viernes, 16 de mayo de 2014

Grupos armados provocan estampida de mineros en el Caura

POR: CORREODELCARONÍ



La minería ilegal lleva años estando en el ojo del huracán, sin que sean alcanzadas soluciones al problema social y ambiental que representa

Cientos de mineros están abandonando la mina del alto Yuruani, en el Caura, tras la llegada de grupos armados que pretenden hacerse con el control del lugar.

Ramón Tomedes de la organización Medewadi y ex presidente de la Fundación Kuyujani, expresó su preocupación por lo que está sucediendo.

“Los indígenas estamos al margen de lo que pasa porque se trata de sindicatos (grupos armados que quieren controlar el yacimiento) que llegaron y están quitándole el oro a los mineros. Pero nos preocupa mucho, se dice que hay muertos lo que no hemos podido corroborar, el Ejército mandó a 16 funcionarios que no han entrado en la mina, están en el Salto Pará a tres horas en curiara, no sabemos qué esperan para actuar y frenar el ataque”, relató.

Medewadi está en desacuerdo con la minería, por el contrario, son detractores de esta actividad que afecta a los nativos de las etnias Sanema y Ye’kuana. Sin embargo, consideran que la entrada de grupos armados que atacan a los mineros puede también repercutir en las comunidades y en sus pobladores, algunos de ellos sumados a la actividad de extracción de oro.

“Repito, las comunidades estamos al margen pero es terrible lo que pasa aquí, la gente se está yendo, esos grupos armados atacan para hacerse con el oro y quien se resiste paga con la vida, queremos que el gobierno haga algo antes de que pase algo peor, no entendemos por qué si el Ejército mandó un personal no han entrado a la mina a controlar. Esa gente armada tiene fusiles, bombas, y hay que recordar que ante todo todos somos venezolanos, el gobierno debe protegerlos a todos”, expresó.

La llamada de auxilio de Ramón Tomedes es acompañada de la preocupación de los residentes de Maripa, en el municipio Sucre, uno de los poblados más próximos a la mina del Yuruani en el Caura. Allí también han sentido la situación de desalojo y hay mucho temor de lo que pueda pasar.

Antecedentes nefastos

Hace dos años en La Paragua, municipio Angostura (antiguo Raúl Leoni) hubo una situación similar que dejó seis personas muertas. Un grupo armado intentó hacerse con el control de una bulla llamada Manaima y esto desató un enfrentamiento con el fatídico saldo.

El modus operandi de los grupos armados, usualmente integrado por delincuentes de distintas zonas del estado que se refugian en las minas, es llegar a los yacimientos sometiendo a mineros y residentes, haciéndose con grandes botines, oro, diamantes y dinero. Sus incursiones son intermitentes, van como errantes de un sitio a otro haciéndose con el dinero de los explotadores de yacimientos, y en ocasiones dejando personas heridas o muertas.

Las minas de oro ilegales son un mundo aparte y en ellas hay sus propias leyes y códigos, por lo que hacer seguimiento de los enfrentamientos y robos de los llamados sindicatos se hace complicado y riesgoso. Los mismos mineros temen incluso dar información de lo que ocurre para no recibir represalias, y en muchos casos las autoridades se abstienen de actuar, salvo en algunas ocasiones a través de operaciones militares.

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