miércoles, 6 de junio de 2012

Estilo de Vida Alcalino, elimina tomate, carnes rojas y lácteos de tu vida





Nuestros cuerpos albergan una gran cantidad de bacterias y hongos que viven, crecen y sobreviven en armonía cuando estamos comiendo y viviendo saludablemente. Pero pueden volverse altamente dañinos cuando el medio en donde viven se altera.
Esta alteración de ese medio es fomentada por dietas altas en azúcar o en hidratos de carbono, también por agua y aire contaminados, o por la destrucción de nuestra flora intestinal a causa del uso de antibióticos u otros medicamentos (quimioterapia).
Las bacterias y hongos se alimentan de las mismas sustancias de las que se alimenta nuestro cerebro.Cuando ingerimos en exceso, alimentos ricos en glucosa, también estamos alimentando en exceso a las bacterias y hongos que crecen y se multiplican desproporcionadamente.
El consumo de sustancias por parte de esa excesiva población desproporcionada provoca que el cerebro no reciba suficiente alimento, y como el cerebro es quien manda, inmediatamente emite las órdenes reclamando su ración. Allí es cuando sentimos la urgencia de correr a ingerir algo dulce, o hidratos de carbono (se convierten en glucosa), o alcohol.
Y comienza así el círculo vicioso: al ingerir más, crece la provisión de azúcares, y con ello crece la multiplicación de bacterias y hongos, y esa población en crecimiento reclama más alimentos y sentimos la necesidad de ingerir más, y más, y más, y más.....
Pero sucede que así como las bacterias y hongos obtienen su alimento de nuestra sangre, también vuelcan en ella sus desperdicios, toxinas que tornan cada vez más ácido el medio y que con el tiempo llegan a “envenenar” los tejidos.
Para poder procesar las toxinas, el hígado las convierte en alcohol (ácido) y ese exceso de alcohol en nuestro organismo, nos produce una sensación como la de estar borracho... mareado, desorientado, mentalmente confundido.
La acumulación excesiva de bacterias y hongos reduce la provisión de potasio y magnesio del cuerpo con la consecuente reducción de la energía celular que provoca fatiga en exceso, reducción de las fuerzas y la claridad de pensamiento, quita el entusiasmo, la ambición, la stamina; causa la liberación de radicales libres los cuales coadyuvan al proceso de envejecimiento.
Muchos estudios científicos han coincidido en que las bacterias y hongos pueden llegar a causar enfermedades cuando se les permite desarrollarse en un terreno no sano (ácido). 
Otros síntomas de acumulación de bacterias y hongos son los ataques de pánico, ansiedad, depresión, irritabilidad, dolores de cabeza, dolores en las articulaciones, inflamación en vías respiratorias, sinusitis, estrés glandular y problemas menstruales.
A través de diferentes estudios científicos [Dr. Gunther Enderlein, Alemania, Dr. Robert Young, USA, Dr. Federico Ituarte, Argentina y otros], analizando las células vivas de la sangre, se han observado formas de bacteria que viven en nuestro organismo (algunas incluso trabajan ayudando al cuerpo) las que dependiendo del medio en que se desarrollaban, a veces crecían y se alargaban volviéndose patógenas. 
En algunos casos, mutando de “bacteria” a “hongo”.
Pocos lo sabemos, pero la acidez en el pH de los tejidos de nuestro cuerpo suele ser el sello distintivo del cáncer y de otros desequilibrios de la salud tales como: enfermedades cardiovasculares, problemas cerebrovasculares,  patologías del riñón, trastornos inflamatorios y enfermedades del pulmón.
El investigador Sang Whang, con 50 años de experiencia en el estudio del balance acido–alcalino, sostiene que: “Es el exceso de ácido en nuestro cuerpo lo que cultiva el cáncer.”
Y formula los siguiente postulados:
1) Las células saludables son alcalinas.
2) Un ambiente ácido contiene menos oxígeno que un ambiente alcalino.
3) Las células saludables mueren en un ambiente ácido, mientras que las células cancerosas mueren en un ambiente ALCALINO.
Sugiere que todo tratamiento contra el cáncer debería comenzar cambiando el ambiente ácido a un ambiente alcalino.
El Dr. Robert O. Young, actualmente el microbiólogo más reconocido a nivel mundial coincide con muchos científicos en que: “La Enfermedad es la expresión de un exceso de ácidos en el cuerpo humano"
Robert O.Young es Doctor en Medicina, Microbiología y Nutrición. Lleva 30 años realizando análisis de sangre viva y seca, y su investigación sobre el cáncer ha sido validada por un estudio científico británico.Diariamente atiende a 14 pacientes en su Centro "Milagroso pH" ubicado cerca de San Diego, CA. Su protocolo de “Estilo de Vida Alcalino” cuenta con un 100% de efectividad en quienes lo han aplicado y han logrado revertir un sinnúmero de enfermedades metabólicas.
El Dr. Young, creador del concepto de la “Nueva Biología”, es autor de reconocidos best sellers: "El Milagroso pH", "Enfermo y Cansado",
“El Milagroso pH para Diabetes”, “El Milagroso pH para Perder Peso” y "El Milagroso pH para el Cancer”
Como cada día más científicos, el Dr. Robert O. Young sostiene que: “Nuestro organismo fabrica y utliza bicarbonato de sodio como un sistema natural para mantener el diseño alcalino para prevenir la degeneración del tejido ".
(Recordemos el característico sabor a bicabornato que muchas veces sentimos en la boca previo al vómito) "La hiper-alcalinización de los tejidos corporales con bicarbonato de sodio es la manera mas segura, eficaz y natural para frenar cualquier condición cancerosa  y muchas enfermedades y procesos inflamatortios más”
Por años, el Dr. Tullio Simmoncini, oncólogo italiano, ha estado tratando el cáncer y destruyendo tumores mediante el uso de bicabornato de sodio.
El Dr. Simmoncini manifiesta; “El bicabornato de sodio es un remedio seguro, extremedamente barato e innegablemente efectivo cuando se trata de tejidos cancerosos”
La mayoría de nosotros iniciamos nuestras vidas como seres sanos  conforme envejecemos, y en gran medida a causa de nuestros estilos de vida poco saludables, bacterias y hongos se acumulan constantemente en nuestro organismo rompiendo el equilibrio saludable en un círculo vicioso cada vez más grave.
Las bacterias y hongos envenenan, estresan y debilitan nuestro sistema inmunológico, y está comprobado que la mayoría de las enfermedades inmunológicas y condiciones infecciosas, son causadas o empeoradas por la presencia de bacterias y hongos.

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