jueves, 20 de septiembre de 2012

Los expertos rebaten el estudio que vincula transgénicos con tumores galopantes

Por: Manuel Ansede

El polémico trabajo ha detectado una mortalidad elevadísima en ratas alimentadas con un maíz de Monsanto cultivado y consumido sin problemas hasta la fecha en EEUU

Un polémico estudio que ha caído como una bomba en periódicos de todo el mundo muestra una alarmante toxicidad en ratas alimentadas con maíz transgénico. Los autores del trabajo, que la comunidad científica ha recibido con un escepticismo que contrasta con el entusiasmo de algunos medios de comunicación, han detectado una elevadísima mortalidad, del 50% en machos y del 70% en hembras, sobre todo por cáncer, en los roedores alimentados en mayor o menor medida con un maíz transgénico de la empresa estadounidense Monsanto a lo largo de dos años.
Ratas con tumores como pelotas de ‘ping-pong’ en el estudio de SeraliniAmpliar
Ratas con tumores como pelotas de 'ping-pong' en el estudio de Seralini / Food and Chemical Toxicology
El trabajo también considera los efectos del glifosato, un herbicida muy usado porque mata a las malas hierbas y respeta estos cultivos, cuyos genes son modificados precisamente para resistir este producto químico. El estudio va acompañado por explícitas fotografías de ratas con tumores como pelotas de ping-pong.
Las conclusiones serían devastadoras para la industria de los transgénicos si se confirmaran. Y muchos expertos dudan de que esto ocurra. Las sombras comienzan en el principal autor del estudio: Gilles-Eric Seralini, profesor de biología molecular en la Universidad de Caen (Francia) y activista antitransgénicos. “Los resultados son rarísimos. Es la manera de Seralini de salir en la prensa. Después no se confirmarán los resultados, pero ya le habrán invitado a dar charlas en muchos sitios”, critica el presidente del Comité de Ética del CSIC, Pere Puigdomènech.
La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria prepara una respuesta al estudio
Este experto español se encuentra en Amsterdam precisamente para acudir a una reunión del panel de expertos en transgénicos de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), del que es miembro. “El maíz que han estudiado no se cultiva en Europa, pero sí en Estados Unidos, donde ha sido consumido por animales de granja y por la población sin que se haya observado ningún efecto”, señala. Es el maíz NK603 de Monsanto, cultivado de manera experimental en España.

Ruido mediático

“Seralini ha publicado varios artículos con gran ruido mediático en el pasado y luego se ha demostrado que sus resultados no permitían deducir sus conclusiones”, explica Josep María Casacuberta, miembro hasta junio del panel de transgénicos de la EFSA. En esta ocasión, Seralini envió a varios medios de comunicación franceses su estudio, publicado hoy en la revista Food and Chemical Toxicology, junto a un acuerdo de confidencialidad que los periodistas debían firmar y expiraba a mediodía del 19 de septiembre, según ha desvelado el diario Le Monde. El rotativo francés pedía disculpas a sus lectores por no haber podido someter el estudio al escrutinio de otros científicos debido a esta cláusula de confidencialidad.

«Después no se confirmarán los resultados, pero al autor ya le habrán invitado a dar charlas en muchos sitios»


Pere Puigdomènech
Presidente del Comité de Ética del CSIC
Casacuberta también recalca que “no merece mucha confianza quien, como Seralini, se presenta como experto de la EFSA, cuando nunca lo ha sido”. El francés, recuerda Casacuberta, aparecía en 2009 como especialista de la Comisión Europea en una entrevista en el diario español La Vanguardia en la que ya relacionaba los transgénicos con el cáncer.
“Los antecedentes invitan a pensar que este estudio es un conjunto de medias verdades presentadas de forma abusiva, para obtener bombo mediático, y cuyos resultados no serán consistentes. No obstante, mi opinión sin más no vale para nada cuando hablamos de la salud pública. Hay que ser muy cautos y analizar los datos de Seralini a fondo”, diagnostica Casacuberta, científico del CSIC en el Centro de Investigación en Agrigenómica. Los expertos de la EFSA analizan ya los datos de Seralini en detalle y preparan una respuesta argumentada, según ha podido saber Materia.
Casacuberta destaca que, si bien este estudio, elaborado con 200 ratas, ha detectado una mortalidad de entre el 50% y el 70% entre los roedores alimentados con el maíz de Monsanto, entre las ratas control, que no comieron transgénicos ni bebieron herbicida, la mortalidad fue de entre el 20% y el 30%. “Son datos que no tienen mucho sentido”, opina.

No hay comentarios:

Publicar un comentario