La Amazonía perdió 2.765,62 kilómetros cuadrados de selva entre agosto de 2012 y julio de 2013 -el año pluviométrico que el Gobierno brasileño usa como referencia-, según datos del sistema de vigilancia por satélite DETER, del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE), por su sigla en portugués).
El dato de deforestación es un 34,84 % superior a la superficie talada detectada por satélite en el año pluviométrico anterior (2.050,97 kilómetros cuadrados, entre agosto de 2011 y julio de 2012). Estos datos son incompletos, porque dependen de la densidad de las nubes y porque el satélite sólo detecta áreas taladas de gran tamaño, de más de 25 kilómetros cuadrados, por lo que el Gobierno posteriormente revisa esas cifras al alza usando otras fuentes de información, con lo que llega a duplicar los cálculos del INPE.
De este modo, el balance oficial del Gobierno entre agosto de 2011 y julio de 2012 reflejó que la selva amazónica perdió en ese período 4.571 kilómetros cuadrados, lo que fue la menor cifra desde 1988, cuando se comenzaron las mediciones.
El estado de Mato Grosso, una pujante región agrícola en el límite sur de la selva, fue responsable del 42,8 % de la deforestación del ecosistema amazónico en el último año, según los datos del INPE. El INPE también divulgó hoy el dato del pasado agosto, cuando se arrasaron 288,6 kilómetros cuadrados de selva, cifra que supuso una mejoría del 44,74 % con respecto al mismo mes de 2012.
En su plan contra el cambio climático, Brasil se ha comprometido voluntariamente a reducir la deforestación de la Amazonía hasta 2020 en un 80 % en relación a la cifra de 1990, lo que supone una meta de destrucción anual de 3.925 kilómetros cuadrados. La deforestación es la principal causa de la emisión de CO2 a la atmósfera en Brasil, tanto por los gases que se liberan con los incendios forestales como por el oxígeno que se deja de generar.
EFE
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