La mayoría de los aproximadamente 7,200 millones de habitantes del planeta tiene una desconexión total con la fuente u origen de la comida y productos que consumen, desde el filete que llega a su mesa hasta el calzado que usan o los cosméticos que ocupan.
Sin embargo, los hábitos saludables y el consumo ético están ganando terreno entre los compradores, quienes están dispuestos a pagar un poco más por productos amigables con el entorno, de acuerdo con consultorías internacionales como Deloitte.
Las tendencias hacia el consumo naturista, vegetariano, orgánico y la defensa de los animales, que vienen de décadas atrás, encuentran su expresión más alta en el veganismo. No obstante, para los militantes veganos, el veganismo no es una tendencia de consumo ni una moda, sino una actitud ética y un estilo de vida.
“No sólo no es comer carne, es dejar atrás productos que están ligados a la explotación animal que busca satisfacer la demanda a gran escala de leche, huevos, vestido, cosméticos, etcétera”, refiere Jorge Tinoco, propietario de la marca de galletas “Ser Vegano”.
De acuerdo con el reporte Global Powers of Consumer Products de la consultoría Deloitte, hay cinco tendencias que definirán el comportamiento del cliente del futuro: Se informan, son realmente globales, vigilan su economía, tienen hábitos saludables y se preocupan por las acciones que las compañías tienen hacia el medio ambiente.
Deloitte explica que cada vez habrá más consumidores realmente conscientes, que además comparten sus experiencias a través de la red, lo cual los hace más poderosos.
El consumidor vegano va muy de la mano con este perfil porque conecta, se informa, investiga, y crea opciones cuando no las hay, lo cual abre un espectro grande para emprender nuevos negocios.
De acuerdo con la organización Mexican Vegan, en el 2010 habían aproximadamente 407 millones de veganos en el mundo.
Pese a que la tendencia vegana tiene sus orígenes en España en 1993, es en la década actual en que su expansión ha sido más vertiginosa.
El estudio Consumer Perspectives and Trends in Sustainability del Natural Market Institute (NMI) basado en Estados Unidos, refiere que es un buen momento para los productos ecológicos y respetuosos del entorno, ya que “a medida que la recesión se aleja, más consumidores están dispuestos a pagar más” por este tipo de opciones de consumo consciente. Porque cabe decirlo, los productos del tipo vegano y orgánico, cuyos procesos de producción requieren más cuidado, suelen ser más caros que los productos industriales a gran escala.
“No es fácil ser vegano allá afuera”, afirma Rossy Bernabé, fundadora de la organización “Mucho más que sólo lechuga”, al referirse al mercado mexicano, el cual hay pocas opciones y son más caras que los productos estándar.
Refiere que no hay cifras de cuántas personas practiquen el veganismo en el país, ni tampoco hay certificaciones o sellos que avalen que los productos cumplen con ciertas características o procesos para ser considerados veganos.
No obstante, el tener una certificación “a lo mejor resultaría un poco contraproducente, ya que ocurriría como con lo orgánico: el costo podría elevarse al tener que pagar” por ella, considera Diego Navarro, propietario de las tiendas Vegan Ville.
El anaquel
Pese a lo “verde” de este mercado, el potencial es enorme y en los últimos dos años ha crecido de forma exponencial, principalmente en la Ciudad de México y Monterrey, afirma Rossy Bernabé.
Cada vez hay más adeptos y una oferta creciente, aunque generalmente los productos disponibles provienen de emprendedores que al no encontrar opciones para sus necesidades, deciden crearlas.
El sector de alimentos es hasta ahora el más robusto y explorado, con restaurantes y productos. Le siguen los artículos de cuidado personal, calzado, prendas básicas, accesorios, cursos y talleres de cocina y de cultivos de vegetales.
La oferta en el DF, detalla Rossy Bernabé, incluye por lo menos 10 restaurantes totalmente veganos y otros vegetarianos con opciones veganas en su menú, así como cuatro tiendas entre las que destacan The Green Corner y Vegan Ville. Pero también por lo menos hay una taquería establecida a pie de calle para saciar el antojo de tacos al pastor, sustituyendo la carne por trigo.
“Veganos en el DF” es otra organización, de la que Diego Navarro es impulsor; existe desde hace más de dos años en la Ciudad de México. Ellos son los propietarios de las tiendas Vegan Ville, de las cuales una está ubicada en la colonia del Valle y otra en la colonia San Rafael. En los anaqueles de ambos establecimientos la oferta incluye vinos, galletas, polvos para preparar té y bebidas, leche, quesos, así como suavizantes para ropa, jabones, desodorantes, prendas de vestir, entre otros artículos, libres de origen y explotación animal, ni testados en ellos.
Navarro explica que el concepto de tiendas Vegan Ville nació con la idea de ofrecer a los veganos “un lugar donde no tienen que preocuparse por revisar etiquetas, ya que todos los productos son revisados ingrediente por ingrediente, y con una amplio surtido entre los que se encuentran: maquillaje, productos de cuidado personal, playeras, alimentos, suplementos, repostería, fruta y verdura orgánica, pláticas, talleres y asesoría nutricional.
“Sabemos qué nos gustaría consumir y una vez decidido el producto se revisa ingrediente por ingrediente, ya que puede venderse como vegano y no serlo”, agrega.
En los cuatro meses de funcionamiento que tiene Vegan Ville, han estado monitoreando el movimiento de clientes y sorprendiéndose con que no solo los veganos visitan la tienda, sino que hay muchas personas que tienen alergias a la proteína de origen animal y consumen estos productos sin la necesidad de ser veganos.
La demanda ha sido tal, que están por abrir sucursales en Tlalpan y en Puebla, lo cual muestra que la gente está más interesada en lugares como éstos, con la seguridad de que lo que ahí se ofrece está revisado”, considera Navarro.
La primera feria
En la búsqueda de espacios para sus productos y con el fin de dar a conocer la cultura vegana, en octubre pasado se realizó la primera Feria Vegana Ciudad de México con apoyo del gobierno del Distrito Federal y la Delegación Cuauhtémoc.
El evento reunió durante tres días a 105 expositores, de los cuales 40 fueron de alimentos, 40 de productos de aseo personal y limpieza, y el resto artesanos y talleres, logrando una afluencia de aproximadamente 10,000 personas, de acuerdo con “Mucho más que sólo lechuga” que fungió como organizador.
Como ser vegano y andar por el mundo no es fácil, “Mucho más que sólo lechuga” se encuentra realizando un directorio de lugares con oferta vegana en el país, el cual será lanzado en los próximos meses y estará disponible gratuitamente online.
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