Por: http://yoproduzcomienergia.com/
El Hierro se ha convertido en la primera de isla de todo el mundo autosuficiente energéticamente a partir de fuentes de energía renovable. El logro se debe a la recién inaugurada Central Hidroeléctrica de Gorona del Viento, que incluye un parque eólico, un grupo de bombeo, una central hidroeléctrica, dos depósitos de agua y una planta desaladora.
La iniciativa ya se ha convertido en todo un referente que funcionará como ejemplo para futuras instalaciones en comunidades aisladas en su esfuerzo de lograr la autosuficiencia energética con renovables. Con ello se gana en seguridad, en ahorro y en reducir los costes ambientales, como la emisión de CO2 a la atmósfera.
Además, también es un estímulo de motivación para quienes tenemos el sueño de producir nuestra propia energía. Actuar en una isla para que sea energéticamente autosuficiente no deja de ser una instalación aislada de gran tamaño (como aclara la propia etimología de la palabra “aislar”, que precisamente se deriva de “isla” y que viene a significar, metafóricamente, “poner en una isla”). Por lo tanto, y salvando las diferencias que explico más abajo, es todo un incentivo a los que creemos que el futuro pasa por ser capaces de producir nuestra propia energía en el hogar o en pequeñas comunidades, sin tener que comprarla y transportarla desde el exterior.
¿Cómo se ha conseguido?
Pues, básicamente, el parque eólico (5 aerogeneradores) se vale de la fuerza del viento para generar electricidad y verterla a la red, además de alimentar el grupo de bombeo que sube el agua de un depósito inferior a otro elevado. Este funciona como sistema de almacenamiento energético, de modo que cuando haya necesidad de energía pero no el suficiente viento para producirla, se libera el agua para hacer mover las turbinas de la central hidroeléctrica y generar así más electricidad. De este modo se garantiza la estabilidad de la red y el suministro eléctrico, haciendo un aprovechamiento óptimo de los recursos.
El proyecto también cuenta con la central de motores diesel que ya existía previamente y que estará disponible para casos de emergencia, cuando no haya viento ni agua suficiente para abastecer la demanda. Sin embargo, con las nuevas instalaciones se van a ahorrar 40.000 barriles de petróleo al año, todo un logro medioambiental. Además, la central también cubrirá las necesidades de agua desalada de la isla con la planta desaladora instalada.
Como beneficio adicional del proyecto no puedo obviar un elemento también muy destacable: la impresionante repercusión mediática internacional de las nuevas instalaciones, que han servido de promoción de Canarias y de España como modelo de innovación y sostenibilidad. Eso, no lo podemos olvidar, también es Marca España, y tiene repercusión indirecta sobre nuestra economía.
El caso particular de Gorona del Viento
Es cierto que este caso, aunque muy motivador y todo un ejemplo a nivel mundial, tiene unas peculiaridades importantes que hay que tener en cuenta. Por un lado, las características de la Isla de El Hierro permiten la instalación del proyecto, con corrientes de viento y desnivel suficiente para almacenar agua en altura. Circunstancias, por otra parte, bastante comunes en muchas islas del planeta.
Pero sobre todo porque El Hierro es una isla declarada Reserva de la Biosfera, es decir, sitios establecidos por los países y reconocidos por la UNESCO para promover el desarrollo sostenible, contando para ello con la comunidad local y el apoyo de las administraciones. Además, suelen ser zonas donde se ensayan modelos innovadores de desarrollo sostenible a escala local que tienen vocación de servir de ejemplos a niveles superiores.
Por lo tanto, en este caso se pone de manifiesto la importancia del apoyo público y de la voluntad política para innovar en desarrollo sostenible y en nuevas formas de producir energía. Incentivo público que no es precisamente desinteresado o ineficiente, pues los beneficios al conjunto de la sociedad que reporta producir energía sostenible están más que demostrados.
Aún así, con el desarrollo de la tecnología y la bajada del precio de muchos de los componentes necesarios para producir energía limpia se están reduciendo considerablemente los años de amortización de las instalaciones. Por lo tanto, cada día es más interesante este tipo de proyectos de autosuficiencia energética que hoy abandera El Hierro a nivel mundial. Sus frutos repercuten en toda la sociedad y en un modelo de desarrollo más sostenible.
El Hierro se ha convertido en la primera de isla de todo el mundo autosuficiente energéticamente a partir de fuentes de energía renovable. El logro se debe a la recién inaugurada Central Hidroeléctrica de Gorona del Viento, que incluye un parque eólico, un grupo de bombeo, una central hidroeléctrica, dos depósitos de agua y una planta desaladora.
La iniciativa ya se ha convertido en todo un referente que funcionará como ejemplo para futuras instalaciones en comunidades aisladas en su esfuerzo de lograr la autosuficiencia energética con renovables. Con ello se gana en seguridad, en ahorro y en reducir los costes ambientales, como la emisión de CO2 a la atmósfera.
Además, también es un estímulo de motivación para quienes tenemos el sueño de producir nuestra propia energía. Actuar en una isla para que sea energéticamente autosuficiente no deja de ser una instalación aislada de gran tamaño (como aclara la propia etimología de la palabra “aislar”, que precisamente se deriva de “isla” y que viene a significar, metafóricamente, “poner en una isla”). Por lo tanto, y salvando las diferencias que explico más abajo, es todo un incentivo a los que creemos que el futuro pasa por ser capaces de producir nuestra propia energía en el hogar o en pequeñas comunidades, sin tener que comprarla y transportarla desde el exterior.
¿Cómo se ha conseguido?Pues, básicamente, el parque eólico (5 aerogeneradores) se vale de la fuerza del viento para generar electricidad y verterla a la red, además de alimentar el grupo de bombeo que sube el agua de un depósito inferior a otro elevado. Este funciona como sistema de almacenamiento energético, de modo que cuando haya necesidad de energía pero no el suficiente viento para producirla, se libera el agua para hacer mover las turbinas de la central hidroeléctrica y generar así más electricidad. De este modo se garantiza la estabilidad de la red y el suministro eléctrico, haciendo un aprovechamiento óptimo de los recursos.
El proyecto también cuenta con la central de motores diesel que ya existía previamente y que estará disponible para casos de emergencia, cuando no haya viento ni agua suficiente para abastecer la demanda. Sin embargo, con las nuevas instalaciones se van a ahorrar 40.000 barriles de petróleo al año, todo un logro medioambiental. Además, la central también cubrirá las necesidades de agua desalada de la isla con la planta desaladora instalada.
Como beneficio adicional del proyecto no puedo obviar un elemento también muy destacable: la impresionante repercusión mediática internacional de las nuevas instalaciones, que han servido de promoción de Canarias y de España como modelo de innovación y sostenibilidad. Eso, no lo podemos olvidar, también es Marca España, y tiene repercusión indirecta sobre nuestra economía.
El caso particular de Gorona del Viento
Es cierto que este caso, aunque muy motivador y todo un ejemplo a nivel mundial, tiene unas peculiaridades importantes que hay que tener en cuenta. Por un lado, las características de la Isla de El Hierro permiten la instalación del proyecto, con corrientes de viento y desnivel suficiente para almacenar agua en altura. Circunstancias, por otra parte, bastante comunes en muchas islas del planeta.
Pero sobre todo porque El Hierro es una isla declarada Reserva de la Biosfera, es decir, sitios establecidos por los países y reconocidos por la UNESCO para promover el desarrollo sostenible, contando para ello con la comunidad local y el apoyo de las administraciones. Además, suelen ser zonas donde se ensayan modelos innovadores de desarrollo sostenible a escala local que tienen vocación de servir de ejemplos a niveles superiores.
Por lo tanto, en este caso se pone de manifiesto la importancia del apoyo público y de la voluntad política para innovar en desarrollo sostenible y en nuevas formas de producir energía. Incentivo público que no es precisamente desinteresado o ineficiente, pues los beneficios al conjunto de la sociedad que reporta producir energía sostenible están más que demostrados.
Aún así, con el desarrollo de la tecnología y la bajada del precio de muchos de los componentes necesarios para producir energía limpia se están reduciendo considerablemente los años de amortización de las instalaciones. Por lo tanto, cada día es más interesante este tipo de proyectos de autosuficiencia energética que hoy abandera El Hierro a nivel mundial. Sus frutos repercuten en toda la sociedad y en un modelo de desarrollo más sostenible.
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