Aunque parezca mentira, todavía se desconocen muchos aspectos y funciones de la leche que tomamos del pecho de nuestras madres al nacer. Una investigación española publicada en el American Journal of Clinical Nutrition ha examinado a fondo la flora bacteriana de la leche materna y ha descubierto que existe una gran diversidad microbiana, con más de 700 organismos distintos.
La leche materna juega un papel fundamental en la flora bacteriana del bebé y por tanto de la futura protección del niño y su sistema digestivo. Sin embargo no se conocía la composición exacta de la misma y la cantidad de bacterias que la componen. Para analizarlo, los autores de la investigación, pertenecientes al Instituto de Agroquímica y Tecnología de los Alimentos (IATA-CSIC) y al Centro Superior de Investigación en Salud Pública (CSISP-GVA), utilizaron una técnica de secuenciación masiva de ADN, la pirosecuenciación. Gracias a ella han descubierto que en la leche materna existen más de 700 tipos distintos de bacterias, muchas más de las que se creían hasta el momento.
Los géneros bacterianos más presentes en el calostro que segrega la madre tras el parto son las bacterias Leuconostoc, Staphylococcus, Streptococcus y Lactococcus. Sin embargo, entre el primer y el sexto mes tras el parto se observó la aparición de bacterias típicas de la cavidad bucal como Veillonella, Leptotrichia y Prevotella. Sin embargo esta aparición todavía es un misterio. Como apuntan los investigadores al Servicio de Información y Noticias Científicas SINC, "todavía no se ha podido determinar si estas bacterias colonizan la boca del bebé o si las bacterias de la boca del lactante entran en la leche materna cambiando su composición".
¿Cómo afecta el peso de la madre o el tipo de parto?
Además, el estudio ha analizado cómo afecta el peso de la madre o el tipo de parto a la cantidad y diversidad bacteriana. Según la investigación, las mujeres que ganan más peso del recomendado durante el embarazo tienen una menor biodiversidad en la leche que producen. Igualmente las madres que dan a luz con una cesárea programada dan una leche más pobre en microorganismos que si el parto ha sido vaginal.
En palabras de los investigadores principales María Carmen Collado y Alex Mira a la agencia SINC, "La falta de señales de estrés fisiólogico, así como de las señales hormonales propias del trabajo de parto, podrían influir en la composición y diversidad microbiana de la leche materna".
El conocimiento de la composición bacteriana de la leche servirá para futuros estudios sobre el desarrollo del sistema inmune del bebé, ayudando a reducir el riesgo a alergias y ciertas enfermedades autoinmunes. De momento los investigadores intentarán determinar en los próximos meses el papel de las bacterias en el bebé para saber si tiene una función metabólica (para mejorar la digestión de la leche por parte del recién nacido) o inmunitaria (para distinguir los organismos patógenos).
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