FIBROMIALGIA: la enfermedad incomprendida

La fibromialgia es un proceso reumático crónico caracterizado por un dolor músculo-esquelético generalizado y acompañado de fatiga. Se calcula que en España hay 700.000 casos afectando más a mujeres de entre 20-50 años. Es diagnosticada por un reumatólogo y reconocida como una enfermedad por la OMS desde 1992 (durante años muchos médicos no le han prestado la suficiente atención y hoy en día todavía pueden pasar 7 años hasta ser diagnosticada).

Causas: no se encuentra una alteración relevante, ahora bien, cada vez hay más evidencias de una base genética que condiciona una respuesta anormal del sistema nervioso incrementando la sensibilización al dolor.

Se trata de forma multidisciplinar con diferentes intervenciones como por ejemplo: psicosociales, nutricionales (70% tienen obesidad), fisioterapéuticas. Hablaré desde la rama de la fisioterapia porque se ha demostrado que el afectado ha de tener un papel activo con el programa de ejercicios.

¿Cómo pueden ayudar los estiramientos globales a la fibromialgia? Me baso por los años que llevo tratando a mujeres con fibromialgia y con buenos resultados.

• Luchar contra la rigidez que encontramos al levantarnos por la mañana (rigidez matutina), después de estar mucho tiempo de pie/sentado y finalmente con los cambios de temperatura o humedad.

• Malestares abdominales: cuando disminuimos la tensión en el diafragma mejoramos los trastornos digestivos: estreñimiento, dolor abdominal, etc.

• Parestesias (manos o pies) al disminuir la tensión de la cadena posterior de la espalda.

• Descontracturando los puntos miofasciales hipersensibles (puntos gatillo) que se encuentran en la cadena posterior de la espalda. Por ejemplo: a nivel cervical inferior, trapecios, supraespinoso, occipucio, glúteo mayor y trocánter mayor.

• Corrigiendo los desequilibrios de la musculatura que sigue la trayectoria del ojo al destensionar o relajar los músculos que están alrededor del ojo.

• Controlando el estrés.

• Con los estiramientos también aprendes a sentir el cuerpo ( la propiocepción).

En las clases colectivas hay una relación entre los afectados que ayuda a minimizar la depresión.
Al disminuir esta tensión crónica de la espalda mejoramos también la calidad de vida de los afectados.

No hay que olvidarse de:

• Leer la etiqueta de consejos posturales (leer artículos: “Sentarse bien es sentirse bien“, “Coger peso” y “Cuidar la espalda mientras dormimos“) para evitar que se acumule más tensión durante el día sin olvidarnos que el sueño es básico.

• Evitar el alcohol y la cafeína. La ingesta de cafeína puede tener cierta influencia en algunas personas que padecen esta enfermedad.

• Un trabajo adecuado a nuestras condiciones físicas, pero evitar estar muchas horas sentado porque agrava la fibromialgia.

• Una dieta equilibrada para evitar carencias como por ejemplo el calcio y el magnesio (sirven para mejorar los puntos gatillo), la serotonina (ayuda a la depresión y a dormir mejor) y se puede encontrar por ejemplo en los tomates, piñas, nueces, etc. Mejor consultar con vuestro nutricionista.

• Tomar el sol con preucación para absorber la vitamina D.

Recientemente científicos de la Universidad de Girona han identificado 2 tipos de fibromialgia en función de los síntomas de depresión y ansiedad. Se intentará personalizar y optimizar los tratamientos psicológicos y farmacológicos.