Por Clare Leschin-Hoar, 2 de septiembre de 2012
Aunque el gigante de la alimentación ha donado 1 millón de dólares para oponerse al etiquetado de los transgénicos, un alto ejecutivo de esta compañía dice que los alimentos modificados genéticamente no son necesarios.
A veces oyes por casualidad decir que los cultivos modificados genéticamente no son la solución para la alimentación del planeta, que se espera tenga una población de 9 mil millones de personas para el año 2050, pero resulta sorprendente cuando lo oyes en boca de un alto ejecutivo, sobre todo de una empresa de alto rango como es Nestlé.
“Los cultivos modificados genéticamente no son necesarios para alimentar al mundo y la Industria alimentaria obtendría más beneficios si utilizara los recursos de una forma más sostenible y empleando otras técnicas. Esta es la opinión de Hans Johr, director corporativo de agricultura sostenible de Nestlé y Presidente honorario de la Plataforma SAI, un grupo que elabora alimentos y bebidas a nivel mundial que trabaja para mejorar la sostenibilidad en la cadena de suminisntro”, dice Rod Addy para Food Navigator.
Johr no hacía referencia a algunos de los argumentos que generalmente se esgrimen para criticar los cultivos modificados genéticamente,, como la aparición de supermalezas, la falta de estudios sobre los efectos a largo plazo en la salud humana, el aumento en el uso de pesticidas y herbicidas debido a los problemas de resistencia. No, Hans Johr hablaba del problema del agua. Es un tema que le preocupa, y con razón. Nestlé compra productos directamente a más de 680.000 agricultores de todo el mundo.
Y como ya se ha señalado de forma reiterada, la disponibilidad de agua se está conviertiendo en una cuestión fundamental para alimentar a un planeta que aumenta su población. Johr dice que si se abordan los problemas del agua, las ventajas serán mayores que la que pueda ofrecer la modificación genética de los cultivos.
Johathan Foley, director de Instituto de Medio Ambiente de la Universidad de Minnesota y coautor de un estudio publicado el miércoles sobre la gestión del agua y rendimiento de la producción, está de acuerdo con Johr en que los transgénicos no son la respuesta a la seguridad alimentaria.
“No creo que los transgénicos hayan contribuido o puedan contribuir mucho a la seguridad alimentaria. La mayoría de los rasgos transgénicos se centran en la resistencia a plagas y herbicidas, que es sin duda una buena cosa, pero no mejoran las características del rendimiento ( al menos en comparación con los métodos convencionales, o mejor aún, la reproducción asistida por marcadores). Además, existen otras enfoques para hacer frente a las plagas y las malas hierbas que serían también eficaces ( o más), como el no plantar grandes extensiones de monocultivos” dijo Foley a TakePart.
Johr también fue un poco más allá, y se refirió a la cuestión del etiquetado de los alimentos transgénicos.
“Nosotros tenemos una forma muy sencilla de considerar los transgénicos: escuchar lo que quiere el consumidor. Si ellos no los quieren no los pondremos”, dijo Johr a Food Navigator.
Lo curioso es que nadie conocía esta postura de Nestlé.
De acuerdo con los registros recogidos por el Secretario del Estado de California , Nestlé Estados Unidos realizó cuatro donaciones separadas para luchar contra la Proposición 37, que pide el etiquetado de ingredientes transgénicos en los alimentos, en California. En un período de siete semanas, la Compañía donó casi 1, 17 millones de dólares para evitar que se tome esa medida.
Nestlé no respondió a nuestras solicitudes de comentarios.
Tal vez este tipo de política empresarial tardé un tiempo en esclarecerse, o tal vez Johr sólo hababla de los países que ya tienen leyes de etiquetado. La política oficial de Nestlé en cuanto a la utilización de ingredientes transgénicos dice: “Siempre que la seguridad esté demostrada, como se requiere para cualquier ingrediente, Nestlé seguirá utilizando ingredientes derivados de organismos modificados genéticamente cuando lo considere oportuno”.
De cualquier manera, por lo menos alguien dentro de las mayores empresas alimentarias habla en serio de estos temas de manera pública. Es el comienzo, y nos lo vamos a tomar en serio.
Para la consulta de los alimentos que pueden tener ingredientes transgénicos en su composición, puede consultar la Guia roja y verde de los transgénicos, editada por Greenpeace.
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