Por: diarioecologia
La muerte del animal ha conmocionado a la comunidad científica, dado que, según explicó el doctor Ian Stirling, el pasado mes el oso se encontraba en buen estado de salud en el sur de Svalbard, un archipiélago en el océano Glacial Ártico.
Actualmente, “su cuerpo estaba reducido a piel y huesos”, dijo Stirling al diario británico ‘The Guardian’.
Según algunos expertos, la muerte del oso en la parte norte del archipiélago, meses después de haber sido visto con vida por última vez, se debería a la falta de hielo en la zona donde cazaba focas. Y es que los osos polares se alimentan casi exclusivamente de focas y necesitan el hielo para capturar a sus presas. El oso debió de alejarse de la zona donde cazaba habitualmente para obtener alimento ya que la mayor parte de las aguas de Svalbard no se congelaron el invierno pasado del mismo modo que lo hacen habitualmente, señaló Stirling.
“Este oso polar es la última evidencia del impacto del cambio climático”, afirmó Douglas Richardson, responsable de las especies animales que se hallan en el parque Highland Wildlife Park, en Escocia.
“La pérdida de hielo debido al calentamiento global es absoluta y categóricamente el motivo de que las poblaciones de osos polares estén en descenso”, agregó.
La organización medioambiental International Union for the Conservation of Nature (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza) advierte que la reducción del hielo supondrá la reducción de más de un tercio de la población de osos polares en las próximas tres generaciones.
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