lunes, 21 de julio de 2014
Diccionario de las Enfermedades Emocionales: CÁNCER.
El cáncer representa al mismo tiempo una alteración en la célula y una desviación considerable del mecanismo de reproducción de todo un grupo celular. Véase también la parte del cuerpo afectada y su utilidad para tener más información acerca de su mensaje específico.
Esta enfermedad se manifiesta en una persona que sufrió una herida grave en su infancia (de uno de los padres o de los dos) y tuvo que vivirla en aislamiento.
Las heridas emocionales importantes que pueden causar enfermedades graves son: el rechazo, el abandono, la humillación, la traición o la injusticia. Algunas personas pueden haber sufrido varias de estas heridas durante su infancia.
En general, la persona que padece de cáncer es del tipo que desea vivir en el amor, amor que rechazó por completo al albergar durante mucho tiempo ira, resentimiento u odio hacia uno de sus padres.
Esos sentimientos no reconocidos se acumulan y aumentan cada vez que algún incidente revive esa vieja herida. Un día, cuando la persona llega a su límite emocional, todo estalla en su interior y entonces aparece el cáncer. Se puede manifestar después de que la persona haya resuelto el conflicto o bien durante el bloqueo.
Si tienes cáncer es importante que reconozcas que de niño sufriste y que te permitas ser humano, es decir, darte el derecho de rechazar a uno de tus progenitores o a los dos. El hecho de sufrir heridas en soledad es lo que crea la mayoría de los problemas.
Es posible que creas que si te liberas de ellos serás más libre. Por el contrario, la necesidad más grande de tu alma y de tu corazón es acercarte al amor verdadero y el medio por excelencia para ello es el perdón.
No olvides que perdonar no sólo quiere decir no rechazar a los demás. La dificultad más grande de la persona con cáncer es perdonarse a sí misma por haber albergado esos pensamientos de odio o esas ideas de venganza aun cuando fueran inconscientes. Perdona al niño que vive en ti, que vivió en silencio y sintió rabia y rencor sin tener quien lo apoyara, quien lo entendiera. Deja de pensar que el hecho de rechazar a otra persona significa ser "malo". No es maldad, es ser humano.
El cáncer es una de las principales enfermedades del siglo veinte. Se desarrollan células anormales cancerosas y, al no reaccionar el sistema inmunitario frente a estas células, proliferan rápidamente. Los seres humanos frecuentemente tienen células pre - cancerosas en el organismo pero el sistema inmunitario, es decir el sistema de defensa natural de nuestro cuerpo, se encarga de ellas antes de que se vuelvan cancerosas.
Es porque dichas células anormales se desarrollan de modo incontrolado e incesante que pueden dañar el funcionamiento de un órgano o de un tejido, pudiendo así afectar partes vitales del organismo (Según los trabajos de Ryke Geerd Hamer, el cáncer es el desarrollo de células especializadas y organizadas procedentes de un programa especial emitido por el cerebro en respuesta a un exceso de estrés psicológico).
Cuando estas células invaden ciertas partes del cuerpo, se habla de cáncer generalizado (En el caso de cáncer generalizado, frecuentemente es cuestión de metástasis, es decir de células cancerosas que procederían de otras células cancerosas de otra parte del cuerpo y que hubiesen sido transportadas por la sangre o la linfa. Parecería que exista poco o ninguna evidencia de esta hipótesis de células cancerosas transportándose de un lugar a otro.
Más bien podría tratarse del hecho que el primer cáncer que procedía de un conflicto haya llevado a la manifestación y a la puesta en evidencia de otro conflicto que, él, provoca otro cáncer y así sucesivamente).
El cáncer está principalmente ligado a emociones inhibidas, profundo resentimiento y a veces muy viejo, con relación a algo o una situación que me perturba aún hoy y frente a la cual nunca me atreví a expresar mis sentimientos profundos.
Aun cuando el cáncer puede declararse rápidamente después de un divorcio difícil, una pérdida de empleo la pérdida de un ser querido, etc., habitualmente es el resultado de varios años de conflicto interior, culpabilidad, heridas, penas, rencores, odio, confusión y tensión.
Vivo desesperación, rechazo de mí. Lo que sucede al exterior de mí sólo es el reflejo de lo que sucede en el interior, el ser humano siendo representado por la célula y el medio de vida o la sociedad, por los tejidos.
Con mucha frecuencia, si estoy afectad@ de cáncer, soy una persona que ama, servicial, muy atenta y bondadosa para mi entorno, sumamente sensible, sembrando amor y felicidad alrededor mío.
Durante todo este tiempo, mis emociones personales están rechazadas en lo más hondo de mí - mismo.
Durante todo este tiempo, mis emociones personales están inhibidas en lo más hondo de mí. Me conforto y me engaño encontrando satisfacción en el exterior en vez del interior de mí - mismo ya que tengo una débil estima de mí.
Entonces, me cuido de todo el mundo, dejo de lado mis necesidades personales. Ya que parece que la vida ya no me traiga nada, capítulo y carezco de las ganas de vivir. ¡De qué sirve luchar!
Si vivo muchas emociones fuertes, de odio, culpabilidad, rechazo, estaré en muy fuerte reacción (igual como la célula); incluso me sentiré responsable de los problemas y sufrimientos de los demás y querré auto - destruirme. “Estoy resentida para con la vida”, “es demasiado injusta”.
Juego a la “Víctima” de la Vida y me vuelvo pronto “Víctima” del cáncer.
Suele ser el “odio” hacía alguien o una situación que me “roerá el interior” y que hará que se auto - destruyan las células.
Este odio está profundamente hundido en el interior de mí ser y frecuentemente no tengo consciencia de que existe.
Está hundido detrás de mí máscara de “buena persona”.
Mi cuerpo se desintegra lentamente porque mi alma se desintegra también: necesito colmar mis deseos no satisfechos en vez de únicamente complacer a los demás.
Debo concederme alegrías, “pequeños dulces”.
Acumulé resentimiento, conflictos interiores, culpabilidad, auto - rechazo hacia mí porque siempre actué en función de los demás y no en función de lo que quiero.
La paciencia ejemplar y presente en mí se acompaña frecuentemente de una débil estima de sí. Evito darme amor y aprecio porque creo que no lo merezco.
Mi voluntad de vivir se vuelve casi nula. Me siento inútil. “¿De qué sirve vivir?”
Es mi modo de acabar con la vida. Me auto - destruyo y es aquí un suicidio disfrazado.
Tengo la sensación de haber “fallado” mi vida y veo ésta como un fracaso.
La parte del cuerpo afectada me da explicaciones sobre la naturaleza de mi(s) problema(s): esto indica cuales son los esquemas mentales o actitudes que debo yo adoptar para hacer que desaparezca la enfermedad.
Debo volver a tomar contacto con mi “yo “interior y aceptarme tal como soy, con mis cualidades, mis defectos, mis fuerzas y mis debilidades.
Acepto dejar caer las viejas actitudes y costumbres morales.
La aceptación de mi enfermedad es esencial para que pueda luego “luchar”.
¿Si yo rehúso aceptar mi enfermedad, cómo puedo curar?
Abro mi corazón y tomo consciencia de todo lo que la vida puede traerle y de en qué medida formo parte de ella.
Recibiendo un tratamiento en curación natural, masaje o cualquier otra técnica con la cual me siento a gusto, tendrá el efecto de una armonización que me permitirá abrir mi consciencia a todas las maravillas de la vida y la belleza que me rodean, y fortalecerá así mi sistema inmunitario.
Publicado por SAIKU
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario