La idea no es sólo generar electricidad, sino también que se transforme en un ícono de las energías renovables.
Muchos auguran que una nueva revolución industrial está acercándose: la de las energías renovables. Si todo el mundo empieza a utilizar las renovables en procesos industriales y fabriles, en la producción de energía eléctrica, en la calefacción de los hogares, de pronto tendremos un mundo lleno de energía sustentable. Claro que todavía no estamos muy cerca, pero empezar a instalar monumentos, puede potenciar el proceso. Con esa idea, y también la de producir un montón de electricidad, en Londres se está instalando un largo puente repleto de paneles solares en su techo.
Se estima que su capacidad de generación eléctrica supere los 900mil kWh, con unos 6mil metros cuadrados de paneles fotovoltaicos, sobre el puente Blackfriars, que atraviesa el Támesis. Con eso, reducirán un estimado de 511 toneladas de CO2, y además de producir electricidad, mejorará los sistemas de lluvias y permitirá iluminación natural en un antiguo puente victoriano.
La empresa que construye el proyecto es SolarCentury, una compañía inglesa que busca poner al puente Blackfriars a mejor nivel que el puente solar Kurilpa, en Australia, y que el túnel solar que une París con el sur de Bélgica.
Y como los monumentos tienen que buscar la belleza, el diseño del puente no tiene nada que envidiarle a cualquier construcción del siglo XXI. Aunque esta vez la que construye el proyecto es una empresa privada, no estará de más recordar que el apoyo de los Estados para construir un mundo más sustentable es indispensable.
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