Germinar alfalfa es muy sencillo. Sólo necesitas: semillas, un tarro de cristal de tamaño mediano/grande, una malla, tul o media y una goma elástica.
- Echa una cucharada de semillas en el tarro, no te aconsejo que eches más porque no germinarán bien y además cunden mucho.
- Rellena con agua el tarro (al menos 3 dedos por encima de las semillas), cúbrelo con la malla y déjalo así toda la noche o durante 8 a10 horas en un lugar donde no le de la luz.
- Transcurridas 8-10 horas escurre el agua ayudándote de la malla, tul o una media y dejas el tarro inclinado bocabajo para que siga escurriendo durante el día el exceso de agua. Lo puedes dejar apoyado en un escurre-platos, en un bol o cualquier sitio que se te ocurra con tal de que esté inclinado y deje escurrir bien el agua.
- Dos veces al día enjuagamos bien las semillas con agua y escurrimos muy bien (para evitar que salgan hongos)
- Cuando los brotes tienen entre 2 y 3 cm los dejaremos escurriendo en una ventana donde reciban bien la luz solar para que produzcan clorofila y sean más nutritivos.
- Al 4º día ya se pueden comer, cuando ya no quieras que sigan creciendo los puedes guardar en la nevera, asegúrate que no tengan humedad para que no generen moho y te durarán unos 8/10 días.
Esto mismo lo puedes hacer con lentejas, quinoa, brócoli, apio, fenogreco o garbanzos, pero los dejaremos 12 horas en remojo la primera noche.
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