Por: diarioecologia
El calentamiento global es en la actualidad el problema de mayor importancia para el mundo, ya que compromete la existencia misma de todos los seres humanos y sus medios de vida.
Para nuestro pais es particularmente crítico el reto del cambio climático, ya que somos altamente vulnerables a los desastres, susceptibles a los shocks externos y dependencia excesiva a los combustibles fósiles.
La habilidad de tomar decisiones para promover cambios positivos lo visualizamos como trascendental. La educación es un camino importante para abordar el cambio climático y como tal es mencionada en el Artículo 6 de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. Tiene un papel central en apoyar al público en general, y en especial a las futuras generaciones, a comprender el tema, llevar a cabo cambios en el estilo de vida que reduzcan las emisiones de gases generadores del efecto invernadero y adaptarse a las cambiantes condiciones locales.
Una respuesta educativa al cambio climático tiene que abordar las causas del cambio climático, pero también susconsecuencias. En la práctica, esto implica acciones de aprendizaje para reducir el consumo de energía, el uso defuentes renovables de energía, el diseño y uso de tecnologías más verdes, efectuar cambios en los patrones de producción y consumo, mitigar la pérdida de biodiversidad, etc. La educación para la mitigación, por tanto, aspira a cambiar estilos de vida y patrones de consumo hacia modelos más sostenibles.
De forma paralela, la educación también juega un papel importante en la adaptación. Los impactos ocasionados por el cambio climático se manifiestan de forma diferente en distintas partes del mundo, y se requieren soluciones y prácticas de adaptación localmente apropiadas. Las consecuencias pueden abordarse a un nivel técnico pero también requieren ser planteadas en un ámbito social y cultural más amplio, donde se considere que las poblaciones tienen que estar preparadas a enfrentar cambios y a menudo también futuros inciertos.
El reto de difundir la complejidad del cambio climático y cómo afecta nuestras vidas desarrollando códigos de comunicación descifrables por la mayoría y asumiendo nuevos comportamientos, en pocas palabras, significa también incorporar habilidades y destrezas, perspectivas y valores, así como brindar a nuestra población la oportunidad de formular preguntas, resolver problemas, pensar críticamente y trabajar interdisciplinariamente.
Para lograr superar los enormes desafíos socioeconómicos y ambientales que se nos presentan, el recurso más importante a fortalecer es el humano.
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