lunes, 26 de mayo de 2014
Carnavalesca protesta en contra de Monsanto en México
Por Érika Paz Fotos:Brigada Solidaria
(24 de mayo, 2014).- Te imaginas comiendo un elote con mayonesa, queso y chile piquín, una totilla enrrolladita recién salida del comal, un tlacoyo de masa azul o una gordita de chicharrón, unos tamales o tlayudas, delicias mexicanas. El maíz es la semilla que da identidad a nuestro país, base de la alimentación de todas y todos los mexicanos, que actualmente se encuentra en riesgo de ser patentada por la empresa transnacional Monsanto, para obtener el oligopolio de la alimentación en México junto con las empresas extranjeras Pionner-Dupont, Dow Agro-Siences y Syngenta Agro.
Pero además, nuestra semilla será genéticamente modificada y más que proteína, estará cargada de una serie de herbicidas y pesticidas que causan daños en la salud como enfermedades hepáticas, intestinales, renales, estomacales, alergias, cáncer entre otras afectaciones.
Pero también cientos de miles de campesinos serán despojados de sus tierras de cultivo de semillas criollas y originarias, lo que se traducirá en desempleo y más pobreza, coy elevará los porcentajes de migración hacia las ciudades, que, lejanamente a lo que se piensa, la ciudad tampoco es opción para conseguir un empleo bien remunerado.
Es por ello que México desde el año pasado se suma a la Marcha Mundial Contra Monsanto, en defensa de nuestro
maíz. Esta tarde alrededor de mil 500 personas se dieron cita en el Ángel de la Independencia de la Ciudad de México, en una festiva y colorida marcha, se denunció a Monsanto y también a las secretarías de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA), y Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAP) en su insistencia de destruir el campo mexicano y la soberanía alimentaria.
Entre performances, disfraces, máscaras, pintas, pancartas, música, baile y polvos de colores que se lanzaron al viento, niños, jóvenes, adultos contemporáneos y mayores, marcharon del Ángel de la Independencia al Monumento a la Revolución, donde se llevan a cabo talleres, eventos musicales, convivencia con agricultores y campañas informativas, sobre cómo participar en defensa de nuestra semilla.
Alrededor de las 12:30 horas la gente empezó a llegar al Ángel de la Independencia, algunos oradores argumentaron sobre las afectaciones que acarreará la incursión de Monsanto en nuestro territorio, además de existir conflictos de intereses, entre los funcionarios gubernamentales y las empresas transnacionales, se piensa expropiar el campo de los mexicanos, los daños a la salud y el creciente costo de medicamentos son elementos que pronostican un desolador panorama.
Adelita San Vicente, directora de la organización Semillas de Vida, habló de la importancia de frenar la introducción de transgénicos en el país. En la Unión Europea se logró sacar de su territorio todo cultivo y producción de organismos genéticamente modificados, sin embargo, la lucha continúa por prohibir la venta de sus productos y la demanda por etiquetar todos los productos elaborados con transgénicos.
Luego del performance, las y los organizadores, jóvenes en su mayoría, repartieron paliacates de colores, verde, amarillo y rojo; además de polvos del mismo color. La música no dejó de sonar, algunas personas bailaban otras más gritaban fuerte “Fuera Monsanto”.
El Carnaval del Maíz nacía, una vez que los participantes se encontraban sobre avenida Reforma, y todos con su respectivo puñado de polvos de colores, se inauguró la marcha que se semejaba más a un desfile del pueblo en defensa del maíz.
Al unísono se dio la señal para echar al viento los polvos, una colorida y alegre nube cubrió el cielo momentáneamente para fijarse sobre los cuerpos y cabezas de las y los manifestantes, alegría, risa, júbilo, y la marcha empezó su trayecto. Comentarios como “Esto (la piel, cabello y ropa llenos de color) está mejor que los macanazos”, “Esto sí es un Carnaval, no que pensamos a creer que Carnaval es correr por miedo a los granaderos”.
En cada cruce sobre Avenida Reforma, y en tanto duraba un semáforo en rojo, se daba información, al avanzar una nueva consigna se lanzaba. Entre las que trascendieron “Sin país no hay país”, al arribo a la glorieta a Cuauhtémoc, con el puño en alto y al grito fuerte de “Fuera Monsanto, Fuera Monsanto”, se dejó atrás este emblema.
Para continuar con hacia el monumento a Colón en donde la consigna fue “Aplaudir, a gozar a Monsanto a sacar”, el sonido de las palmas y la alegría enmarcaron la entrada de la gente en defensa de la soberanía alimentaria, la salud y el maíz, al Monumento a la Revolución donde ya esperaban algunas pequeñas carpas con personas dispuestas a impartir talleres informativos, comida y venta de artículos de autogestión.
Algunos puestos más por montarse, la gente bailó, convivió y la fiesta continuó…
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