El Araguaney fue declarado como Árbol Nacional un 23 de Mayo de 1948 y así nació el Día del Árbol.
El Araguaney era considera emblema del pueblo y descrita como una “diadema de oro” por el poeta Rómulo Gallegos.
Con los años, el entonces Ministerio de Educación de Venezuela aprobaría la resolución que dispone celebrar la “Semana del Árbol” siendo el último domingo de Mayo el Día del Árbol. Es así como el Araguaney estaría presente en los ojos de todos los venezolanos fascinados por aquella “diadema de oro” como relataría el poeta Rómulo Gallego, quien en vida consideró este árbol un emblema del pueblo.
A lo largo de esta semana muchos han sido los planteles educativos que se han sumado a las labores ambientalistas para llevar a las nuevas generaciones un mensaje de respeto a árboles y el medioambiente. Sin embargo, educar al respecto no es tarea fácil y los esfuerzos hasta ahora no son suficientes. Cada año son más las organizaciones y personas preocupadas por este tema, como Enrique García, vocero y activista de la organización Sembramos Todos, quien hoy Día del Árbol toma la palabra para expresar la importancia y el valor de los árboles, su rol en el medioambiente, beneficios y virtudes, pues “deben ser vistos como seres vivos y no como cosas”.
Para este activista el poco conocimiento que se tiene sobre la naturaleza es un obstáculo que debe ser superado con cambios estructurales. “La educación formal actual acerca muy poco al alumno a interactuar directamente con la naturaleza y la educación familiar tiende a enseñarle que la naturaleza es para aprovecharla y no para conservarla en nuestro propio beneficio”. Esta falta de información y compromiso con el medioambiente ha llevado a que en la actualidad se lleven a cabo muy pocas jornadas de reforestación en relación a lo que se pierde por incendios, tala de árboles y aprovechamiento ilegal.
Ante esto, ¿cómo educar eficientemente para proteger el medioambiente y cómo fomentar labores de reforestación en la ciudad? García expresa que una de las soluciones es crear charlas y talleres a los vecinos y vecinas de las comunidades, sobre todo de aquellas en zonas aledañas a grandes áreas verdes, pues “éstos vecinos serán la primera línea de defensa y cuidado de estos espacios”, agregando que proyectos cómo éste, aunque sean pequeños, siempre son más efectivos que uno de grandes magnitudes.
Según explica el vocero de la organización Sembramos Todos, proyectos a pequeña escala como los mencionados anudado a jornadas de arborización y reforestación, puede traer con los años temperaturas más frescas para los aragüeños en verano, niveles más bajos del Lago de Valencia, mayor cantidad de frutos disponibles para la fauna local y las personas que se benefician de ellos, como también mejora de la calidad del aire, menor presencia de polvo y partículas en suspensión, lo que se traduce en calidad de vida y salud.
Parte del grupo de activista de la organización Sembramos Todos.
APORTA TU GRANITO DE ARENA
Hoy, Día del Árbol, mucho es lo que puede hacer el ciudadano común por el medioambiente. Desde Sembramos Todos se invita a la población en general a proporcionar riego a cada árbol presente en las comunidades, como también fomentar desde el hogar los beneficios de un huerto casero, que no solo brindará frutos más sanos sino que ayudará al presupuesto familiar. Pero sin duda educar y difundir el respeto por los árboles y el medioambiente a la familia, amigos y allegados es el mayor granito de arena que puede aportarse este día.
Plantar un árbol es también una forma de conmemorar este día.
ÁRBOL NACIONAL AMENAZADO
Siendo el Araguaney y su “diadema de oro” una especie protegida, su población en el estado Aragua se ha visto disminuida en los últimos años. Al menos así lo asegura el vocero y activista de Sembramos Todos, Enrique García. Según dio a conocer, es un árbol que está siendo talado sin ningún tipo de permiso en la mayoría de los casos y secado con métodos “innobles”, sobre todo en el caso urbano. Hace un llamado a las autoridades regionales a poner lupa en casos de talas para investigar e imponer multas severas a los responsables de la tala indiscriminada de especies protegidas a la vez que se orienta y educa sobre conservación y protección ambiental a las comunidades que han presenciado o que han sido víctima de este tipo de acciones.
Andrés Royer
FOTOS: Cortesía
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