El presidente de la Subcomisión de Desarrollo Agroalimentario de la AN, resaltó la importancia de preservar la diversidad biológica venezolana y la soberanía alimentaria
El proyecto de Ley de Semillas que es discutido en la subcomisión permanente de Desarrollo Agroalimentario de la Asamblea Nacional busca incrementar la producción nacional, garantizar la soberanía alimentaria e impedir el uso de transgénicos en el país.
El presidente de la Subcomisión de Desarrollo Agroalimentario de la AN, diputado José Alfredo Ureña, resaltó la importancia de preservar la diversidad biológica venezolana y la soberanía alimentaria. Expresó que el mercado de semillas transgénicas (modificadas biotecnológicamente) se encuentra bajo un monopolio de trasnacionales como Monsanto.
Los transgénicos son organismos que han sido modificados genéticamente, intercambiando genes con otras especies y la mayor parte son plantas destinadas a la alimentación.
“Hay una cantidad de estudios que se han hecho en el mundo, en los que se afirma que puede haber una incidencia en la salud de animales y seres humanos cuando se consumen alimentos con organismos modificados genéticamente”, comentó el parlamentario.
Durante una entrevista en el programa Toda Venezuela, que transmite Venezolana de Televisión, Ureña sostuvo que existe una gran cantidad de producción agrícola con transgénicos, que acaba con el medio ambiente, afecta al microorganismo y contamina los cultivos locales.
Por ello, apuesta por una ley que plantee con toda la claridad el no uso de transgénicos. “Esta es una Ley de Semilla anti-transgénica, porque no es solamente Venezuela sino el mundo que está diciendo que no podemos seguir apoyando los transgénicos, no sólo para el uso del alimento y el consumo, como tal, sino de los paquetes tecnológicos que están manejando (fertilizantes agroquímicos)”.
Este instrumento legal sustituirá la Ley de Semillas, Productos para la Producción Animal e Insumos Biológicos, vigente desde octubre de 2002 y que, de acuerdo con el diputado, tiene un radio de acción demasiado amplio, lo que lo hace inaplicable.
Ureña sostuvo que se necesitan disposiciones legales contra las semillas transgénicas y los paquetes tecnológicos que se utilizan en ese tipo de agricultura.
Este proyecto de ley, que fue incluido el año pasado en la agenda parlamentaria y que debe entrar el próximo mes en discusión general, plantea la fundación de un Instituto Nacional de Semillas, que fiscalice y certifique, de manera autónoma, la producción agrícola en el país.
DEBATE POPULAR
La Ley de Semillas será debatido igualmente con el sector productivo y campesino, que son los principales beneficiados con este instrumento legal y afectados por el uso de transgénicos.
El diputado Ureña resaltó que esta ley será el resultado de un consenso entre todos los actores, como son: productores agrícolas, comercializadores, movimientos sociales agroecológicos y movimientos contra el uso de los transgénicos.
Informó que durante un foro sobre la diversidad ecológica, que se realizará entre 23 y el 28 de junio próximo, conversarán sobre este proyecto de Ley de Semillas y recibirá los aportes del sector productivo.
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