jueves, 7 de agosto de 2014

Reduce el consumo de carne y si es posible elimínela en su totalidad



 by +Verde

Al revés de la creencia popular, una dieta con poca carne además de ser buena para la salud, también es favorable para el medio ambiente. Sin volverse necesariamente vegetariano, el consumo moderado de carne (2 veces a la semana) permite reducir su impacto ecológico.

De hecho, la crianza de ganado conduce a un desperdicio de cereales, de agua, de energía fósil y de tierras agrícolas. En Estados Unidos, más de la mitad de los cultivos de cereales se utiliza para alimentar el ganado. Por la misma área de tierra cultivable, tenemos 16 Kg de soya o de trigo y 1 Kg de carne de vacuno.



Cada vez más bosques se talan para abrir espacio a unos campos cuya única finalidad es producir grano destinado a la alimentación animal. Un informe reciente de la revista científica “Nature” dice que el 40% del Amazonas será destruido en el año 2050 si las tendencias actuales en la expansión de la agricultura continuan. Vale la pena recordar que, según otro informe de las Naciones Unidas, el ganado emite más gases de efecto invernadero que todos los medios de transporte combinados.



Entre las diferentes elecciones ecológicas, escoger el tipo de carne y de proteínas animales también cuenta. Así, la res, la ternera y los quesos son peores que el pollo, los huevos y la leche. El cerdo es intermediario y el cordero se sitúa entre el cerdo y la res.

Con los peces, hay que evitar consumir predadores (salmón, atún, trucha) que transforman varios kilos de pez en un solo kilo suyo. Habría que preferir sardinas. En los vegetales, también es posible elegir productos de bajo impacto ecológico. Entre los cereales, se puede optar por el trigo, la quinoa, cebada, el centeno en detrimento del arroz, que es menos ecológico. Y aún mejor que los cereales, la papa es la aportación energética común más ecológica.

Fuente: http://es.ekopedia.org, Agencias

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