jueves, 10 de octubre de 2013
¿Que problemas concretos de hígado causa el alcohol?
El alcoholismo es una de las adicciones más preocupantes
Hay adicciones que no suelen provocar alarma social ya que están vistas como algo normal, cotidiano. El consumo de alcohol y el tabaquismo son las más importantes así como el consumo de tranquilizantes (por prescripción propia).
El hecho de que el alcohol sea barato, de fácil adquisición y que no tienes que esconderte para tomarlo hace que esta adicción sea muy habitual.
Lo que mucha gente no se para a pensar es que crea muchísimos problemas de todo tipo: familiares, laborales, psicológicos… y de salud.
Diversos estudios epidemiológicos indican la clara relación existente entre el consumo de alcohol y enfermedad hepática. Asimismo, se ha demostrado una correlación muy estrecha entre mortalidad por cirrosis alcohólica por habitante por año.
A pesar de la directa relación entre la cantidad de consumo de alcohol ingerido y el riesgo de desarrollar lesiones en el hígado, la cirrosis sólo se observa en una baja proporción de casos. Del total de personas alcohólicas, aproximadamente el 40 - 50% presenta alteraciones hepáticas y el 15 - 20% tiene cirrosis.
El consumo de alcohol puede provocar diversos tipos de problemas en nuestro hígado. Este órgano trata de "depurar" o metabolizar el alcohol pero cuando se ingiere de forma habitual acabará enfermando. Algunos de los problemas más habituales son:
Esteatosis hepática
Las personas con un consumo excesivo de alcohol suelen presentar grasa en las células hepáticas. Algunas personas, de entrada, no tienen signos de ningún problema pero otras, en cambio, ven como pierden peso, tienen nauseas, vómitos y un malestar continuo en el abdomen.
Hepatitis alcohólica
La hepatitis alcohólica es un problema hepático típico del alcohólico crónico. La persona suele estar siempre cansada, sin apetito, con náuseas y con pérdida de apetito.
Más adelante suele notar un dolor en el lado derecho superior del abdomen y un color de piel y mucosas amarillento. En muchos casos, si el abuso del alcohol continua, puede terminar con una cirrosis.
Cirrosis
En la cirrosis el hígado ya está en un punto de alteración grave y la recuperación ya es muy compleja. El hígado presenta unos nódulos envueltos de un tejido fibroso. Su función se ve muy alterada y todos los signos anteriores de la hepatitis empeoran aún más.
El cuerpo se va intoxicando y se producen problemas digestivos importantes así como una gran dificultad en absorber nutrientes y alteraciones en el nivel de energía y de ánimo.
¿Se pueden recuperar?
Depende del caso en el que nos encontremos.
En la esteatosis hepática si dejamos el alcohol, cuidamos la dieta y tomamos los nutrientes y suplementos adecuados podemos mejorar relativamente rápido.
En las hepatitis por alcoholismo y si no es un caso ya muy avanzado también podemos mejorar bastante si dejamos el alcohol cuidamos la dieta y seguimos el tratamiento adecuado. Plantas como el Cardo Mariano (evitar los hipertensos) y el Desmodens pueden ayudarnos muchísimo.
En casos de cirrosis seguir las pautas anteriores siempre ayudará pero ya estamos en un punto de degeneración hepática importante y, a veces, la única opción ya es… el trasplante.
En resumen, no debemos minusvalorar el excesivo consumo de alcohol ya que nos puede llevar a complicaciones de todo tipo.
En todos los casos le recomendamos consultar con su médico, terapeuta u otro profesional de la salud competente. La información contenida en este artículo tiene una función meramente informativa.
Josep Vicent Arnau
Diplomado en Naturopatía y Acupuntura.
Regenta el herbolario Supernatural en Sant Cugat del Vallés.
Articulista sobre temas de salud y calidad de vida.
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