Un grupo de vecinos en la Argentina levantó en el patio de una casa de familia del barrio Nahuel Hue un novedoso sistema que permite compostar los residuos cloacales, evitar la contaminación de las napas subterráneas y del ambiente, tema que preocupa principalmente a los Centros de Salud de la zona, por la alta incidencia de casos de diarrea y parasitosis en los niños.
El nuevo sistema es valorado en el mundo principalmente por tres aspectos importantes, los bajos costos, su simplicidad y su efectividad en la protección del ambiente.
El “baño seco” separa la materia fecal de la orina en dos recipientes separados y ambos elementos son reutilizados, después de determinado tiempo, como nutriente para la tierra. En el caso de la orina se mezcla con agua para riego y con los excrementos se realiza compost.
El inodoro es similar a los que se venden comercialmente pero contiene una especie de embudo que capta el líquido y lo lleva por un drenaje separado al del sólido que se deposita en un tambor donde se acumula y se va cubriendo con ceniza (!) y aserrín para ayudar a su proceso de compostaje. Una vez que el recipiente se completa -se estima que para una familia de 4 personas el cambio se realiza cada cuatro meses-, se reemplaza por otro vacío y se lo tapa para dejarlo compostar naturalmente.
No requiere drenaje, la ceniza y el aserrín absorben los líquidos que puede tener la materia fecal. Muchos todavía ven este sistema como una letrina, como algo de menor calidad pero esa es una cuestión cultural. El baño seco podría perfectamente estar adentro de la vivienda pero esto requiere de un cambio de conciencia y cultural así que si se logra instalar sería muy interesante.
Este sistema permite que las familias se autogestionen para no contaminar el lugar a donde viven.
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