martes, 2 de octubre de 2012

Tres razones por las que Netanyahu hizo el papel de bufón en la ONU


por Ben Schreiner, 28 de septiembre de 2012
 
 La 67ª sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas celebrada en Nueva York será recordada por el momento en el que el Primer Ministro israelí Benjamin Netanyahu hizo de Carrot Top: utilizando una lámina en la que había un dibujo infantil sobre el que trazó una línea roja para indicar el momento en el que se encontraba Irán. Netanyahu asumió el papel de un bufón. Pero incluso mientras los que le escuchaban se preguntaban si el objetivo de Netanyahu era el de infundir miedo o hacer el ridículo, el Primer Ministro se las arregló para cumplir con tres importantes objetivos.
En primer lugar, la estrategia basada en los dibujos animados de Netanyahu logró eclipsar el discurso pronunciado ese mismo día por el Presidente palestino Mahmoud Abbas. Abbas habló de limpieza étnica y de racista la actitud de Israel hacia Palestina, pero a seguro que caerá en oídos sordos. Las payasadas de Bibi triunfaron sobre el Apartheid.
En segundo lugar, la teatralidad de Netanyahu sirvió para ocultar la incoherencia de toda su campaña de líneas rojas. Por ejemplo, cuando el jueves se dirigió hacia Irán, advirtió que la República Islámica estaba en un estado de locura muy peligroso. Y que a diferencia de la amenaza nuclear de la Unión Soviética, en este caso la contención y la disuasión no son políticas válidas cuando se trata de Irán. Así argumentaba el Primer Ministro:
La disuasión funcionó con los soviéticos, porque cada vez que los soviéticos tuvieron que elegir entre ideología y supervivencia, optaron por esta última.
Pero la disuasión no funcionará con los iraníes una vez que consigan desarrollar armas nucleares.
Un erudito de Oriente Medio, el profesor Bernard Lewis lo dijo muy bien: que para los ayatolás de Irán la destrucción mutua no es un impedimento, sino un aliciente”.
Pero poco después de nombrar al orientalista Lewis para considerar de irracional la actitud de Irán, Netanyahu exigió el establecimiento de una firme Línea Roja frente a Teherán, ya que de hacerlo obligaría al Primer Ministro de Irán a detener su funesto programa nuclear.
Creo que frente a una clara línea roja Irán se volvería atrás”.
Pero si los iraníes se comportan de manera irracional, ¿por qué iban a considerar cuestiones como las del coste beneficio frente a una amenazante línea roja? Si realmente no tienen un instinto de conservación, ¿ por qué iban a cambiar de actitud por las amenazas de Estados Unidos e Israel?
Netanyahu, obviamente, no tiene respuestas, porque sabe que el Gobierno iraní, contrariamente a sus afirmaciones, actúa de una forma racional. Después de todo, desde el Presidente de la Junta de Jefes del Estado Mayor, Martin Dempsey, hasta el Ministro de Defensa de Israel, Ehud Barak, así lo han reconocido. Pero con su truco de las caricaturas seguro que conseguía monopolizar la atención de los medios de comunicación. Netanyahu, una vez más, consiguió enmascarar la naturaleza incoherente de su campaña de la Línea Roja.
En tercer lugar, la extravagante puesta en escena de Netanyahu probablemente lo que haga es atraer de nuevo la atención a la cuestión de Irán en las elecciones presidenciales de Estados Unidos. Sin duda, se pedirá a cada candidato que delimite dónde situaría la línea roja en el diagrama de Netanyahu. Y para un hombre que ha intentando en varias ocasiones mejorar las posibilidades electorales de su viejo amigo Romney, no pierde ninguna oportunidad para hacer parecer débil a Obama. Incluso uno puede imaginarse a Netanyahu mirando junto a su apoyo en el discurso ante la ONU en los anuncios de los Republicanos en televisión, y no tardando mucho.
Netanyahu, el pasado jueves, tenía que representar el papel de tonto. Pero no debemos olvidar, que un hombre que esgrime descaradamente el argumento de que Irán está a puto de desarrollar un arma nuclear desde hace ya una década, su papel de bufón no resulta nada nuevo para Bibi.
Ben Schreiner es un escritor independiente que vive en Salem, Oregón. Puede ponerse en contacto con él en bnschreiner@gmail.com
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