El gigante de la decoración sueco IKEA confirmó hoy a Efe que ha decidido retirar preventivamente de todas sus tiendas y restaurantes en Europa las albóndigas suecas Köttbullar, tras descubrirse carne de caballo en las de sus filiales checas.
La portavoz de IKEA, Ylva Magnusson, explicó que después de que catorce divisiones nacionales de la compañía decidiesen suspender la venta de este producto, la central de la empresa ha optado por ampliar esta medida cautelar a todos sus establecimientos en Europa.
"Es muy importante no preocupar a nuestros clientes", argumentó Magnusson, que avanzó el inicio de "más investigaciones".
De forma paralela, IKEA va a realizar unos test genéticos "específicos" a todas las partidas de albóndigas, cuyos resultados se prevén para "mediados o finales de esta semana", agregó la portavoz.
Con estos nuevos resultados en la mano, el gigante sueco decidirá qué hacer con sus populares Köttbullar, en tela de juicio desde que las comercializadas en la República Checa diesen positivo en un control sanitario para detectar carne de caballo, según pudo saberse hoy.
Magnusson resaltó asimismo que IKEA realizó hace dos semanas -y a raíz de la extensión del escándalo de la carne de caballo por todo el continente- unas pruebas de ADN en todos sus productos alimenticios y que ninguna de las doce partidas de albóndigas analizadas entonces dio positivo.
Por el momento sólo se ha confirmado que las Köttbullar comercializadas en la República Checa contenía carne equina, pero a lo largo de la mañana, las divisiones de IKEA en Suecia, Eslovaquia, Hungría, Francia, Reino Unido, Portugal, Holanda, Bélgica, España, Grecia, Italia, Chipre e Irlanda, decidieron preventivamente retirarlas.
Magnusson explicó que una única empresa de nacionalidad sueca produce las Köttbullar para la mayoría de divisiones nacionales de IKEA en Europa y sólo las divisiones de Noruega, Rusia, Polonia y Suiza cuentan con sendos proveedores locales.
El año pasado IKEA facturó 1.300 millones de euros en sus restaurantes, lo que supone el 5% de sus ingresos.
Desde que en enero saltó el escándalo de la presencia de carne de caballo en productos alimentarios preparados y hamburguesas en Reino Unido, se han detectado en casi todos los países europeos decenas de productos etiquetados fraudulentamente como exclusivamente de vacuno cuando contenían carne equina.
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