jueves, 23 de enero de 2014

Para El Glaucoma, Importa La Manera De Dormir #diabéticos

POR DRA MARÍA ANGÉLICA MOUSSALLI / PARA CLARÍN BUENA VIDA

El glaucoma es una enfermedad del ojo causada por un aumento de la presión intraocular a valores que dañan al nervio óptico, con la consecuente disminución del campo de visión y de la agudeza visual. La presión intraocular se mide en milímetros de mercurio (mmHg) y lo normal es tener un máximo de 21. En personas con glaucoma, se mantiene este valor lo más bajo posible en relación con el daño.

Es la segunda causa de ceguera en el mundo.

Si bien es una enfermedad progresiva y silenciosa, con una detección precoz y el tratamiento adecuado podemos detenerlo, disminuyendo considerablemente la tasa de ceguera.

Ahora bien, ¿qué sucede con aquellos pacientes que, aun controlando la presión a niveles bajos, la enfermedad progresa? Hay muchas explicaciones. Entre otras, sobresalen las relacionadas con el consumo excesivo de café, la dieta baja en vitamina C y los fenómenos del sueño.

La variación de la presión intraocular se debe, en parte, a los cambios en la producción del humor acuoso, un líquido transparente, elaborado por el ojo, encargado de nutrir parcialmente a algunas estructuras oculares y de regular su presión. Esta producción es mayor en las últimas horas del amanecer. Es por ello que a muchos pacientes les controlamos la presión en las primeras horas de la mañana para poder detectarlo.

Hay varios trabajos publicados, incluso uno muy reciente en Corea, acerca de estudios realizados durante el sueño en pacientes con glaucoma, en el que se demostró que dormir con la cabeza elevada con la almohada colocada entre 20°/30° disminuye la presión ocular en casi 2 mmHg comparando con otro grupo de pacientes con glaucoma que dormían sin almohada.

A la hora de dormir, también influye la posición del cuerpo y de la cabeza. En los pacientes con glaucoma y aún sin glaucoma que prefieren dormir boca abajo (posición prona) y en decúbito lateral (de costado) la presión Intraocular se eleva en un promedio de 3 mmHg. Siendo, en general, en posición prona (boca abajo) en donde se registran los valores más altos.

Estos hallazgos están relacionados con el aumento de la presión venosa. Estas cifras crecieron en la población de más edad, en la que se registró una mayor incidencia de dormir en decúbito lateral.

Algunos ojos con glaucoma en la misma persona progresan más (por ejemplo, el ojo derecho con más daño) y presentan un mayor defecto en el campo visual y más daño en el nervio óptico a pesar del tratamiento.

Justamente, el ojo que más se daña se asocia con el lado donde se apoya la cabeza mientras dormimos e, incluso, se acelera si dormimos boca abajo por el menor flujo de sangre que llega al nervio óptico.

También influye si respiramos bien. ¿Cómo? Hay personas que padecen alteraciones del ritmo de la respiración durante el sueño, donde ésta se interrumpe (episodio conocido como apnea del sueño). Este también es objeto de estudio en varios centros e incluso en el Hospital Italiano se ha observado un mayor ritmo de progresión del glaucoma con relación a estos episodios de apneas.

¿Podemos prevenir con estos datos que el glaucoma progrese? ¡Claro que sí! Así como el “saber no ocupa lugar”, descansar bien nos hace bien. A dormir tranquilos, entonces.

María Angélica Moussalli es médica oftalmóloga, especialista en glaucoma, Hospital Italiano de Buenos Aires,www.hospitalitaliano.org.ar/oftalmo

Fuente: El Clarín

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