Un enriquecedor debate sobre la producción de transgénicos se realizó ayer en el salón auditorio del Ministerio de Salud, donde se presentaron posturas bien encontradas con relación al uso de la biotecnología agrícola en el país. Participaron en las discusiones el ministro de Salud, doctor Antonio Arbo; el titular del MAG, abogado Enzo Cardozo, y profesionales de diferentes especialidades relacionadas con el tema, que trabajan en dependencias del Estado que están vinculadas a la Comisión Nacional de Bioseguridad (Conbio).
En la fase expositiva de la reunión, la directora del Instituto Nacional de Alimentación y Nutrición (INAN), doctora Laura Mendoza, hizo una presentación sobre la evaluación de riesgo de inocuidad alimentaria; y posteriormente, en sentido contrario, la referente de la ONG Alter Vida, Ing. Agr. Eve González, disertó sobre las objeción con relación al maíz transgénico y a los otros rubros que emplean modificación genética, como el algodón, la soja y otros. En el emocionante “juego de ping pong” que se dio con las argumentaciones en contra y a favor se notó que los opositores a la biotecnología no solo están en contra de la transgénesis, sino en contra de todo el sector de la agricultura moderna. Pero, en los momentos en que fueron requeridos por el ministro Arbo, por estudios serios y científicos que sostengan sus argumentos guardaron silencio. En contra de los transgénicos opinaron Eve González, Miguel Lovera, Silvia González, David Cardozo, Quintín Riquelme y otros. Dijeron que los transgénicos no disminuyen el uso de agroquímicos tal como se enarbola con el uso de los transgénicos, sino que lo aumentan; aseguraron que en Paraguay la aplicación de ese herbicida es de supuestamente 8 litros por hectárea y no 2 como se dice. También refirieron que los transgénicos no confieren aumento de rendimiento.
En favor de la biotecnología, la representante del Instituto Paraguayo de Tecnología Agropecuaria (IPTA), Ing. Agr. Cristanta Rodas, “dio cátedra” sobre el tema y desnudó la dispersión argumental e insostenibilidad científica de los opositores con relación a sus hipótesis que fueron desarticuladas.
Por su parte, el ministro Arbo demostró que no es improvisado en el tema de transgénicos y tomó nota de cada uno de los argumentos en contra, especialmente del “rumor de proliferación de cáncer en zonas agrícolas”. Anunció que se hará un mapeo de la aparición de cáncer para descartar vincular con la producción de soja.
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