Daniela Romero Waldhorn
Tu Salud
Las grasas de la carne animal aumentan en un 40 por ciento más de posibilidades de sufrir cáncer y corren un mayor riesgo de padecer enfermedades cardíacas y muchas otros males como infarto, obesidad, apendicitis, osteoporosis, artritis, diabetes e intoxicación alimentaria.
Ahora, ¿esperarás estar irremediablemente enfermo para tomar conciencia? ¿O prefieres comenzar a amar tu cuerpo ahora mismo?
Por otra parte, la carne contiene grandes acumulaciones de pesticidas y de otros productos. Sino –por ejemplo-, no sería posible mantener el aspecto rojizo de la carne durante días considerando la rapidez de la putrefacción de un cadáver. Para ello se utiliza nitrito, compuesto altamente cancerígeno (de otra forma, la carne que compras en el supermercado tendría un color gris-verdoso).
Si fuéramos carnívoros por naturaleza, tendríamos garras y dientes para triturar la carne. Si lo fuéramos, nuestro intestino no sería excesivamente largo (mide 12 veces la longitud de nuestro cuerpo), ya que la carne debe pasar rápidamente por el organismo debido a la velocidad de su putrefacción. Si nos informamos, veremos que nuestro aparato digestivo comparte más carácteristicas con el de una vaca que con el de un león.
Ciertamente, necesitamos proteínas y la carne es una rica fuente de ellas. Sin embargo, existe una diversidad de alimentos más sanos y aún más ricos en proteínas, como la gran diversidad de legumbres y cereales, la quinoa, los vegetales y su combinación con hidratos de carbono, y la soya y sus derivados.
Los Animales
Ya es sabido que los animales de las granjas industriales son tratados como máquinas. A los pocos días de haber nacido, por ejemplo, a los pollitos se les quema el pico con un cuchillo candente. Los bueyes y los cerdos son castrados sin anestesia. Todos estos animales pasan sus cortas vidas en lugares abarrotados y llenos de amoníaco, y muchos de ellos están tan hacinados que ni siquiera pueden girar ni extender un ala. Muchos no pueden ni respirar aire fresco hasta que se los empuja y se los golpea para meterlos en camiones y darles un horripilante paseo hasta el matadero, con frecuencia a temperaturas extremas y siempre sin comida ni agua. Se cuelga a los animales boca abajo y se les corta la garganta, normalmente mientras todavía están conscientes.
Y al comer carne, estás siendo cómplice de esa crueldad.
El Hambre Mundial y el Medio Ambiente
Si conserváramos nuestra provisión de cereales y se la diéramos a los seres humanos mal nutridos, en lugar de dársela al ganado, se podría nutrir fácilmente a todas las personas crónicamente subalimentadas del planeta.
Aproximadamente, el 90% de la avena, el 85% del maíz y el 80% de la soja producida en los Estados Unidos se da al ganado. La comida que se ahorraría si todos los humanos consumieran sólo vegetales, bastaría para acabar varias veces con el hambre actual en el mundo.
Muchos países en desarrollo han expandido su producción animal para la exportación mientras su pueblo padece hambre. Por ej., en Guatemala, cerca de la mitad de los niños menores de 5 años pasan hambre, mientras su país exporta millones de toneladas de carne a los Estados Unidos cada año.
Un tercio de todos los alimentos básicos consumidos en los Estados Unidos se emplean en la producción de dietas cárnicas, así como más de la mitad del agua consumida en todo el país. Una persona que no consume carne puede ser alimentada con menos del 10% del agua necesaria para un carnívoro. Los desechos de la agricultura animacontaminan las aguas 3 veces más que cualquier otra actividad industrial.
Las técnicas de cría intensiva necesarias para producir dietas cárnicas han ocasionado la erosión de gran parte de la superficie terrestre. Millones de hectáreas de bosques productivos y diversos tanto en zonas templadas como tropicales, han sido talados y son destinados a pastos para el ganado, alterando así ricos ecosistemas-pulmones de nuestro planeta.
La carne es el alimento más antieconómico, cruel e ineficiente que podemos ingerir.
Por una decisión Ética
¿Qué derecho tenemos a despojar de la vida a otro animal, aún innecesariamente?
Es cierto que los animales no conocen sus derechos y no siempre respetan los nuestros. Un niño muchas veces se encuentra en una condición similar. Por lo tanto, ello es irrelevante para justificar la crueldad. Si los seres humanos somos tan inteligentes, ¿por qué no usar nuestra alabada razón para elegir un comportamiento no violento?
Es imposible vivir la vida sin causar algún daño, pero eso no nos autoriza a causar intencionalmente un daño innecesario. Sólo porque podrías golpear a alguien accidentalmente con tu auto no es razón para atropellar a alguien a propósito. Y si todo el mundo atropella a los demás, ¿tú también debes hacerlo? ¿No es más valeroso pensar y ser conciente antes que seguir ciegamente la masa?
El asesinato, el maltrato de menores y la crueldad hacia los animales son todas conductas inmorales. Hoy en día nuestra sociedad fomenta comer carne y las crueldades de las granjas industriales, pero la historia enseña que la sociedad alguna vez fomentó la esclavitud, el trabajo de niños y muchas otras prácticas que hoy en día son reconocidas mundialmente como erróneas.
Daniela Romero Waldhorn
Fuentes:
• PeTa: Personas por la Ética en el Trato de los Animales: http://www.petaenespanol.com/
• UVA: Unión Vegana Española: http://www.ivu.org/ave/
• Didi Ananda Mitri, “¿Qué hay de malo en comer carne?”. Ananda Marga Publicaciones. Madrid. 9ª edición. 2003.
Tu Salud
Las grasas de la carne animal aumentan en un 40 por ciento más de posibilidades de sufrir cáncer y corren un mayor riesgo de padecer enfermedades cardíacas y muchas otros males como infarto, obesidad, apendicitis, osteoporosis, artritis, diabetes e intoxicación alimentaria.
Ahora, ¿esperarás estar irremediablemente enfermo para tomar conciencia? ¿O prefieres comenzar a amar tu cuerpo ahora mismo?
Por otra parte, la carne contiene grandes acumulaciones de pesticidas y de otros productos. Sino –por ejemplo-, no sería posible mantener el aspecto rojizo de la carne durante días considerando la rapidez de la putrefacción de un cadáver. Para ello se utiliza nitrito, compuesto altamente cancerígeno (de otra forma, la carne que compras en el supermercado tendría un color gris-verdoso).
Si fuéramos carnívoros por naturaleza, tendríamos garras y dientes para triturar la carne. Si lo fuéramos, nuestro intestino no sería excesivamente largo (mide 12 veces la longitud de nuestro cuerpo), ya que la carne debe pasar rápidamente por el organismo debido a la velocidad de su putrefacción. Si nos informamos, veremos que nuestro aparato digestivo comparte más carácteristicas con el de una vaca que con el de un león.
Ciertamente, necesitamos proteínas y la carne es una rica fuente de ellas. Sin embargo, existe una diversidad de alimentos más sanos y aún más ricos en proteínas, como la gran diversidad de legumbres y cereales, la quinoa, los vegetales y su combinación con hidratos de carbono, y la soya y sus derivados.
Los Animales
Ya es sabido que los animales de las granjas industriales son tratados como máquinas. A los pocos días de haber nacido, por ejemplo, a los pollitos se les quema el pico con un cuchillo candente. Los bueyes y los cerdos son castrados sin anestesia. Todos estos animales pasan sus cortas vidas en lugares abarrotados y llenos de amoníaco, y muchos de ellos están tan hacinados que ni siquiera pueden girar ni extender un ala. Muchos no pueden ni respirar aire fresco hasta que se los empuja y se los golpea para meterlos en camiones y darles un horripilante paseo hasta el matadero, con frecuencia a temperaturas extremas y siempre sin comida ni agua. Se cuelga a los animales boca abajo y se les corta la garganta, normalmente mientras todavía están conscientes.
Y al comer carne, estás siendo cómplice de esa crueldad.
El Hambre Mundial y el Medio Ambiente
Si conserváramos nuestra provisión de cereales y se la diéramos a los seres humanos mal nutridos, en lugar de dársela al ganado, se podría nutrir fácilmente a todas las personas crónicamente subalimentadas del planeta.
Aproximadamente, el 90% de la avena, el 85% del maíz y el 80% de la soja producida en los Estados Unidos se da al ganado. La comida que se ahorraría si todos los humanos consumieran sólo vegetales, bastaría para acabar varias veces con el hambre actual en el mundo.
Muchos países en desarrollo han expandido su producción animal para la exportación mientras su pueblo padece hambre. Por ej., en Guatemala, cerca de la mitad de los niños menores de 5 años pasan hambre, mientras su país exporta millones de toneladas de carne a los Estados Unidos cada año.
Un tercio de todos los alimentos básicos consumidos en los Estados Unidos se emplean en la producción de dietas cárnicas, así como más de la mitad del agua consumida en todo el país. Una persona que no consume carne puede ser alimentada con menos del 10% del agua necesaria para un carnívoro. Los desechos de la agricultura animacontaminan las aguas 3 veces más que cualquier otra actividad industrial.
Las técnicas de cría intensiva necesarias para producir dietas cárnicas han ocasionado la erosión de gran parte de la superficie terrestre. Millones de hectáreas de bosques productivos y diversos tanto en zonas templadas como tropicales, han sido talados y son destinados a pastos para el ganado, alterando así ricos ecosistemas-pulmones de nuestro planeta.
La carne es el alimento más antieconómico, cruel e ineficiente que podemos ingerir.
Por una decisión Ética
¿Qué derecho tenemos a despojar de la vida a otro animal, aún innecesariamente?
Es cierto que los animales no conocen sus derechos y no siempre respetan los nuestros. Un niño muchas veces se encuentra en una condición similar. Por lo tanto, ello es irrelevante para justificar la crueldad. Si los seres humanos somos tan inteligentes, ¿por qué no usar nuestra alabada razón para elegir un comportamiento no violento?
Es imposible vivir la vida sin causar algún daño, pero eso no nos autoriza a causar intencionalmente un daño innecesario. Sólo porque podrías golpear a alguien accidentalmente con tu auto no es razón para atropellar a alguien a propósito. Y si todo el mundo atropella a los demás, ¿tú también debes hacerlo? ¿No es más valeroso pensar y ser conciente antes que seguir ciegamente la masa?
El asesinato, el maltrato de menores y la crueldad hacia los animales son todas conductas inmorales. Hoy en día nuestra sociedad fomenta comer carne y las crueldades de las granjas industriales, pero la historia enseña que la sociedad alguna vez fomentó la esclavitud, el trabajo de niños y muchas otras prácticas que hoy en día son reconocidas mundialmente como erróneas.
Daniela Romero Waldhorn
Fuentes:
• PeTa: Personas por la Ética en el Trato de los Animales: http://www.petaenespanol.com/
• UVA: Unión Vegana Española: http://www.ivu.org/ave/
• Didi Ananda Mitri, “¿Qué hay de malo en comer carne?”. Ananda Marga Publicaciones. Madrid. 9ª edición. 2003.
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