Por: http://ecoviue.com/
Cada vez usamos más aparatos eléctricos en casa para hacer sencillas las tareas de limpieza, aseo personal y cocina ¿De cuántos disponemos y cuántos necesitamos en realidad? Según un reciente informe, los hogares españoles usan de media 3.487 kWh y gastan unos 990 euros anuales en consumo eléctrico. Lavadoras, secadoras, ordenadores, frigoríficos y un largo etcétera necesitan continuamente energía en cada casa del planeta.
Los electrodomésticos que más consumen son el frigorífico (en torno a un 30% del total de la vivienda), al estar funcionando 24 horas, seguido de lavadoras (11.8%) y (6.1%). lavavajillas Es preciso intentar reducir este gasto, que resultará en una bajada considerable en la factura y una gran aportación en materia ambiental.
El primer paso para llevar a cabo este cambio de hábitos será realizar una lista contabilizando los electrodomésticos totales del hogar y calculando cuánta energía consumen por hora y cuántas horas diarias de media se utilizan. Reducir el tiempo de funcionamiento, llevar a cabo pequeños trucos para ahorrar su consumo e incluso reemplazar los electrodomésticos más viejos por unos que ofrezcan mejor rendimiento harán ajustar los valores de esa lista de forma contundente.
Muchas veces hacemos uso de la energía eléctrica por costumbre o comodidad. Intentemos prescindir un poco de la misma con acciones simples como no utilizar siempre el secador sino secar el cabello al aire, barrer a menudo el apartamento en lugar de pasar siempre la aspiradora, minimizar el uso de la batidora pelando y troceando previamente frutas y verduras, etcétera.
Una acción de gran simpleza, que no siempre se lleva a cabo, es desenchufar bien todos los electrodomésticos cuando no están siendo utilizados, desactivando el engañoso modo standby, que supone un 10.7% del consumo eléctrico total de una vivienda. Cuando hayas acabado de cargar el móvil, desconecta el cargador del enchufe. Adquiere regletas multi-toma con interruptor para facilitarte esta tarea y, de paso, ahorrar espacio.
Quizá te has planteado reemplazar alguno de los electrodomésticos adquiridos hace años que no cuentan con los últimos avances en ahorro energético. Elige los que incluyan la etiqueta ecológica; el ahorro que supondrá en tu factura compensará el esfuerzo económico. Comienza por sustituir las bombillas incandescentes por aquellas de bajo consumo que ahorran hasta un 70% de la energía y duran muchos más años.
Podemos comenzar ahorrando en el consumo del frigorífico y el congelador. Para ello, debemos mantenerlos siempre limpios y sin exceso de hielo. Procede a descongelarlos cuando la capa de escarcha sea superior a 5 milímetros y límpialos exhaustivamente cada tres meses, tanto su interior como la parte trasera. Recuerda no abrirlos más veces de las necesarias y nunca introducir alimentos calientes en ellos. Si vas a ausentarte más de una semana, vacíalos y desenchúfalos.
En la lavadora también se puede ahorrar más de lo que imaginamos. Es preciso hacer cargas con mucha ropa, evitar el standby, lavar a temperaturas bajas (30 ó 40 grados) y utilizar programas cortos. Ayudará mucho la separación de prendas según la temperatura a la que han de lavarse. Si necesitas limpiar trapos de cocina con grasa o ropas muy sucias, introdúcelos horas antes en un barreño con agua caliente y detergente, para que después la lavadora tenga que trabajar menos y los resultados sean más efectivos. Si vas a comprar una lavadora nueva, elígela con sensor de carga y con un buen centrifugado para no necesitar hacer uso de la secadora. Ésta no resulta tan necesaria y exige un uso cauteloso (el 28% de los hogares españoles tiene una). Evita usarla durante las estaciones cálidas o templadas.
También a la hora de planchar podemos ser más cuidadosos. Hazlo sólo un día a la semana, cuando reúnas una gran cantidad de ropa (el tiempo que la plancha tarda en alcanzar la temperatura óptima consume mucha electricidad), no es necesario usarla sobre prendas como ropa interior o calcetines, haciendo, además, tu trabajo menos fatigoso. A la hora de tender, utiliza perchas de madera que evitarán planchar una gran parte de prendas. Deja para el final la ropa con muchas arrugas que necesita temperaturas superiores.
Lavavajillas y microondas, esos inventos recientes, intentaremos usarlos un poquito menos, con acciones como descongelar un producto horas antes de cocinarlo o calentar agua en un hervidor o cazo. Así, evitaremos el abuso del microondas. Conecta el lavavajillas sólo cuando esté completamente lleno y mantén limpios los filtros.
En la cocina sería muy ventajoso plantearse usar el horno sólo dos o tres veces a la semana y nunca servirse del mismo sólo para calentar pan u hornear dos magdalenas. Evitar abrir la puerta durante los asados también ayudará, es posible si ésta es transparente y dispone de luz interior, así como apagarlo diez minutos antes de que la comida esté preparada. Además, quizá no sabías que cubriendo las ollas y sartenes conseguiremos ahorrar un 25% de energía. Seguro que te has fijado cómo las patatas o el arroz se preparan antes al usar una tapa.
Por último, aunque no sean electrodomésticos como tal, es conveniente saber cómo actuar eficientemente con la calefacción y el aire acondicionado, sistemas de los que se abusa con frecuencia. No es necesario encender los radiadores el 100% del tiempo que permanecemos en casa aunque haga frío; es preferible reforzar el aislamiento térmico de la vivienda, especialmente en puertas y ventanas, usar mantas o batas en la medida de lo posible y evitar enchufar todos los calefactores de la casa- por ejemplo, la cocina, especialmente si es pequeña, suele calentarse al cocinar. Hay que tener en cuenta que, en invierno, una diferencia demasiado brusca de temperatura entre el hogar y la calle puede ser perjudicial para la salud.
La restricción en uso de aire acondicionados podría ahorrar mucha electricidad. Aprovecha las corrientes exteriores para refrescar la casa de forma natural, sírvete de ventiladores simples si vas a estar durante horas en un mismo sitio, nunca abras las ventanas mientras el aire acondicionado está conectado y apaga el ordenador cuando no lo necesites para evitar dar un calor adicional a la casa.
Si has seguido estos trucos y vuelves a sacar la lista de consumo elaborada al cabo de un año, verás la diferencia de kilovatios consumidos que has ahorrado, marcando un beneficio para tu bolsillo y tu alrededor, sin haber dejado de disfrutar de las comodidades domésticas.
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