El doctor Andrés Carrasco disertó sobre los efectos de los agrotóxitos en la salud humana, animal y vegetal
El tema de la utilización de agrotóxicos y sus efectos debe ser abordado por todas las organizaciones e individuos que componemos la sociedad porque su nocividad sobre la salud humana, animal y ambiental, además del peligro que significa para la soberanía alimentaria y del colonialismo que implica, nos puede hacer desaparecer como sociedad.
Tales fueron las palabras con que Andrés Carrasco, médico argentino con más de 30 años de investigaciones científicas, dio cierre al panel “Agrotóxicos, sus efectos sobre la Salud Humana y el Ambiente. Necesidad de construir Marcos Regulatorios Regionales realizado en la Facultad de Agronomía de la UNA.
La soja transgénica es, por definición, agroquímico dependiente. No se sostiene su desarrollo sin cantidades cada vez mayores de venenos herbicidas e insecticidas, provocando el primero de los problemas de los problemas que preocupan: miles de personas en nuestra región están siendo afectadas por este veneno. Los casos de cáncer, leucemia y malformaciones congénitas aumentan.
Andrés Carrasco dijo. “Este problema está particularmente radicado en nuestra región, en el Cono Sur sudamericano, donde nuestros territorios han sido puestos al servicio de la producción de alimentos como mercancía, para otros” afirmó. Fotografía de Eduardo Arce
Carrasco, que realizó una realizó una extensa investigación sobre el glifosato -componente principal de los herbicidas para la soja-, y lo que puede provocar sobre la salud humana: “Trastornos intestinales y cardíacos, malformaciones y alteraciones neuronales. Ínfimas concentraciones de glifosato en las personas, respecto de las usadas en agricultura, son capaces de producir efectos negativos en la morfología del embrión e impulsan malformaciones celulares”, sostuvo Carrasco.
“Tenemos un problema de contaminación muy grave que afecta a la salud ambiental, de la que somos parte porque no podemos vivir en un ambiente contaminado por agrotóxicos”, dijo. “Este problema está particularmente radicado en nuestra región, en el Cono Sur sudamericano, donde nuestros territorios han sido puestos al servicio de la producción de alimentos como mercancía, para otros” afirmó.
Según el científico argentino, la situación que se vive en la región “responde a un modelo extractivista, saqueador que lo que quiere llevar se lleva. Privatiza, controla, extranjeriza tierras, controla el agua y se la lleva, controla el curso de los ríos”, manifestó.
A criterio de Carrasco, los gobiernos deberían preguntarle a las sociedades cómo explotar sus recursos. “No es admisible que decisiones tomadas en el extranjero, a través de otros gobiernos, o lo que es peor, de empresas multinacionales, impongan en nuestros países modos de producción que son saqueadores y que van a hipotecar el futuro de nuestras sociedades”, dijo
Además de imponernos un modo de producción que no elegimos, en breve las corporaciones exigirán regalías. “Entonces, cada vez que comamos algo vamos a tener que pagarles a las empresas porque los dueños de las semillas son las corporaciones”, expresó.
Carrasco afirmó que cinco empresas semilleras en el mundo controlan la producción de alimentos, bajo la forma de mercancías para el mercado, a través del control de la tierra, de la semilla, de la apropiación del agua. “Todo eso es colonialismo”, dijo finalmente el científico argentino.
La charla se presentó en el marco de la Cumbre Social y Cumbre de Presidentes del Mercosur y estuvo organizada por el Programa Mercosur Social y Solidario (PMSS), una plataforma de trabajo que reúne a 17 organizaciones no gubernamentales de Argentina, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay. La Red de Organizaciones Agroecológicas y Ambientalistas del Paraguay también estuvo en la organización del evento.
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