Por: ANA ISAN
Conocer por dentro un árbol recorriendo su interior, incluyendo ramas, tronco y raíces es posible sólo en sueños, pero también es cierto que la exposición “Transarquitetônica” del Museu de Arte Contemporanea da Universidade de São Paulo, en Brasil, se acerca bastante a esta hermosa utopía.
En efecto, en el mundo de lo real también hay oportunidad de vivir sensaciones mágicas que son al tiempo muy auténticas, como las que nos invita a experimentar el artista Henrique Oliveira con su recreación de este cosmos cavernoso e inasible.
Recorrer las raíces
La exposición nos brinda la posibilidad de embarcarnos en una aventura única sin salir de las instalaciones del Museo. Como puede aprecisarse en las imágenes, atravesar su obra, que ocupa un gran espacio, pasear cada metro de sus instalación artística es como bucear en las profundidades de una cueva forrada de madera.
La obra se ha construido a partir de una estructura de alambres curvos, unidos con bridas de plástico y posteriormente cubiertos con pedazos de madera blanda reciclados, inspirándose en la forma de las raíces de un árbol.
Recorrer sus pasillos, verse envuelto en ese mundo subterráneo es toda una lección de vida, del valor de los ecosistemas, de la importancia, en fin, de respetar el medio ambiente. Al fin y al cabo, ese mundo irreal y artístico, pura fantasía, al mismo tiempo forma parte de una realidad que nos rodea de formasilenciosa y de la que dependemos. Precisamente, el objetivo de la obra es sensibilizar sobre otras formas de vida, de las que tanto y tan poco sabemos, a fin de cuentas.
En otras ocasiones, Oliveira también ha creado grandes instalaciones inmersivas e igualmente ha utilizado materiales reciclados, sobre todo madera, para crear obras orgánicas que, una y otra vez, se inspiran en la naturaleza.
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