El manejo inadecuado de residuos orgánicos puede causar enfermedades y contaminación. Las buenas prácticas pueden ayudar a generar biogás a muy bajo costo.
Las empresas pueden hacer grandes cambios en las comunidades cercanas a sus instalaciones. Granjas Carroll de México da un ejemplo de lo que es posible lograr cuando se busca aportar a la sustentabilidad de las comunidades. Uno de los programas de su fundación permitió a los ganaderos aprovechar el excremento de sus animales en biodigestores que, por un bajo costo, les permitió tener gas metano para uso doméstico.
El mal manejo de los residuos de los animales puede causar problemas de salud, contaminar el agua, entre otras desventajas. Aplicando en la comunidad el modelo de manejo de residuos orgánicos de la granja a escala doméstica, se involucró a la comunidad para hacerlos responsables de las buenas prácticas con el ambiente.
Con el biodigestor, los ganaderos de 6 comunidades de Puebla y Veracruz disminuyeron el gasto en gas y leña para calentar, así como las enfermedades gastrointestinales y respiratorias. Con el biodigestor familiar también reducen el impacto ambiental de su actividad en la comunidad a cambio de biogás y fertilizante orgánico.
Su bajo costo hace aprovechable esta tecnología y puede llegar cada vez a más personas. Las familias beneficiadas entre el 2013 y 2014 han tenido flama de biogás durante 3.840 horas, 4 horas diarias de gas por familia. Este proyecto se difunde entre las comunidades mediante su operación y es accesible por ser un modelo de bajo costo.
El apoyo brindado a la comunidad le ha dado a la Fundación Granjas Carroll el Reconocimiento de Mejores Prácticas de Responsabilidad empresarial en el rubro de Cuidado y Preservación del Medio Ambiente otorgado por el Centro Mexicano para la Filantropía A.C. (CEMEFI).
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