miércoles, 20 de febrero de 2013

Riesgos de Las Bebidas Gaseosas o REFRESCOS En La Salud

Guillermo Angarita | 2012-07-19 18:50:23


A menudo se publican nuevos estudios que vinculan el consumo de sodas o refrescos azucarados con la mala salud, como el que describe un interesante artículo publicado en el periódico online “The Huffington Post”. El artículo que en inglés se titula “Soda"s Health Risks: How Bad Is It Really?”, hace referencia a un estudio publicado recientemente, que vincula el consumo de sodas con ataques al corazón en los hombres, así como a otros estudios realizados sobre el tema.
Según estas investigaciones, el consumo de bebidas gaseosas tanto regulares como de dieta, elevan el riesgo de sufrir desde ataques al corazón, hasta osteoporosis. Además, debido a que están cargadas de azúcar y son altas en calorías, no solo contribuyen al aumento de peso, sino conducen a un nivel elevado de glucosa en ayunas y resistencia a la insulina, que son dos señales de pre-diabetes.
El consumo de sodas también daña la salud cardiovascular femenina. De hecho, las mujeres tienen mayor probabilidad de desarrollar altos niveles de triglicéridos, uno de los indicadores de síndrome metabólico. Un estudio titulado “Estudio Multiétnico de Aterosclerosis”, encontró que las mujeres que bebían por lo menos dos bebidas azucaradas por semana, tenían cuatro veces más probabilidades de tener niveles de triglicéridos peligrosamente altos, que quienes bebieron sólo una.
Las bebidas gaseosas de dieta, también pueden hacernos ganar libras no saludables. Aunque la investigación todavía no es concluyente, datos recientes han demostrado una asociación entre beber regularmente refrescos de dieta y el engrosamiento de la cintura.
El exceso de azúcar de estas bebidas, se convierte en grasa en el cuerpo, pero a diferencia de la grasa subcutánea que es visible bajo la piel, gran parte de este azúcar se transforma en triglicéridos o tejido graso que rodea los órganos, como el hígado. Tanto el síndrome metabólico y la enfermedad de hígado graso, pueden contribuir a un mayor riesgo de enfermedades coronarias, diabetes tipo 2 y accidente cerebrovascular.
Por otro lado, un estudio señala que el aspartame -un edulcorante artificial incluido con frecuencia en los refrescos de dieta-, en realidad aumenta el azúcar en la sangre, como se comprobó en ratones propensos a la diabetes. Por tal razón, los investigadores sugieren que la promoción de refrescos dietéticos y edulcorantes artificiales como alternativas saludables, podrían no serlo.
Se sabe también que el ácido fosfórico, un ingrediente de las bebidas cola (regulares y de dieta), puede provocar la pérdida de masa ósea o pérdida de calcio en los huesos. Al respecto, un estudio de la Universidad de Tufts reveló que las mujeres que tomaban tres bebidas cola a la semana, tenían un promedio de pérdida de un 4 por ciento más hueso, en sitios importantes como las caderas, que quienes bebían cualquier otra bebida. Según expertos, esto se debe a que el ácido fosfórico que contienen estas bebidas, causan mayor acidez en la sangre, y para neutralizar el ácido y restablecer el equilibrio, el cuerpo filtra un poco de calcio de los huesos.
No es de extrañar también que el alto consumo de azúcar de estos refrescos, se asocie con la diabetes, una enfermedad que va de la mano de la obesidad. Un estudio denominado “The Nurse Health Study”, que incluyó a 90 mil mujeres adultas, reveló que quienes bebían una o más bebidas azucaradas (como refrescos o jugos) eran dos veces más propensas a desarrollar diabetes tipo 2.
Con todos estos riesgos para la salud que se atribuyen a las bebidas gaseosas, deberíamos preocuparnos y tratar de limitar o evitar su consumo, ya que a largo plazo podrían acarrearnos una serie de peligrosas enfermedades.

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