lunes, 11 de marzo de 2013

Científicos del Jardín Botánico sin recursos para ejecutar proyectos

Creado Domingo 10 de Marzo de 2013 por Desarrollo Sustentable


La crisis presupuestaria pone en riesgo a las especies de flora del Herbario Nacional de Venezuela
Se dejaron de impartir cursos para formar guías ambientalistas.
DELIA MENESES |  EL UNIVERSAL
domingo 10 de marzo de 2013

Caracas.- A Alix Amaya, bióloga con doctorado en Ciencias, le preocupa que muchos ignoren que dentro del Jardín Botánico funciona un instituto de investigación. En ese espacio, ella y otros 14 profesionales del campo de la botánica trabajan a dedicación exclusiva pero cada vez tienen más dificultades para generar conocimientos.

Por la crisis financiera del jardín (cuyo presupuesto ni siquiera cubre el pago de la nómina) hace unos cuatro años cesó el financiamiento para las investigaciones botánicas y actividades académicas. Los únicos proyectos que se están desarrollando son los financiados por los mismos investigadores (sus trabajos de doctorado), con recursos propios y tocando las puertas de empresas privadas, la mayoría de las veces con poco éxito.

Las expediciones también  cesaron. La última la hizo en 2011 Hernán Ferrer, ingeniero agrónomo, que trabaja desde hace siete años como botánico de la Fundación Instituto Botánico de Venezuela "Doctor Tobías Lasser". En esa oportunidad fue al Parque Nacional Yacambú, en Lara, a hacer un listado de las especies de laureles. Tres años antes, a través de un aporte de Conoco Phillips (vía Locti), se logró una expedición para estudiar las plantas que crecen en la Gran Sabana.

Sin estos viajes, se anula la posibilidad de incluir nuevas especies al herbario más grande del país, fundado por Henri Pittier en 1921 y depositario de más de 450 mil ejemplares de plantas secas, el principal acopio y la mayor referencia de flora de Venezuela. "En el Herbario Nacional que está en el Jardín Botánico hay muestras de 1830 que están en riesgo de desaparecer por falta de mantenimiento", comenta Amaya.

Por falta de presupuesto, algunas áreas del herbario todavía están sin aire acondicionado, lo que pone en riesgo a la flora seca pues insectos y hongos llegan a atacarla. Amaya lamenta que faltan insumos básicos para el trabajo, como lápices, hojas, cartulinas, tijeras y tinta para impresora.

Ferrer está cargo del Orquideario y ha visto cómo ha mermado la floración de estas plantas, descuidadas por los jardineros. Los cursos de cultivo de orquídeas que eran muy populares dejaron de hacerse. Los dictaban tres veces al año y llegaban a asistir hasta 32 personas por vez. Por el deterioro de plantas como el jengibre y el onoto también se dejó de impartir el curso: la botánica en la gastronomía, a cargo de Amaya. Los fondos que se lograban con esos cursos ayudaban al jardín a tener recursos propios.

"El personal obrero limita nuestras funciones con paros constantes y cierres arbitrarios del jardín", lamenta Ferrer.  Por la crisis presupuestaria, la Biblioteca del Jardín, que a diario recibe a estudiantes de ciencia, de cocina, arquitectos paisajistas y amas de casa, no puede suscribirse a las revistas de divulgación científica para conocer nuevos hallazgos, lo que va en detrimento de las investigaciones de los botánicos.

Huellas de la crisis

40% de los investigadores del jardín tienen doctorados y el resto está por obtenerlo. Pero el sueldo de los botánicos no supera los Bs 3.600 cuando debería estar por el orden de los 10 mil. Exigen que se valore el aporte que hacen a la ciencia y plantean que su sueldo se homologue al de los investigadores del Ministerio de Ciencia y Tecnología o a los del IVIC.

Para asistir al Congreso Nacional de Botánica que se realizará en San Cristóbal del 13 al 17 de mayo, los investigadores están buscando financiamiento para el traslado, la logística y la inscripción. Varios de ellos van a participar como ponentes. A pesar de la crisis, en los últimos siete años los botánicos han publicado 80 artículos en revistas arbitradas.

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