martes, 12 de noviembre de 2013

McDonald rechaza las manzanas transgénicas


Connor Adams Sheets
Internatiomal Business Times, 7 de noviembre de 2013
El movimiento contra los transgénicos obtuvo una derrota el pasado martes en la votación celebrada en Washington pidiendo el etiquetado de los alimentos transgénicos. Pero McDonalds Corporation (NYSE: MCD) y Gerber Products Company han anunciado que no ofrecerán a sus clientes manzanas Artic, las primeras manzanas producidas mediante ingeniería genética en el mundo, y que se encuentran pendientes de aprobación por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, según dijeron el pasado jueves. Las medidas tomadas por los principales proveedores de alimentos sugieren que la información que corre sobre los transgénicos está teniendo su impacto, a pesar de los triunfos de la Industria Biotecnológica en su lucha continua a favor de sus productos.
Amigos de la Tierra anunció el pasado jueves que Gerber y McDonald escribieron cartas con fecha del 31 de octubre y del 1 de noviembre respectivamente, confirmando que se negaban a utilizar estas manzanas en sus menús.
Como se indica en la carta, las frutas y purés de verduras de GERBER se hacen sin la utilización de productos transgénicos. No utilizamos Manzanas Artic ni tenemos pensado usarlas en el futuro”, dice la carta de Gerber.
Los alimentos transgénicos siguen generando un enconado debate, especialmente en los últimos años, ya que Empresas como Monsanto y Syngenta siguen promoviendo los productos transgénicos, ejerciendo lobby en los Parlamentos, rechazando proyectos de ley, como el del etiquetado de los productos que contengan transgénicos.
La cuestión de los transgénicos llegó a un inusitado extremo el pasado mes de marzo con la aprobación de la llamada “Ley de Protección de Monsanto”, un acuerdo con los lobbies de Monsanto para limitar las restricciones por parte de las Agencias de Regulación en caso de que aumentasen las preocupaciones sobre la salud debida al consumo de alimentos transgénicos. La resolución fue aprobada por el Congreso, una vergonzosa resolución.
Finalmente, el Senado echó abajo la medida en septiembre, y ello a pesar de los esfuerzos de Monsanto para que se mantuviese, pero el daño ya se había hecho a Monsanto y la Industria de los transgénicos a pesar de la limitadas evidencias de los impactos negativos en la salud de los seres humanos.
La Ley de Protección de Monsanto creó un fuerte sentimiento en contra de los transgénicos, aglutinándose un movimiento que a finales de mayo salió a la calle, unos 2 millones de personas en todo el mundo, en protesta contra esta Industria y para llamar la atención sobre sus controvertidas prácticas.
Pero la presión de los protransgénicos logró derrotar el pasado martes la iniciativa de etiquetado de los transgénicos en el estado de Washington, por un margen del 54 al 46%, de acuerdo con el recuento realizado hasta la noche del miércoles. Todavía faltan votos por contar, pero una brecha tan grande es difícil que se reduzca.
La controversia sobre los transgénicos sigue ocultando otra importante cuestión: la de la inocuidad de los alimentos actuales. Pero los grupos en contra de los transgénicos parece que están teniendo cierto auge tras las múltiples informaciones sobre los productos transgénicos, que no tienen precisamente una buena prensa.

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