miércoles, 26 de junio de 2013

Sistema de salud debe ser primer ambiente prolactancia

Por: últimas Noticias

Maternidad Concepción Palacios tiene bancos de leche



Sistema de salud debe ser primer ambiente prolactancia
Desde 1981 hay lineamientos contra comercio de fórmulas (Créditos: Archivo)
Gabriela Rojas | ÚN .- "Lo normal es amamantar, lo demás debe ser parte de la excepción". La frase de Antonieta Caporale, directora de la Maternidad Concepción Palacios, resume parte del fundamento de lo que deben ser las políticas públicas en torno a la lactancia materna, incluida la legislación.

Pero el reciente anuncio de reforma a la Ley de Promoción y Protección a la Lactancia Materna, vigente según Gaceta Oficial Nº 38.763, del 6 de septiembre de 2007, ocasionó un revuelo a raíz de lo que se difundió como "la prohibición de los teteros", que a juicio de médicos, legisladores, organizaciones pro lactancia y especialmente las madres, generó un efecto adverso en la población por la interpretación sobre algunas medidas con carácter sancionatorio.


Hacer cumplir. 

"Lo que se busca es que las políticas públicas sean efectivas para hacer cumplir lo que se estableció en 2007 (con la ley) y todos los lineamientos internacionales que proponen la necesidad de estimular la lactancia materna", afirma Carolina Tredinick, miembro de la organización Liga de la Leche en Venezuela, consejera y capacitadora en lactancia.

Tredinick explica que la referencia de la legislación es el Código Internacional de Comercialización de Sucedáneos de la Leche Materna, presentado en la XXXIV Asamblea Mundial de la Salud (1981), que Venezuela adoptó como país miembro y donde se establece el compromiso de los Gobiernos a implementar (a través de leyes o normativa) mecanismos de regulación para la venta y comercio de sucedáneos.

Uno de los puntos esenciales del código es evitar la promoción agresiva de la fórmula como sustituto de la leche materna. Comprende restricciones a la publicidad destinada al público de esos productos, la entrega de muestras para madres, familias o agentes de salud, la exposición de productos, afiches o materiales promocionales. Además, les exige a las empresas productoras de fórmulas infantiles que expliquen los beneficios de la lactancia materna como prioridad ante los costos y peligros de la alimentación artificial.

En eso coincide la diputada Dinorah Figuera, médica y miembro de la comisión de la AN que discute la reforma.
Su observación tiene que ver con el carácter coercitivo de la propuesta: "Debemos comenzar por una dinámica de profundización y difusión de la ley que ya tenemos, porque aunque está en plena vigencia, es una gran deuda social. El compromiso del Estado es garantizar cualquier política pública y su cumplimiento para favorecer la promoción de la lactancia. No creo que sancionando médicos y prohibiendo cosas se logre más".

Desde el primer día. 

Aunque se trata de una política de Estado adoptada hace más de 30 años, la práctica no lo refleja.

"Lo primero que debemos evitar es que durante la estadía del bebé en el centro de salud se le ofrezca la fórmula como rutina y siempre darle la oportunidad a la mamá de que pueda amamantar", agrega Tredinick. 

El artículo 7 de la ley vigente establece: "El personal de los centros de salud públicos y privados, responsables del cuidado y atención de las madres, los padres y sus hijos e hijas lactantes debe promover la lactancia materna exclusiva y óptima (...); alentar y ayudar a las madres a iniciar la lactancia inmediatamente en la primera media hora después del parto (...); abstenerse de dar a los niños y niñas lactantes menores de seis meses de edad, bebidas o alimentos distintos a la leche materna, salvo en caso de indicación médica especial".

Pero la experiencia de las madres habla de otra realidad. "En los últimos años se está respetando un poco más en las clínicas y en los hospitales lo que deciden las mamás. Pero hace cinco años, cuando tuve a mi hijo mayor, fue una lucha para que no le dieran tetero al bebé cuando estaba en el retén", asegura Marlin Soto, quien amamantó dos años.

Los centros de salud públicos y privados han mantenido durante años la práctica habitual de dar fórmula al bebé recién nacido, lo cual complica el proceso de lactancia.
El bebé experimenta la confusión pezón-tetina. Además, si no hay succión continua, disminuye progresivamente la cantidad de leche que produce la madre, entre otras razones. 

"Estamos cambiando las políticas generales para lograr que la lactancia materna sea la prioridad. Cambiamos el nombre de retenes por salas de lactancia y se dispuso de sillas y espacios acordes para que las madres den pecho", asegura la directora de la Maternidad Concepción Palacios. 

Además, cuentan con el lactario y un Banco de Leche que permite la pasteurización de leche humana para aquellas madres que no puedan lactar directamente (mamás con VIH, por ejemplo). "Tenemos una campaña permanente llamada 'Teta sí, tetero no', que estimula el apego precoz y hemos disminuido el uso de la fórmula, lo cual se refleja en el ámbito administrativo con la reducción de la compra de esos productos", indica Caporale.

Pocas excepciones. 

En opinión de los especialistas, la educación en torno a la lactancia es más importante y efectiva que las sanciones. 

"Hay una costumbre de dar tetero porque es mas fácil que dedicar tiempo en ayudar al proceso de dar pecho, pero la lactancia artificial tiene que ser solo una indicación médica nunca será un sustituto de la leche materna", destaca Armando Arias, presidente de la Sociedad Venezolana de Puericultura y Pediatría.

Arias expresa su preocupación sobre ver el tema "de manera tajante". Destaca que la ley es el marco de apoyo, "pero no se pueden satanizar las conductas porque cuando llega una madre que dice claramente: 'No quiero dar pecho', el médico le explica, le saca las tablitas con las ventajas de lactar y da el 'jarabe de lengua', como dicen, pero aún así la mamá no quiere, hay que respetarla. La decisión siempre será de la madre". 

Ni la ley ni la propuesta de reforma comprende sanciones para las mujeres, pero establece medidas en el artículo 27 (de la reforma) de multas o suspensión de licencia para el personal médico que prescriba fórmula sin justificación.

"¿Quién va a decidir una causa justificada? Lo punitivo genera aversión y en este tema lo que debemos es apoyar", cuestiona Arias. 

Caporale añade que el sistema de salud tiene que ser el primer ambiente pro lactancia: "La fórmula debe ser un medicamento, una indicación médica. Lo cierto es que 99% de las mamás puede amamantar; lo demás son mitos".

Pero aunque el interés público sobre el tema giró en torno a la controversia, para las madres y grupos pro lactancia puede ser un momento propicio para revisar y modificar otras políticas de salud relacionadas, como el exceso de medicalización en el parto, las cesáreas, además de promover el parto respetado y sistemas de asistencia oportuna para madres y bebés. 

"Esto no es cualquier cosa. Hay que humanizar este proceso porque es una cuestión de vida", sentencia Tredinick. 

Teta insustituible

El calostro es la sustancia que se origina durante los cuatro primeros días después del parto y es la primera vacuna de inmunoglobulina que solo puede aportar la madre.

Durante esos cuatro primeros días, la mujer produce aproximadamente 120 cc diarios de calostro, que al dividirse entre 24 (horas del día) son 4 o 5 cc, lo que mide el estómago de un recién nacido. Como el calostro es ligero tarda una hora para que el estómago del bebé lo absorba y pueda darle hambre, tiempo en el cual la madre ya ha producido la nueva medida de calostro.

La succión del bebé ayuda a contraer el útero, libera oxitocinas y evita la hemorragia posparto. Este proceso es indispensable durante el puerperio, conocido popularmente como cuarentena, para que los órganos vuelvan a su lugar de origen antes del embarazo.

La madre pierde 700 calorías diarias solo dando pecho porque al amamantar el bebé consume a través de la leche los lípidos y nutrientes necesarios que la madre adquirió durante el embarazo.

La leche materna disminuye significativamente la mortalidad infantil neonatal (período de 0 a 28 días de nacido), en el cual ocurre la mayoría de los fallecimientos de los bebés. 

Los bancos de leche humana pueden ayudar a alimentar aquellos bebés de pacientes que han recibido quimioterapia o tienen VIH.

Muy pocas mujeres  no pueden producir leche. Las dificultades al amamantar están más relacionadas con posturas incorrectas o desconocimiento de una técnica adecuada para cada quien. Mientras el bebé succione la mama, más cantidad de líquido produce la madre.


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