Los signos clínicos de la osteoporosis establecida muchas veces son difíciles de detectar. Pero cuando estamos con pacientes de riesgo debemos pensar en ella y por tanto conocer bien los síntomas, para poder detectar cuanto antes la enfermedad.
La osteoporosis se define como una disminución de la masa ósea por unidad de volumen. A menudo se emplean los términos osteopenia y osteoporosis sin definir claramente a qué situación patológica se refieren. Osteopenia debería reservarse para la” pérdida de masa ósea” y el término de osteoporosis como un estado patológico del esqueleto. La disminución de la masa ósea es asintomática. Durante el periodo de crecimiento, la masa ósea aumenta hasta alcanzar un valor máximo al final de dicho periodo. Cada vez se da más importancia a la adquisición de la masa ósea adecuada, en los niños y adolescentes, durante el periodo de crecimiento. La masa ósea máxima suele alcanzarse a comienzos de la edad adulta, poco después de la pubertad.
Etiología
Es posible que la osteoporosis sea poligénica y, por consiguiente, es probable que múltiples genes estén afectados tanto en la obtención de la masa ósea como en el posible control del recambio óseo. Los genes candidatos incluyen
el gen para el receptor de la vitamina D, la región promotora de la vitamina D, del gen de la osteocalcina, al igual que los genes para el colágeno de tipo I, el receptor de estradiol y ciertas citoquinas que se sabe intervienen en el recambio óseo.
Clínica
Los signos clínicos de la osteoporosis establecida muchas veces son difíciles de detectar. Pero cuando estamos con pacientes de riesgo debemos pensar en ella y por tanto conocer bien los síntomas, para poder detectar cuanto antes la enfermedad.
Las manifestaciones clínicas son las siguientes:
1. Son frecuentes los dolores de espalda, que a veces no les deja conciliar el sueño, no se encuentran bien en la cama y aumentan al movilizar la espalda.
2. Un dato clínico a tener en cuenta es el estancamiento estatural, o incluso la disminución de la talla, cuando se han producido fracturas o han disminuido de tamaño los cuerpos vertebrales. Éste es un dato muy curioso pero que ocurre y debemos buscar, ya que en ocasiones lo atribuimos a un error de técnica o a que la medición anterior fue mal tomada.
3. Las alteraciones de los cuerpos vertebrales, vértebras aplanadas, bicóncavas, que llegan a producir verdaderos aplastamientos con las consiguientes fracturas, son datos que debemos buscar en las radiografías de columna cervicodorsal, que es donde más se suelen encontrar. Conviene solicitar posiciones de frente y de perfil ya que en esta última posición es donde más fácilmente se detectan.
4. En los niños es difícil encontrar otros signos, pues en ocasiones quedan enmascarados por la enfermedad de base que padecen. No debemos olvidar que el paciente reumático es un paciente con dolores, y presenta un estado nutricional deficiente, por lo que no es infrecuente que presente un cierto grado de distrofia. Esto condiciona un cierto grado de cansancio, astenia, a veces está malhumorado, triste, pálido, anoréxico, etc. De ahí la importancia de vigilar el estado general, deteriorado en todas las enfermedades crónicas, pero que en este tipo de patología es un verdadero problema, muchas veces difícil de solucionar.
Diagnóstico
El diagnóstico de osteoporosis a menudo puede pasar inadvertido si no se piensa en ella, debido al comienzo tan insidioso que tiene y a la falta de sensibilidad de los métodos diagnósticos convencionales. La desmineralización ósea no se detecta, hasta que no se pierda al menos un 30% de la densidad mineral ósea.
La fractura es la consecuencia de la osteoporosis. Debemos pensar en ella para poderla diagnosticar, pero sería muy interesante que pudiéramos predecir su aparición, y esto es muy difícil de conseguir, porque hay diferentes masas óseas, en función de los factores mecánicos que concurran en el individuo.
Autor: Enrique. González Pascual, Especialista en Reumatología Pediátrica del Hospital Sant Joan de Deu de Barcelona.
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