WASHINGTON/AGENCIAS
Al menos una veintena de países del mundo han alcanzado niveles de hambre«alarmantes» o «extremadamente alarmantes», según el último informe del Índice Global del Hambre (GHI), que añade que el uso «insostenible» de la tierra, del agua y de la energía están amenazando la seguridad alimentaria de las personas más pobres.
El hambre está «inextricablemente relacionada con el aumento de las presiones sobre la tierra, el agua y las fuentes energéticas», según el informe. Las inversiones o acuerdos agrícolas internacionales están aumentando y la mayoría tienen lugar en regiones subsaharianas donde el arrendamiento del terreno es barato y los niveles de hambre elevados.
Dos de los tres países con unas cifras «extremadamente alarmantes» de hambre son Burundi y Eritrea, seguidos de Haití, según el informe del GHI, publicado por el Instituto Internacional de Investigación sobre Políticas Alimentarias (IFPRI) y las organizaciones Welthungerhilfe (alemana) y Concern Worldwide (irlandesa). «Las grandes inversiones agrícolas extranjeras deberían contar con supervisión», ha afirmado el presidente de Welthungerhilfe, Barbel Dieckmann.
Los otros 17 países donde el hambre es «alarmante», según este informe, son: Etiopía, Chad, Timor Oriental, República Centroafricana, Comores, Sierra Leona, República de Yemen, Angola, Bangladesh, Zambia, Mozambique, India, Madagascar, Níger, Yibuti, Sudán y Nepal.
«Se necesitan organizaciones locales para asegurar la transparencia y la participación de los pequeños agricultores, cuyo sustento se ha visto afectado por los acuerdos agrícolas», ha añadido. Según el informe, la escasez de agua se ve agravada por el cambio climático, especialmente en zonas con graves problemas hídricos, en donde viven más de 2.000 millones de personas. Las inundaciones, las sequías y la degradación medioambiental amenazan la agricultura en gran parte del mundo.
ESCASEZ DE TIERRA, AGUA Y ENERGÍA
El GHI muestra que el progreso para intentar reducir la proporción de personas que sufren hambre en el mundo se ha ralentizado «trágicamente». Según el Índice, el nivel de hambre a escala mundial sigue siendo «grave». Asimismo, se centra particularmente en cómo garantizar la seguridad alimentaria con la escasez que existe de tierra, agua y energía.
«La cruda realidad es que es necesario producir más comida con menos recursos, al tiempo que se eliminan las prácticas y políticas de despilfarro», dice el estudio. «Para mejorar la nutrición y la seguridad alimentaria de las personas pobres, tenemos que hacer más disponible y accesible una diversa gama de alimentos; identificar y atajar las prácticas y políticas de despilfarro y garantizar que las comunidades locales tengan un mayor control sobre el acceso a las fuentes productivas», según el informe.
En otras palabras, hay que «construir un mundo sostenible, donde se detenga la degradación del ecosistema y todas las personas tengan acceso a alimentos, agua limpia y energía y puedan utilizarlos para su propio beneficio», añade.
Las cifras del hambre: 1.020 millones de personas en el mundo padecen hambre
El hambre, al que deben enfrentarse cada día 925 millones de personas, no es una fatalidad a la que una parte de la humanidad esté predestinada. Es resultado de la injusticia. De la violación del derecho fundamental de toda persona a disponer, en todo momento, de alimentos en cantidad y calidad suficiente que le permitan vivir una vida digna y saludable.
En un mundo donde la producción agrícola mundial podría ser suficiente para alimentar al doble de la población mundial, la cifra de personas que pasan hambre se ha incrementado en más de 1.000 millones durante los últimos 3 años.
El alza de los precios de los alimentos en el mercado internacional ha sido la principal causa de este incremento, pero las causas que provocan el hambre son numerosas y complejas: políticas comerciales injustas, pobreza, falta de acceso a agua potable, situación de discriminación de la mujer, desastres naturales, violencia y conflictos armados, o pandemias, son algunas de ellas.
Convencidos de que es posible combatir el hambre atacando las causas que lo originan, Acción contra el Hambre trabaja en cinco áreas fundamentales de actuación: nutrición, seguridad alimentaria, agua y saneamiento, salud, e incidencia.
OBJETIVOS DE DESARROLLO DEL MILENIO
En el año 2.000, 189 países ratificaron los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) de las Naciones Unidas. El primero de estos objetivos (ODM 1) pretende reducir a la mitad, para el año 2015, el número de personas que pasan hambre. Sin embargo, el hambre y la desnutrición infantil siguen figurando entre los desafíos más urgentes que la comunidad internacional aún debe afrontar.
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