por Ignacia
Photo: Tim Boyle, Bloomberg
Por JIM SPENCER , Star Tribune
Cargill Inc. demandó a Syngenta Seeds Inc. el pasado viernes, en una inusual batalla legal sobre alimentos GM, que ambas compañías apoyan.
La pelea llega luego de que China se negara a aceptar cargamentos que Cargill llenó de maíz criado con semillas GM de Syngenta.
A pesar de ser uno de los más vocales y poderosos defensores de semillas GM, Cargill acusó a Syngenta Seeds de embarcar el maíz sin primero asegurarse que los oficiales chinos lo permitirían en su país. Tanto Cargill como Syngenta Seeds tienen su base de operaciones en Minnetonka.
“Quiero ser claro en esto,” dijo Dave Baudler, presidente de Cargill AgHorizons U.S. en una declaración publicada por la compañía. “Cargill apoya la innovación y el desarrollo de nuevos productos de semillas OGM. Pero hacemos una excepción en vista de las acciones de Syngenta al lanzar la venta de nuevos productos… antes de obtener permisos de aprobación en mercados de exportación claves para cosechas de USA.”
Syngenta contraatacó con una declaración que tilda a la demanda de Cargill como “carente de méritos.”
La semilla en cuestión — llamada rasgo Agrisure Viptera (MIR162) — “fue aprobada para cultivo en USA el 2010,” dijo la compañía. “Syngenta comercializó el rasgo en total cumplimiento con los requerimientos regulatorios y legales. Syngenta también obtuvo la aprobación de importación de los principales países importadores de maíz.”
China ha declarado como seguros los alimentos GM, pero el pasado agosto, el Ministerio de Agricultura del país se negó a renovar los certificados que permitían que grupos de investigación chinos criaran arroz y maíz GM. El país también se niega a importar alimentos con modificaciones genéticas no aprobadas por el gobierno.
Cargill dice que desde noviembre del 2013, el Ministerio de Agricultura chino ha rechazado más de 1,4 millones de toneladas de maíz luego de que encontrara trazas de Viptera en embarques de maíz. Cargill declara US$90 millones en daños debido a los rechazos.
Un vocero de Cargill dijo que el maíz en cuestión fue desviado hacia otros puertos donde fue aceptado. Pero Cargill quiere mandar un mensaje sobre las prácticas comerciales de Syngenta, las cuales Cargill acusa que no se rigen por los estándares de la industria y que están penalizando a otras compañías.
“A diferencia de otras empresas semilleras, Syngenta ha practicado una irresponsable administración al comercializar ampliamente un nuevo producto antes de recibir la aprobación de un mercado de exportación clave como China,” dijo Mark Stonacek, presidente de la cadena de suministros de granos y semillas oleaginosas en Norte América, dijo en una declaración que anunciaba la demanda. “Syngenta también puso en riesgo la habilidad de la agricultura de USA de servir al mercado global, costándole tanto a Cargill y a la completa industria agrícola de USA daños significativos.”
Un reciente estudio conducido por un grupo comercial de industria nacional de granos estimó que la incertidumbre en el mercado le ha costado a los productores nacionales US$2.9 billones.
Syngenta contrarrestó que ha sido “totalmente transparente” en comercializar la nueva modificación en los últimos cuatro años.
Syngenta ha tenido éxito comercializando la semilla Viptera. La demanda de Cargill dice que el producto se ha abierto camino “dentro de todos los niveles del suministro de maíz de USA.” La ubicuidad de la semilla ha cerrado eficientemente a China como mercado de exportación para el maíz de USA, acusó Cargill.
La noción de contaminar un mercado al comercializar exitosamente un producto representa un dilema económico difícil, dice el economista agrícola de la University of Minnesota, Bill Lazarus.
“Puedo ver con claridad cómo cantidades residuales [de sustancias GM] podrían abrirse camino en los rincones de los barcos,” dijo Lazarus. “Si se mueve así de fácil, qué haces al respecto?”
Lazarus cree necesaria la comida GM para alimentar a la población mundial. Pero a medida que países de Europa ya están restringiendo modificaciones genéticas y China volviéndose cada vez más selectiva, Lazarus dice que las preocupaciones que nacen de las ventas de Syngenta y la demanda de Cargill pueden ser cada vez más comunes.
Por otro lado, Lazarus pasó tiempo en China este verano y profirió otra explicación sobre la posición actual del país concerniente al máiz de USA.
Estos días, China tiene un excedente de arroz y maíz, dijo. “Probablemente están buscando excusas para no importarlo en este momento.”
http://www.startribune.com/business/274975281.html
Traducción: Ignacia Guzmán Zuloaga
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