El estudio, que aparece en la edición en línea del 30 de julio de la revista The Lancet Diabetes & Endocrinology, actualiza el modelo matemático que los médicos utilizan para calcular las necesidades calóricas diarias de los niños y adolescentes.
El nuevo modelo intenta calcular con mayor precisión las necesidades energéticas de chicas y chicos en desarrollo. También toma en cuenta los metabolismos más activos de los niños, en relación con los adultos, y la reducción en la actividad física que sucede con la edad a medida que los frenéticos niños pequeños se convierten en adolescentes indolentes. Por último, los autores del estudio incluyen el aumento de energía necesario para mantener un mayor tamaño corporal a medida que la edad aumenta.
En suma, el modelo predice que para que los niños aumenten de peso, se necesitan más calorías de lo que los expertos creían.
Por ejemplo, el modelo antiguo estima que para que una niña de peso normal a los cinco años de edad acumule 22 libras (10 kilos) de sobrepeso para cuando tenga diez años, necesitaría consumir unas 40 calorías adicionales cada día, el equivalente a una manzana pequeña.
El nuevo modelo predice que en realidad tendría que comer mucho más, unas 400 calorías adicionales al día, o sea las calorías contenidas en una porción mediana de papas fritas, para lograr el mismo resultado.
Ese es un caso, pero el número de calorías que se necesitan para aumentar de peso es ligeramente distinto para los chicos y las chicas en cada edad.
"Es como un blanco en movimiento", admitió el autor del estudio, Kevin Hall, investigador principal del Instituto Nacional de la Diabetes y las Enfermedades Digestivas y del Riñón de EE. UU. "Lo que estos ejemplos muestran es que el consumo excesivo de calorías es mucho mayor de lo que la mayoría de personas habían sugerido".
Usando datos históricos recolectados por los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades (CDC) de EE. UU., Hall y sus coautores calcularon que hoy día los niños pesan, en promedio, 13 libras (5.9 kilos) más que a finales de los 70, antes del inicio de la epidemia de obesidad. Para aumentar ese peso de más, los niños han consumido unas 200 calorías más al día.
A distintas edades, y dependiendo de la cantidad de peso que haya aumentado un niño, las diferencias pueden ser incluso más marcadas.
Por ejemplo, el modelo estima que un chico de once años que tenga unas 18 libras (8.2 kilos) de sobrepeso ha comido alrededor de 320 calorías más al día que sus pares de peso saludable. Mientras tanto, una niña de la misma edad que tenga el mismo sobrepeso ha consumido 301 calorías adicionales al día.
Hall dijo que las nuevas cifras dan a los padres y a los médicos un mapa sobre "cómo llegamos aquí" en cuanto a los niños con sobrepeso y obesos, pero que no son exactamente el camino de regreso a un peso normal. Por ejemplo, los niños que reduzcan la cantidad que actualmente comen en exceso quizás dejen de aumentar de peso, pero para perder el peso adicional, es probable que tengan que comer incluso menos.
El Dr. David Katz, director del Centro de Investigación en Prevención de la Universidad de Yale, alabó el nuevo modelo, y dijo que clarifica los niveles de ingesta energética necesarios para alcanzar las metas de salud pública.
"Algo importante es que, dado los excesos calóricos relativamente grandes que fomentan la obesidad infantil, este modelo es una refutación de los argumentos de la industria alimentaria, que dicen que el ejercicio solo puede ser la respuesta", señaló Katz, quien también es editor de la revista Childhood Obesity.
"Para que nuestros hijos alcancen un peso normal, controlar las calorías que entran, no solo las que salen, tendrá que ser parte de la fórmula", apuntó Katz, quien no participó en la investigación.
Pero esas cifras también presentan algunas buenas noticias. Como hace mucho sospechan médicos y padres, algunos niños parecen capaces de superar el peso adicional cuando aumentan de estatura en la pubertad, aunque quizás esto sea más fácil para los chicos que para las chicas, dado que los chicos desarrollan más músculos (que queman calorías) durante la pubertad que las chicas.
"Si aún no han llegado a la pubertad ni al estirón, quizás ese sea el momento ideal para instituir una intervención de gestión del peso a fin de aprovechar el poder del crecimiento para reducir la masa grasa y aumentar la masa sin grasa", apuntó Hall, autor del estudio.
Fuente: HealthDay, traducido por Hispanicare
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