La técnica de secado de la fruta es una tarea muy sencilla, y con la cual duraran indeterminadamente.
1. Elige frutas como manzanas, naranjas o duraznos, que tienen una consistencia firme.
2. Córtalas en rodajas finas (no más de ½ cm) con un cuchillo bien afilado. Deja la piel y el corazón intactos. Otra opción es dejar la fruta entera.
3. En un recipiente con agua, disuelve seis cucharadas de sal. Coloca la fruta y déjala en remojo durante 10 minutos. De este modo evitaras que pierdan color
4. Pasado ese tiempo, retira las rodajas, escúrrelas y acomódalas sobre papel absorbente de cocina para eliminar así el exceso de humedad.
5. Distribuye un una charola para galletas y mételas en el horno a la temperatura mas baja. Déjalas durante dos horas. Las frutas empezaran a adquirir una textura correosa. Pasado ese tiempo, colócalas sobre una rejilla y déjalas en un sitio cálido y seco, durante dos días hasta que estén completamente secas.
Cabe mencionar que algunas frutas como la manzana, tienden a arrugarse, lo cual es normal y esto las hace aun más bonitas.
6. Si optas por usarlas como ambientador en un armario, debes tomarla después de seca y colocarla dentro de algunas bolsas de tela o encaje, en el espacio que desees para que despida su olor. Es conveniente cambiarla cada mes porque con el paso de los días van perdiendo su aroma.
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