Buenas y salsas gente linda. Continuamos en el camino de la alimentación sana y consciente para chicos. Hoy les regalaré un informe de mi gran amigo Pablo de la Iglesia (Naturópata) donde habla sobre las notables ventajas de mejorar la alimentación en los niños.
¡Notable! Debería ser obvio, dado por hecho, pero en un tiempo de confusión y oscuridad donde aún médicos, nutricionistas y autoridades sanitarias desaniman con convicción absoluta que la dieta vegetariana puede ser peligrosa, y mucho más para un niño, cada hecho de esta naturaleza debe ser resaltado con un ¡notable!
Desalentar las dietas vegetarianas es una barbaridad, pero potencia al cuadrado cuando los padres reciben el consejo que deben estimular el consumo de carnes, lácteos y azúcar… ¡Lógico, sin diabetes, colesterol y cáncer de que vivirá la industria médico-farmacéutica en el futuro! El que no siembra ahora, no cosechará después. Y la epidemia de enfermedades inventadas e inoculadas debe sostenerse para mantener los ingresos de la industria más deshonesta y rentable después de las armas de destrucción masiva.
Pero hay inspiraciones que encandilan en la oscuridad. En Nueva York, en una escuela primaria de Queens, hicieron lo correcto y cambiaron los menúes a opciones totalmente vegetarianas. ¿Y qué pasó? Los pequeños alumnos aumentaron su concentración, mejoraron sus calificaciones y faltaron menos a clases. Un dato que las autoridades sanitarias cómplices del negocio de la enfermedad siguen negando todo lo que pueden pero que cualquier padre que alimenta a sus hijos de manera natural y saludable lo sabe perfectamente.
¿La alimentación y las calificaciones en el colegio tienen que ver? ¡Tienen todo que ver! ¿La alimentación y la tendencia a padecer enfermedades respiratorias tienen relación? ¡Por supuesto, de manera casi absoluta! Mi hijo tiene trastornos de aprendizaje y de conducta, ¿la alimentación puede ayudar? Pruebe de sacarle completamente el azúcar y en su lugar bríndele frutas, verduras y semillas crudas como base de la dieta, algo de cereales integrales, legumbres y, solo si lo desea para que el cambio cultural no cueste tanto, muy pocos huevos de campo y algo de pescado de mar y después me cuenta. Nuestra sociedad se ha vuelto violenta y necesitamos más cárceles y policías dicen los expertos pero ¿y si probamos con cambiar la alimentación? ¡El efecto se nota en una semana! Si hipotéticamente todo el mundo tuviera una alimentación basada en alimentos vivos, alcalinos y atóxicos por un mes, les doy mi palabra que se desploman las acciones de la bolsa de los monstruos farmacéuticos, la gente se empieza a reir de las vacunas, las emergencias médicas se reducen a mínimos y empezamos a vislumbrar un mundo sin diabetes ni enfermedades cardiovasculares. ¡Pero el show debe continuar! Y nosotros, si se lo permitimos, somos su combustible.
¡Es así de simple! ¿Pero que lo impide? Bueno, por un lado, nuestro Comandante en Jefe La Televisión se va a encargar de programarnos en sentido contrario porque quienes la abastecen viven de nuestro sufrimiento; por el otro, el azúcar, las harinas refinadas, las carnes y los lácteos poseen principios activos que disparan mecanismos adictivos en nuestros cuerpos. Seamos honestos, muchos de nosotros no solo gustan de comer harinas, azúcar, lácteos o carnes -lo cual es aceptable-, sino que NO PUEDEN VIVIR SIN ELLOS. ¿Cómo se llama eso? Adicción. Somos adictos a las harinas, el azúcar, los lácteos y las carnes. ¿A usted le pasa? Empiece a reconocerse un adicto y no condene a su hijo a su mismo destino.
Volvamos a donde empezó todo, a la Escuela Pública 244 de Queens en la fría Nueva York donde muchos de nuestros adictos recientemente reconocidos desearían estar de shopping y tomándose un helado o comiéndose una hamburguesa. Justamente, el clásico sandwich de carne o pollo fue cambiado por tofu asado y porotos negros sin ninguna queja de los niños, los cuales 9 de cada 10 pudiendo llevar la comida desde su casa optaron por la del colegio.
Este menú, aún esotérico para muchos adictos a los alimentos mencionados, pero sobre todo adictos a obtusas creencias, también logró que se apreciara una pérdida de peso en los alumnos que padecían obesidad; un buen dato para un país y un mundo que no para de engordar.
Luego de seis meses de probar con este menú y observar los excelentes resultados, la escuela fue reconocida por el Comité de Médicos por una Medicina Responsable (www.pcrm.org) por convertirse en el primer colegio vegetariano del país.
¡Por muchos más! Porque la mejor manera de sembrar una alimentación consciente y cosechar una salud duradera, es empezar en la infancia.
Por, Pablo de la Iglesia (www.poreldespertar.net).
Espero que a partir de ahora tengan en cuenta estos datos. Sigan proponiendo ideas en @PablitoCocina así juntos investigamos y aprendemos. Para mayor información www.pablitomartin.com.ar o en mi cuarto libro de cocina “La Re-Evolución de la cocina”. Y recordá que “somos lo que comemos, y lo que hacemos”. ¡Hasta la próxima!
Pablito Martín. Chef – Periodista.
Twitter: @PablitoCocina
www.facebook.com/pablitoCocina
¡Notable! Debería ser obvio, dado por hecho, pero en un tiempo de confusión y oscuridad donde aún médicos, nutricionistas y autoridades sanitarias desaniman con convicción absoluta que la dieta vegetariana puede ser peligrosa, y mucho más para un niño, cada hecho de esta naturaleza debe ser resaltado con un ¡notable!
Desalentar las dietas vegetarianas es una barbaridad, pero potencia al cuadrado cuando los padres reciben el consejo que deben estimular el consumo de carnes, lácteos y azúcar… ¡Lógico, sin diabetes, colesterol y cáncer de que vivirá la industria médico-farmacéutica en el futuro! El que no siembra ahora, no cosechará después. Y la epidemia de enfermedades inventadas e inoculadas debe sostenerse para mantener los ingresos de la industria más deshonesta y rentable después de las armas de destrucción masiva.
Pero hay inspiraciones que encandilan en la oscuridad. En Nueva York, en una escuela primaria de Queens, hicieron lo correcto y cambiaron los menúes a opciones totalmente vegetarianas. ¿Y qué pasó? Los pequeños alumnos aumentaron su concentración, mejoraron sus calificaciones y faltaron menos a clases. Un dato que las autoridades sanitarias cómplices del negocio de la enfermedad siguen negando todo lo que pueden pero que cualquier padre que alimenta a sus hijos de manera natural y saludable lo sabe perfectamente.
¿La alimentación y las calificaciones en el colegio tienen que ver? ¡Tienen todo que ver! ¿La alimentación y la tendencia a padecer enfermedades respiratorias tienen relación? ¡Por supuesto, de manera casi absoluta! Mi hijo tiene trastornos de aprendizaje y de conducta, ¿la alimentación puede ayudar? Pruebe de sacarle completamente el azúcar y en su lugar bríndele frutas, verduras y semillas crudas como base de la dieta, algo de cereales integrales, legumbres y, solo si lo desea para que el cambio cultural no cueste tanto, muy pocos huevos de campo y algo de pescado de mar y después me cuenta. Nuestra sociedad se ha vuelto violenta y necesitamos más cárceles y policías dicen los expertos pero ¿y si probamos con cambiar la alimentación? ¡El efecto se nota en una semana! Si hipotéticamente todo el mundo tuviera una alimentación basada en alimentos vivos, alcalinos y atóxicos por un mes, les doy mi palabra que se desploman las acciones de la bolsa de los monstruos farmacéuticos, la gente se empieza a reir de las vacunas, las emergencias médicas se reducen a mínimos y empezamos a vislumbrar un mundo sin diabetes ni enfermedades cardiovasculares. ¡Pero el show debe continuar! Y nosotros, si se lo permitimos, somos su combustible.
¡Es así de simple! ¿Pero que lo impide? Bueno, por un lado, nuestro Comandante en Jefe La Televisión se va a encargar de programarnos en sentido contrario porque quienes la abastecen viven de nuestro sufrimiento; por el otro, el azúcar, las harinas refinadas, las carnes y los lácteos poseen principios activos que disparan mecanismos adictivos en nuestros cuerpos. Seamos honestos, muchos de nosotros no solo gustan de comer harinas, azúcar, lácteos o carnes -lo cual es aceptable-, sino que NO PUEDEN VIVIR SIN ELLOS. ¿Cómo se llama eso? Adicción. Somos adictos a las harinas, el azúcar, los lácteos y las carnes. ¿A usted le pasa? Empiece a reconocerse un adicto y no condene a su hijo a su mismo destino.
Volvamos a donde empezó todo, a la Escuela Pública 244 de Queens en la fría Nueva York donde muchos de nuestros adictos recientemente reconocidos desearían estar de shopping y tomándose un helado o comiéndose una hamburguesa. Justamente, el clásico sandwich de carne o pollo fue cambiado por tofu asado y porotos negros sin ninguna queja de los niños, los cuales 9 de cada 10 pudiendo llevar la comida desde su casa optaron por la del colegio.
Este menú, aún esotérico para muchos adictos a los alimentos mencionados, pero sobre todo adictos a obtusas creencias, también logró que se apreciara una pérdida de peso en los alumnos que padecían obesidad; un buen dato para un país y un mundo que no para de engordar.
Luego de seis meses de probar con este menú y observar los excelentes resultados, la escuela fue reconocida por el Comité de Médicos por una Medicina Responsable (www.pcrm.org) por convertirse en el primer colegio vegetariano del país.
¡Por muchos más! Porque la mejor manera de sembrar una alimentación consciente y cosechar una salud duradera, es empezar en la infancia.
Por, Pablo de la Iglesia (www.poreldespertar.net).
Espero que a partir de ahora tengan en cuenta estos datos. Sigan proponiendo ideas en @PablitoCocina así juntos investigamos y aprendemos. Para mayor información www.pablitomartin.com.ar o en mi cuarto libro de cocina “La Re-Evolución de la cocina”. Y recordá que “somos lo que comemos, y lo que hacemos”. ¡Hasta la próxima!
Pablito Martín. Chef – Periodista.
Twitter: @PablitoCocina
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