jueves, 9 de octubre de 2014

La última preocupación de la industria de comida chatarra es la salud de las niñas y niños




Por: Alianza por la Salud Alimentaria

México sufre uno de las mayores prevalencias de sobrepeso, obesidad. Las consecuencias en salud de estos padecimientos han rebasado la capacidad del sistema de salud pública. Proyecciones a futuro señalan que esta situación se agudizará provocando que las enfermedades crónicas no transmisibles se presenten a edades más tempranas. Asimismo la publicidad engañosa dirigida a la infancia está violando el derecho a la salud y el derecho a la información de niñas, niños y adolescentes en su vida presente.

El pasado mes de septiembre, se presentó el documento Publicidad de Alimentos y Bebidas dirigida a la Infancia: Estrategias de la Industria, que muestra como la industria refresquera y de comida chatarra, utiliza diversos medios como televisión, internet, promociones, patrocinios, diseño de empaques, juguetes y uso de personajes de caricaturas y películas, con el fin de enganchar a los niños, volverlos consumidores y fieles a sus marcas.

Esta industria violenta a la infancia al encubrir publicidad de bebidas y comida chatarra que fomenta obesidad y obstruye los esfuerzos para la regulación. Sus tácticas consisten en promesas de auto-regulación y argumentos que ponen la responsabilidad del daño en los individuos y no en los productos que promocionan. Así el culpable del consumo es únicamente la persona y no la industria y sus tácticas publicitarias.

Expertos en la materia, como la Doctora Mónica González Contró, Secretaria Académica del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, ha apuntado hacia la 'debilidad institucional' que muestran las autoridades ante los intereses de la industria alimentaria y la inexistencia de un marco jurídico robusto que proteja el derecho de los niños a la salud. El actual, aprovecha su vulnerabilidad y los pone en riesgo ante la epidemia de obesidad.

Especialistas en comunicación consideran que los miles de millones de pesos que utiliza la industria en sus tácticas publicitarias se quedan completamente cortos contra las campañas de prevención que pueden existir sobre obesidad y diabetes, por esta razón sólo una fuerte regulación que priorice la salud de la población y no los intereses de la industria es lo que puede ayudar a la disminución de esta epidemia de obesidad , que aumenta día con día.

Los criterios nutricionales para establecer la regulación de esta publicidad fueron elaborados por la industria en contubernio con la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS), lo que ha quedado expuesto en documentos oficiales que se solicitaron a través del IFAI. ¿Quién hizo los criterios? Pues el grupo se conformó únicamente por dos abogados y una maestra en salud ambiental.

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