La vigorexia

La vigorexia (dismorfia muscular) es un trastorno alimenticio que se caracteriza por la excesiva preocupación por el físico y una distorsión de la visión del propio cuerpo (dismofofobia). Este trastorno suele presentarse más en los hombres de entre 18 y 35 años, y se trata de un desorden emocional al igual que en la anorexia, aunque en la anorexia se deforma la imagen personal como de “persona muy gorda” y en la vigorexia se ve la imagen personal como de “persona muy delgada”.

Cuando una persona tiene vigorexia suele tener una distorsión de su imagen personal viendo en el propio cuerpo falta de tonicidad muscular, adicción a la báscula, tendencia a la automedicación, adicción a la actividad física y autoestima baja.

Este trastorno nervioso se manifiesta en una gran cantidad de deporte, dedicando varias horas diarias en el gimnasio y fuera de él, y en la ingesta masiva de proteínas para crear más masa muscular en el cuerpo. Esta situación provoca una adicción a la actividad física y los alimentos con proteínas pero sin lípidos, incluso llegando a tomar complementos nutricionales a mayores.

Los síntomas de este desorden emocional se muestran mediante convulsiones, mareos, dolores de cabeza, baja autoestima, taquicardias y muchas otras situaciones.

Las razones de esta enfermedad surgen del culto al cuerpo que se ha creado en los últimos años en la sociedad, donde si no tienes un cuerpo perfecto puedes ser víctima de insultos y desprecios.

Es más grave que el resto de trastornos ya que sólo se puede durar en esta enfermedad durante 6 meses. Este trastorno puede tener consecuencias fatales, llegando en el peor de los casos a ser mortal. Una de sus complicaciones es la atrofia del músculo cardíaco por la falta de sangre.

Hay que tener especial cuidado con las personas que sufren este trastorno para tratarlo lo antes posibles debido a las consecuencias que puede tener la vigorexia.