Al menos 15 policías heridos y 26 personas detenidas fue el saldo de la violenta protesta contra el proyecto que anoche se aprobó con el apoyo de todos los bloques, con la excepción del Frente de Izquierda y una abstención.
Gabriela Yalangozian | Especial para LA MAÑANA
Con el voto de todos los bloques de la Unicameral, con excepción del Frente de Izquierda y la abstención del legislador José De Lucca, del Frente para la Victoria, se aprobó ayer la nueva Ley de Convivencia Ambiental. La norma contó con el aporte de organizaciones ambientales durante el debate en comisión que llevó cerca de tres meses, y tuvo modificaciones que se fueron realizando al despacho final hasta último momento. Esto hizo que muchas de esas organizaciones desconocieran el texto final.
Esto, sumado al malestar de los asambleístas que resisten en un acampe en Malvinas Argentinas al considerar ésta una ley “a la medida de Monsanto”, enrareció el clima previo a la maratónica sesión de la Legislatura.
Desde temprano, un grupo de ambientalistas encabezado por la referente de las Madres de Barrio Ituzaingó, Sofía Gatica, se encadenó a las vallas que rodeaban a la Unicameral. Pero lo que fue planteado como una manifestación pacífica para impedir la aprobación de esta ley, se convirtió a pocos minutos de su tratamiento, en hechos de violencia que rozaban de a ratos lo irracional (ver en: lmcordoba.com.ar)
Estos hechos merecieron el repudio de los bloques al iniciar la sesión y del gobernador José Manuel de la Sota, quien dedicó varios tuits sobre los desmanes.
Los desmanes también ocasionaron un fuerte cruce entre los legisladores cuando la radical María Alejandra Matar pidió una cuestión de privilegio contra su par del FIT, Cintia Frencia (con el apoyo de Unión por Córdoba) a quien acusó de alentar los incidentes. Frencia, a su turno, hizo responsable a quienes aprobaron esta ley por los desmanes ocurridos previamente y adelantó que irá a la Justicia por las acusaciones de la UCR. Por su parte, el presidente del bloque de la UCR, Eduardo Yuni, aseguró que esos disturbios tuvieron por fin que no hubiera debate en el recinto de la Unicameral.
Frencia fue, junto a Nancy Lizzul del Frente Cívico, la única que se opuso al proyecto argumentando que el mismo fue diseñado para permitir el ingreso de Monsanto a Malvinas Argentinas, cuando permite el reordenamiento territorial para que la multinacional pueda instalarse donde actualmente no podría hacerlo por la actual norma de uso de suelo. Desde el FIT, la contrapropuesta era declarar la emergencia ambiental.
Lizzul no acompañó la propuesta oficialista de política ambiental, por considerarla “una elevada barrera al ingreso de nuevas industrias”. Señaló que “así como cuidamos el medio ambiente, hay que preservar los puestos de trabajo a través de seguir siendo una provincia atractiva para la radicación de nuevas industrias y emprendimientos productivos”.
Principales puntos
• Incorpora un ordenamiento ambiental de territorio que asegure el uso adecuado de los recursos ambientales.
• Introduce la obligatoriedad de la evaluación de impacto ambiental, previo al otorgamiento de la licencia ambiental, y la realización de audiencias públicas, en forma previa a cualquier resolución, con carácter no vinculante pero obligatoria.
• Obliga al control y fiscalización de las actividades antrópicas mediante la vigilancia, inspecciones, controles con motivo de denuncias, fiscalización de actividades y auditorías ambientales, entre otras.
• Introduce temáticas ambientales en la currícula de la educación formal en los distintos niveles.
• Obliga a la contratación de un seguro ambiental por quienes realicen actividades que entrañen riesgo para el ambiente.
Con el voto de todos los bloques de la Unicameral, con excepción del Frente de Izquierda y la abstención del legislador José De Lucca, del Frente para la Victoria, se aprobó ayer la nueva Ley de Convivencia Ambiental. La norma contó con el aporte de organizaciones ambientales durante el debate en comisión que llevó cerca de tres meses, y tuvo modificaciones que se fueron realizando al despacho final hasta último momento. Esto hizo que muchas de esas organizaciones desconocieran el texto final.
Esto, sumado al malestar de los asambleístas que resisten en un acampe en Malvinas Argentinas al considerar ésta una ley “a la medida de Monsanto”, enrareció el clima previo a la maratónica sesión de la Legislatura.
Desde temprano, un grupo de ambientalistas encabezado por la referente de las Madres de Barrio Ituzaingó, Sofía Gatica, se encadenó a las vallas que rodeaban a la Unicameral. Pero lo que fue planteado como una manifestación pacífica para impedir la aprobación de esta ley, se convirtió a pocos minutos de su tratamiento, en hechos de violencia que rozaban de a ratos lo irracional (ver en: lmcordoba.com.ar)
Estos hechos merecieron el repudio de los bloques al iniciar la sesión y del gobernador José Manuel de la Sota, quien dedicó varios tuits sobre los desmanes.
Los desmanes también ocasionaron un fuerte cruce entre los legisladores cuando la radical María Alejandra Matar pidió una cuestión de privilegio contra su par del FIT, Cintia Frencia (con el apoyo de Unión por Córdoba) a quien acusó de alentar los incidentes. Frencia, a su turno, hizo responsable a quienes aprobaron esta ley por los desmanes ocurridos previamente y adelantó que irá a la Justicia por las acusaciones de la UCR. Por su parte, el presidente del bloque de la UCR, Eduardo Yuni, aseguró que esos disturbios tuvieron por fin que no hubiera debate en el recinto de la Unicameral.
Frencia fue, junto a Nancy Lizzul del Frente Cívico, la única que se opuso al proyecto argumentando que el mismo fue diseñado para permitir el ingreso de Monsanto a Malvinas Argentinas, cuando permite el reordenamiento territorial para que la multinacional pueda instalarse donde actualmente no podría hacerlo por la actual norma de uso de suelo. Desde el FIT, la contrapropuesta era declarar la emergencia ambiental.
Lizzul no acompañó la propuesta oficialista de política ambiental, por considerarla “una elevada barrera al ingreso de nuevas industrias”. Señaló que “así como cuidamos el medio ambiente, hay que preservar los puestos de trabajo a través de seguir siendo una provincia atractiva para la radicación de nuevas industrias y emprendimientos productivos”.
Principales puntos
• Incorpora un ordenamiento ambiental de territorio que asegure el uso adecuado de los recursos ambientales.
• Introduce la obligatoriedad de la evaluación de impacto ambiental, previo al otorgamiento de la licencia ambiental, y la realización de audiencias públicas, en forma previa a cualquier resolución, con carácter no vinculante pero obligatoria.
• Obliga al control y fiscalización de las actividades antrópicas mediante la vigilancia, inspecciones, controles con motivo de denuncias, fiscalización de actividades y auditorías ambientales, entre otras.
• Introduce temáticas ambientales en la currícula de la educación formal en los distintos niveles.
• Obliga a la contratación de un seguro ambiental por quienes realicen actividades que entrañen riesgo para el ambiente.
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