Por: casavegetariana
Las investigaciones recientes confirman las propiedades saludables de las semillas de Chía. Destacan por su alto contenido en aceites saludables, pero es también una fuente de otros nutrientes de gran importancia para la salud como antioxidantes, proteínas, aminoácidos, vitaminas, minerales y fibra. Podemos decir que las semillas de esta planta son un superalimento, es decir, un alimento completo. Por eso, hoy en día, estas semillas son consumidas como complemento alimenticio en todo el mundo.
• 700% más Omega-3 que el salmón del atlántico
• 100% más fibra que cualquier cereal en hojas
• 800% más fósforo que la leche completa
• 500% más calcio asimilable que la leche
• 1400% más magnesio que el brócoli
• 100% más potasio que los plátanos
• 200% más hierro que la espinaca
• 300% más selenio que el lino
• Tiene un efecto saciante
• Posee más antioxidantes que los arándanos
• Aporta todos los aminoácidos esenciales
• Es el vegetal con más alto contenido en Omega-3
Fuente de Ácidos Grasos Esenciales
Las semillas de Chía representan la fuente vegetal con más alta concentración de Omega 3. Poseen un 33% de aceite, del cual el ácido alfa-linolénico (omega 3) representa el 62% y el linoleico (omega 6) el 20%. La Chía es el cultivo con mayor porcentaje de ácidos grasos esenciales (AGE) al tener el 82% de sus lípidos con dicha característica.
Se denominan ácidos grasos esenciales (AGE) a un grupo de ácidos grasos que el organismo no puede fabricar y que tienen que ser ingeridos a través de los alimentos o de los complementos. Se diferencian de los no esenciales (ácidos grasos saturados y monoinsaturados) en que estos últimos se pueden obtener a partir de otros nutrientes.
Los ácidos grasos esenciales (AGE) tienen funciones muy importantes en el organismo: ayudan a prevenir enfermedades cardiovasculares, a normalizar la tensión arterial elevada, a mantener la flexibilidad de las membranas celulares, reducen el nivel de colesterol, protegen el corazón, mejoran la salud del sistema nervioso e inmunológico, etc.
Fuente de Antioxidantes
Además de ácidos grasos esenciales, las semillas de Chía poseen una importante cantidad de antioxidantes, especialmente, flavonoides. Su riqueza en antioxidantes permite que el aceite y la harina de Chía se conserven durante largos períodos de tiempo sin enranciarse, por lo que los Mayas almacenaban estos productos sin ningún tipo de conservante. Los antioxidantes más importantes que podemos encontrar en estas semillas son: el ácido clorogénico, el ácido cafeíco, la miricetina, el kaempferol, la quercitina, el betacaroteno (vitamina E) y el tocoferol (vitamina E).
Los antioxidantes aportan múltiples beneficios al organismo; su función principal es eliminar los radicales libres que se producen como resultado de la oxidación celular. Un número limitado y controlado de estos elementos resulta beneficioso para el organismo, por el papel que desempeñan en el organismo dentro del sistema inmunológico, dado que son capaces de eliminar microorganismos patógenos. Cuando el número de radicales libres aumenta y se inestabiliza produce resultados negativos. Así, por ejemplo, se ha visto la relación que existe entre estas moléculas y ciertas enfermedades de carácter degenerativo, como alteraciones del aparato circulatorio, del sistema nervioso y otras enfermedades graves o el envejecimiento precoz. Estos resultados negativos se producen porque los radicales libres alteran el ADN de las células, impidiendo la renovación celular o alterando su normal funcionamiento.
Fuente de Proteínas y Aminoácidos
Los aminoácidos son pequeñas moléculas cuya unión forma a las proteínas, por lo tanto, podemos decir que las proteínas están compuestas por cadenas de aminoácidos. En el ser humano algunos aminoácidos son sintetizados por el propio organismo mientras que otros deben ser ingeridos a través de los alimentos. A los aminoácidos que pueden ser sintetizados por el propio organismo se les llama aminoácidos no esenciales, mientras que aquellos que deben obtenerse de fuentes externas se los denomina aminoácidos esenciales. La Chía no contiene gluten.
Por su alto contenido en proteínas, la semilla de Chía ayuda a construir y regenerar músculos y tejidos. Ideal para deportistas y etapas de crecimiento.
Las semillas de Chía contienen un 23% de proteínas y en su composición están presentes los siguientes aminoácidos:
Aminoácidos esenciales
Fenilalanina
Metionina
Histidina
Triptófano
Treonina
Leucina
Isoleucina
Lisina
Valina
Aminoácidos no esenciales
Alanina
Acido aspártico
Glicina
Serina
Acido glutámico
Arginina
Tirosina
Cisteina
Glutamina
Prolina
Fuente de Vitaminas del grupo B y Minerales
La semilla de Chía es una buena fuente de vitaminas del complejo B (B1, B2, B3, B6 y B8), vitamina E y vitamina A. Además contiene calcio, fósforo, magnesio, potasio, hierro, zinc, selenio, boro y cobre. Otra ventaja es el muy bajo contenido en sodio que tiene esta semilla.
Fuente de Fibra
La semilla de Chía es una fantástica fuente de fibra dietética soluble e insoluble. Contiene aproximadamente 30 gramos de fibra por cada 100 gramos.
La fibra soluble es soluble en agua; cuando se mezcla con agua forma una sustancia parecida a un gel. La fibra soluble tiene muchos beneficios, entre ellos, regula el nivel de azúcar en sangre y ayuda a reducir el colesterol.
La fibra insoluble no absorbe agua ni se disuelve en agua. Pasa a través del sistema digestivo y ofrece muchos beneficios a la salud intestinal, favoreciendo la regulación del tránsito intestinal y el desarrollo de bacterias beneficiosas.
Las dietas ricas en fibra pueden ayudar a controlar la obesidad, ya que aportan menos calorías en el mismo volumen del alimento; además, este tipo de dietas facilitan la ingestión de menor cantidad de alimentos debido a que prolongan el tiempo de masticación y por su volumen, ayudan a producir más rápidamente la sensación de saciedad; también, las dietas ricas en fibra atrapan parte de los azúcares y las grasas ingeridas, ralentizando su absorción, lo que disminuye el aporte final de energí
COMO TOMARLA:
-Al natural se puede agregar agregar a yogures, ensaladas y postres.
-Molida en un molinillo de café para agregar a salsas y mezclas de harinas.
-Tostada con sal queda muy rica en tortillas o sobre panes y bollos. Para tostarla coloque directamente pequeñas cantidades de semillas por vez en una sartén bien caliente (con sal si es para agregar al exterior de panes u omeletes) y levante continuamente la sartén haciendo movimientos circulares con su mano para distribuir el calor y a su vez airearlas y que no se quemen. En un minuto o tal vez menos ya están listas, cuidado porque se queman muy rápido.
-Hervida se puede utilizar en budines y otras preparaciones.
-Es común en Centroamérica tomarla con agua, por ejemplo se muelen dos cucharadas de chía, se las coloca a hervir, luego se cuela y se le agrega agua y azúcar.
-El “Agua de Chía” se prepara con dos cucharadas colmadas de semillas de chía en un vaso alto con limón exprimido (con naranja también queda muy rico) una cucharada colmada de azúcar y agua natural.
Como la chía no tiene sabor, cualquier sabor le combina bien. Y es agradable al tomarla porque en el paladar es muy sedosa, el único detalle es que se concentra en el fondo del vaso, la distribución no es pareja a menos que se revuelva continuamente.
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