Por: ecoosfera
Además de polinizar el 80% de nuestros cultivos, estos insectos son seres complejos de los que podemos aprender mucho. A continuación algunas razones para cuidar de ellos.
Desde hace algunos años, los científicos han advertido el incremento en la muerte de abejas. Como consecuencia del colapso de colonias, actualmente existen tan solo 2.44 millones de colmenas productoras de miel en EUA, a pesar de que en 1947 existía más del doble (5.9 millones). Los científicos y apicultores han estudiado este fenómeno a fondo y muchos creen que algunas de las principales causas de este desorden son el diesel, productos OGM, pesticidas e infecciones masivas.
Con el fin de celebrar, apreciar y cuidar de estos polinizadores, te presentamos 10 razones para enamorarte de ellos:
1. Podrían evitar el contagio del VIH.
La melitina, una de las toxinas en el veneno de la abeja, podría prevenir el contagio del VIH. La melitina deshace la membrana protectora del virus sin dañar células normales. Los científicos esperan usar la melitina en geles preventivos.
2. Trabajan hasta morir.
Durante el otoño e invierno, las abejas trabajadoras pueden vivir hasta nueve meses; sin embargo, en épocas calurosas trabajan tanto que no viven más de seis semanas.
3. Su química cerebral cambia dependiendo de su trabajo.
La química cerebral de cada abeja se adapta de acuerdo al trabajo que tienen que desempeñar. Una abeja obrera busca comida y aventura; una abeja soldado cuida del nido; las abejas melíferas, que tienen varias tareas a lo largo de su vida, adaptan su química cerebral antes de cambiar de trabajo.
Cuando una abeja al final de su vida continúa desempeñándose en un área generalmente reservada para abejas más jóvenes, su cerebro deja de envejecer. Los científicos de la Universidad de Arizona piensan que, al estudiar este fenómeno, pueden desarrollar algún medicamento para prevenir o contrarrestar la demencia senil.
4. Revolucionan la medicina.
Además de contribuir al desarrollo de un gel anti-VIH, las abejas producen propóleo para sellar su colmena. El propóleo sirve para combatir ciertas bacterias, virus y hongos. Actualmente, el propóleo se utiliza para tratar herpes, infecciones de la garganta, caries y eczema.
5. Reconocen caras humanas.
De acuerdo a una nota publicada en el New York Times, las abejas reconocen caras humanas. Esta habilidad podría ayudar a los científicos a mejorar la tecnología de reconocimiento facial.
6. Reaccionan a la cafeína y cocaína.
La cafeína es un mecanismo de defensa que aleja a insectos dañinos de las plantas mientras que atrae a los polinizadores. Las abejas recuerdan con mayor exactitud la ubicación de flores con cafeína, por lo que las visitan más seguido.
Por otro lado, la cocaína afecta el “baile” comunicativo de las abejas. Al excitarse con la cocaína, las abejas son incapaces de comunicar la ubicación de las flores con polen. Los científicos creen que el síndrome de abstinencia que estas experimentan podría contribuir al entendimiento de adicciones y a sus tratamientos.
7. Su sistema de navegación es similar al de los vikingos.
Al igual que los vikingos, las abejas utilizan el sol como un compás. Sin embargo, en días nublados recurren a foto-receptores de luz especiales para determinar la ubicación del sol en el cielo. Se especula que los vikingos utilizaban un sistema similar durante los días nublados, pero, en vez de recurrir a foto-receptores, mantenían su ruta con una piedra solar.
8. Nos ayudan a predecir el comportamiento de asesinos en serie.
Los asesinos seriales se comportan como las abejas: cometen crímenes cerca de casa, pero lo suficientemente lejos para que sus vecinos no sospechen nada. Las abejas recogen polen cerca de la colmena, pero a una distancia segura para que los depredadores no la encuentren. Los científicos que estudian este comportamiento han desarrollado algoritmos basados en este patrón, mejorando la manera en que la policía busca a los criminales.
9. Resuelven problemas matemáticos.
La Universidad de Royal Holloway en Londres determinó que los abejorros son los únicos insectos capaces de encontrar el camino más corto entre varias distancias, es decir, al visitar varias flores en diferentes ubicaciones, estos siempre toman la vía más corta y eficiente.
10. Son eficientes arquitectos.
En el año 36 a.C., Marcus Terencio Varrón declaró que los panales eran las estructuras más prácticas. Esta teoría fue comprobada por Thomas Hales casi 2000 años después en un estudio matemático en el que demostraba que los hexágonos de los panales utilizan la menor cantidad de cera posible. Lo que es más impresionante aún es que las paredes de los hexágonos en los panales se encuentran precisamente en un ángulo de 120 grados.
Einstein dijo alguna vez: “Cuando se muera la última abeja, cuatro años después desaparecerá la especie humana”. Este un recordatorio de que su precaria situación nos amenaza a todos.
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