¿Os acordais de las declaraciones del presidente de Nestlè, en las que decía que el agua no debería ser un bien público porque así no se malgastaría?
Bien… pues el pasado 14 de noviembre de 2012 se elaboró el “Plan de Acción para la Salvaguarda de los Recursos Hídricos de Europa” y fue aprobado por la Comisión Europea. Un plan supuestamente hecho para influir en la mejora de los suelos, el buen estado del agua, la lucha contra la contaminación y la supuesta utilización racional de la misma.
Todo esto es muy bonito, pero por lo visto, en este “Plan” los ciudadanos europeos no tienen nada que decir, no se les ha invitado a esta “fiesta”. La Comisión Europea se ha reunido con lo que en el documento llama “partes interesadas”… es decir; Propietarios de los terrenos, industria del papel, empresas que fabrican refrescos y otras que se dedican, simplemente a embotellar el agua como por ejemplo Coca Cola o Nestlè. Lo que pensemos los ciudadanos, plataformas, asociaciones en contra de la privatización de un bien común y natural como el agua no le importa en absoluto a la Comisión Europea.
En el documento, el agua, únicamente está calificada como “capital natural”. En ningún momento habla del agua como un elemento vital, bien común o bien natural. Por lo tanto llegamos a la conclusión de que la Comisión Europea trata al agua (lagos, ríos y toda masa de agua dulce) como un valor económico. También considera indispensable definir una política europea de gestión eficaz del agua. Un plan interesado solamente en los costes e ingresos del agua.
Otro tema importante para la Comisión Europea en este documento es el precio del agua. Según el “plan” no debe haber un uso racional del agua fuera del conceptotarifa/precio . Este “plan” decide que la forma de racionalizar el agua es hacer pagar los costes al consumidor, sin tener en cuenta la finalidad. Por tanto no existe ninguna diferencia entre el agua que cualquier ser humano o comunidad tiene derecho para vivir, con el agua destinada a los carburantes, piscinas, elaboración de bebidas, etc…
En este documento se está tratando al agua como si fuera petróleo o gas. No diferencia el abastecimiento del agua para abastecer a los ciudadanos como un bien natural indispensable, con abastecer a Coca Cola o Nestlè. En Europa está claro que los únicos intereses que cuentan son los económicos. Que las grandes empresas y corporaciones son las que hacen las leyes para beneficio propio.
El presidente de Nestlè ya tiene el primer paso para cumplir su sueño… que la racionalización del agua sea solamente para aquellos que la puedan pagar.
Fuentes:
- Le Monde Diplomatique – edición papel
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