Estamos cansados de ver nuestras calles así. Hay un grave problema ambiental y otro de salud pública, que nadie atiende. Primero se degrada una llanta antes de que la recojan”, denunció Cristian González, edil de la localidad Rafael Uribe Uribe.

Como las llantas no son residuos ordinarios, los operadores de aseo no las pueden recoger ni llevar a un relleno sanitario. En 2010, el Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial firmó la resolución 1457, en la que obliga a los productores y comercializadores de llantas a encargarse de crear sistemas de recolección selectiva y gestión ambiental. Sin embargo, la norma se quedó corta, pues quienes más botan llantas a la calle son los talleres y los montallantas, que no están incluidos en la norma, dijo la Secretaría de Ambiente.

Si bien varias compañías productoras cumplen, más de la mitad evade la resolución. La ANDI lleva dos años con su programa de posconsumo, que incluye el ítem de las llantas. ¿Cómo funciona? Los productores deben inscribirse y diligenciar un formato de registro para identificar los sitios donde se hará la recolección. Hoy hay 85 empresas inscritas y 92 puntos donde se pueden dejar las llantas, pero este sistema aún tiene falencias.

El Espectador llamó a cinco puntos de recolección y solo uno dijo que podría recibir los residuos. Los demás afirmaron que no tenían espacio. Ante esto, Élmer Cardozo, director del programa Rueda Verde de la ANDI, aseguró que cada persona puede llevar hasta cinco llantas y en caso de ser más, debe llamar directamente al programa.

Sin embargo, el programa de la ANDI es solo una iniciativa. A Cardozo le preocupa que tanto el Distrito como la ciudadanía crean que la única entidad responsable de estos desechos sea la ANDI, sin tener en cuenta que aún faltan 130 empresas que no tienen un sistema establecido y siguen funcionando sin ninguna sanción de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA).

Otro problema es que no se está cumpliendo la resolución 6981 de 2011. En ella se establecía que una porción del caucho de las llantas desechadas se debía usar en asfalto para las obras viales del Distrito. “Sin embargo, eso no se ha cumplido. Recogemos las llantas y se quedan guardadas. El primer operador de planta trituradora, que estaba con nosotros y que hacían esos procesos industriales, tuvo que cerrar”, manifestó Cardozo.

Sin duda, falta que las autoridades nacionales y locales hagan cumplir las reglas y es urgente que se involucre en estas estrategias a los talleres y los montallantas, que son los más llantas dejan botadas en las calles. Esto lo reconoce Alberto Acero, subdirector de gestión ambiental empresarial de la Secretaría de Ambiente, quien habló de un problema adicional: la falta de normas frente a las llantas de las motocicletas. “En Bogotá hay 400.000 motos matriculadas. Eso implica un volumen muy alto de llantas. La Secretaría está sacando una nueva norma para que estas también entren en el sistema de posconsumo”, dijo el subdirector.

Para Acero, a pesar de que la Secretaría de Ambiente trabaja en una nueva norma para buscar una solución a las llantas usadas en el Distrito, al final el problema también radica en la cultura de los ciudadanos. “Pensamos que tenemos el derecho de botar las llantas en cualquier sitio y que es el Distrito el que debe recogerlas. Cada quien debe ser el responsable de sus llantas y llevarlas hasta los puntos de recolección”, concluyó.

lauraduilce2@elespectador.com

@lauradulcero

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