Desde Córdoba, la Secretaría de Ambiente de Córdoba descartó el estudio que apuntaba a establecer la cuestionada planta de secado de maíz en la localidad de Malvinas Argentinas. “No se cumple con los requisitos básicos de gestión integral de residuos”, dijo el gobierno provincial.
La Secretaría de Ambiente de Córdoba rechazó el estudio de impacto ambiental presentado por la empresa Monsanto para establecer una planta de secado de maíz en la localidad de Malvinas Argentinas.
La Comisión Técnica Interdisciplinaria “identificó que, en el desarrollo del proceso productivo (pretendido), no se cumple con los requisitos básicos de gestión integral de residuos”, informó el gobierno provincial.
Según lo informado, al “no identificarse los impactos relevantes y sus consecuentes medidas de mitigación, el estudio presentado por la firma no puede considerarse como instrumento técnico válido que permita su correspondiente aprobación”.
Asimismo la citada comisión señaló que la documentación respaldatoria presentada por la empresa, “es insuficiente, reiterativa y no tiene la profundidad técnica necesaria para responder adecuadamente a los condicionamientos cursados”.
Tras esto, Medardo Avila Vázquez, de la Asamblea Malvinas Lucha por la Vida, manifestó que “este es un triunfo muy grande de una movilización que empezó en julio de 2012, cuando se informó sobre la instalación de la empresa”.
“Esta planta era una amenaza muy grande para el pueblo de Malvinas Argentinas, que tuvo la dignidad de movilizarse y decirle que no a Monsanto y al gobierno cordobés, al anteponer a todo interés la salud y el ambiente”, recalcó el dirigente.
En enero pasado, la Sala segunda de la Cámara del Trabajo de Córdoba, al hacer lugar a una acción de amparo promovida por ambientalistas y vecinos, ya había ordenado la paralización de las obras en la planta hasta que no se cumpliera con la realización del correspondiente estudio de impacto ambiental.
El fallo también dispuso la celebración de un audiencia pública para que los vecinos tuvieran la oportunidad de conocer detalles de la conveniencia o no del establecimiento de la planta en Malvinas Argentinas.
Desde el 18 de septiembre del año pasado, militantes de la Asamblea Malvinas Lucha por la Vida, Madres de Barrio Ituzaingó, vecinos autoconvocados y entidades sociales bloquean el paso de camiones con materiales para construir la secadora de semillas de maíz más grande del mundo.
La planta es similar a la establecida en Rojas (Buenos Aires) y se construye en un predio de 27 hectáreas ubicado sobre la Ruta Provincial A-188, a unos 12 kilómetros de la capital cordobesa.
Los asambleístas exigen, además, que se convoque a una consulta popular para que los habitantes de Malvinas Argentinas decidan si quieren la instalación de la planta.
Según afirmó Monsanto, se trata de la primera etapa de una obra que en total contempla una inversión de 1.600 millones de pesos argentinos y la creación de 400 puestos de trabajo, que se triplicarán en época de campaña de ese grano.
La Secretaría de Ambiente de Córdoba rechazó el estudio de impacto ambiental presentado por la empresa Monsanto para establecer una planta de secado de maíz en la localidad de Malvinas Argentinas.
La Comisión Técnica Interdisciplinaria “identificó que, en el desarrollo del proceso productivo (pretendido), no se cumple con los requisitos básicos de gestión integral de residuos”, informó el gobierno provincial.
Según lo informado, al “no identificarse los impactos relevantes y sus consecuentes medidas de mitigación, el estudio presentado por la firma no puede considerarse como instrumento técnico válido que permita su correspondiente aprobación”.
Asimismo la citada comisión señaló que la documentación respaldatoria presentada por la empresa, “es insuficiente, reiterativa y no tiene la profundidad técnica necesaria para responder adecuadamente a los condicionamientos cursados”.
Tras esto, Medardo Avila Vázquez, de la Asamblea Malvinas Lucha por la Vida, manifestó que “este es un triunfo muy grande de una movilización que empezó en julio de 2012, cuando se informó sobre la instalación de la empresa”.
“Esta planta era una amenaza muy grande para el pueblo de Malvinas Argentinas, que tuvo la dignidad de movilizarse y decirle que no a Monsanto y al gobierno cordobés, al anteponer a todo interés la salud y el ambiente”, recalcó el dirigente.
En enero pasado, la Sala segunda de la Cámara del Trabajo de Córdoba, al hacer lugar a una acción de amparo promovida por ambientalistas y vecinos, ya había ordenado la paralización de las obras en la planta hasta que no se cumpliera con la realización del correspondiente estudio de impacto ambiental.
El fallo también dispuso la celebración de un audiencia pública para que los vecinos tuvieran la oportunidad de conocer detalles de la conveniencia o no del establecimiento de la planta en Malvinas Argentinas.
Desde el 18 de septiembre del año pasado, militantes de la Asamblea Malvinas Lucha por la Vida, Madres de Barrio Ituzaingó, vecinos autoconvocados y entidades sociales bloquean el paso de camiones con materiales para construir la secadora de semillas de maíz más grande del mundo.
La planta es similar a la establecida en Rojas (Buenos Aires) y se construye en un predio de 27 hectáreas ubicado sobre la Ruta Provincial A-188, a unos 12 kilómetros de la capital cordobesa.
Los asambleístas exigen, además, que se convoque a una consulta popular para que los habitantes de Malvinas Argentinas decidan si quieren la instalación de la planta.
Según afirmó Monsanto, se trata de la primera etapa de una obra que en total contempla una inversión de 1.600 millones de pesos argentinos y la creación de 400 puestos de trabajo, que se triplicarán en época de campaña de ese grano.
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