Por: diarioecologia
Por: Isabela Ponce. En un día caluroso de verano, un techo verde puede estar más fresco que la temperatura ambiente. Un techo normal -sin vegetación- puede llegar a ser 50 grados más caliente que ese mismo aire.Estos datos, de la Agencia de Protección Ambiental de EE.UU., fueron puestos a prueba por la Universidad de Ryerson en Toronto, Canadá.
El estudio, que buscaba dimensionar los impactos de implementar techos verdes, concluyó que se ahorraría energía eléctrica y se reduciría el gasto en la gestión de aguas lluvias. Por eso, la Municipalidad creó una Ordenanza, en el 2010, que obliga a las nuevas edificaciones, mayores a los 2 000 m2, a contar con un techo vegetal.
Estos techos ayudan a combatir la “isla de calor”.Este fenómeno se produce por la concentración de la temperatura en las ciudades, como solo hay asfalto en las calles y las superficies de los edificios también son de cemento, el calor aumenta y se concentra en la urbe.
Los techos verdes, pueden tener cualquier especie de planta pero es necesario conocer su cuidado. El césped, por ejemplo, es vistoso pero requiere de más cuidado: riego y poda constante. Otro de los beneficios de esta estructura es la retención de agua que reduce la inundación de las ciudades porque las plantas absorben la mayor parte de la lluvia.Estos techos mejoran el aire, porque las plantas absorben el CO2 durante la fotosíntesis y generan oxígeno. Así se purifica el aire al reducirse gases contaminantes. Las plantas también retienen polvo suspendido en el aire que causa enfermedades respiratorias.
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